Capítulo 10

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Primer día de clases del segundo semestre.

Siento que el estómago se me revuelve al imaginar las cosas por las cuales pasaré y esta vez estaré totalmente sola.

Me detengo frente la entrada de la Universidad y aspiro aire con fuerza. Cierro los ojos intentando de imaginar a Hunter a mi lado. Tal vez si lo visualizaba a mi lado durante todo el día esto no sería tan difícil.

Me detuve en la entrada del salón y reconocí a alguno de mis antiguos compañeros, aunque parte de ellos ya no estaban. Mi mirada cayó en los asientos que Hunter y yo solíamos ocupar lo cual me hizo sentir una punzada en el pecho.

Las lágrimas comenzaron a escocer y me alejé del salón para ir a la salida de la universidad.

No, no podía hacer esto. No si él no estaba conmigo para lograrlo.

Sentía que el aire se hacía más pesado y denso conforme me alejaba a la salida. La presión en mi pecho se intensifico y me recargue contra la pared mientras hiperventilaba y los ojos me ardían a causa del llanto contenido.

Pegué mi cabeza contra la pared mientras cerraba los ojos.

No puedo.

Hunter va a estar tan decepcionado de mí.

Mi celular comenzó a vibrar y los saqué de mis jeans.

Terminé atragantada con mi propio corazón al ver que era un mensaje de Hunter.

Apreté el aparato contra mi pecho y volví a cerrar los ojos. ¿Por qué tuviste que irte y dejarme sola?

Con un poco de dificultad logré calmar el martilleo constante de mi corazón y me tranquilicé lo suficiente para leer de forma serena el mensaje de Hunter.

Desbloqueé la pantalla con un sencillo movimiento de mi pulgar y saltó el mensaje en la pantalla.

Primer día. No sabes lo difícil que es esto sin ti. Un montón de rostros desconocidos. Desearía que estuvieras aquí.

También quisiera que estuvieras aquí. No creo poder hacer esto sin ti.

Mía, tú puedes lograr todo lo que te propongas, conmigo o sin mí.

Leí el mensaje unas mil veces a la vez que sentía que una fuerza me invadía y me llenaba de confianza. Sonreí con dulzura ante las palabras que él me había mandado. Él tenía razón. Podía lograr todo lo que me proponga.

El timbre sonó y tecleé antes de entrar a la Universidad.

Debo entrar. Te contaré más tarde como me fui. Te quiero, Hunter.

Te quiero, Mia.

Las horas se me hicieron eternas en el salón de clases, pero milagrosamente sobreviví aquella interminable tortura.

Me acomodé la correa de mi bolso mientras me preparaba para la caminata que tendría hacia mi casa.

No había dado ni tres pasos cuando un auto se detuvo a mi lado y me sonó el claxon. La ventanilla del conductor descendió y del otro lado pude ver a Landon dándome su mejor sonrisa.

— ¿A dónde, señorita?

—A casa. Muero de hambre.

—Mamá salió y no dejó comida, ¿quieres ir a comer conmigo?

Me encogí de hombros mientras rodeaba el auto para subir del otro lado.

—Por mi está bien.

Subí y mientras Landon arrancaba el auto le mandé un mensaje a mi madre de que estaría con él.

Ambos fuimos a comer a Galerías Monterrey. Sentía que Landon intentaba hacerme reír y la verdad si me divertía y varios de sus chistes me hacían soltar varias carcajadas, pero no podía evitar sentía que algo me faltaba. No era un algo, en realidad era un alguien.

Suspiré con pesadez mientras paseábamos entre las tiendas de aquel enorme centro comercial. Landon me dio un suave empujón con el hombro y lo volteé a ver.

— ¿Estas bien?

Me miró con preocupación y yo solo le sonreí para hacerlo calmar.

—Sí, solo que tuve un día difícil.

—Los primeros días de clases siempre son un asco.

—No es solo eso.

Me acaricié el brazo mientras miraba el suelo.

—Oh, lo dices por Hunter—no era una pregunta, pero de todos modos yo asentía—. Sí, la casa se siente algo vacía sin él y me aburro demasiado. No tengo con quien pelear.

Negué con la cabeza mientras le sonreía.

—La verdad es que me hacen descansar de sus tontas discusiones.

Nos quedamos por un momento en silencio mientras continuábamos caminando.

A la distancia vi una pareja que estaba bromeando y haciendo las típicas tonterías de todos los enamorados.

No pude evitar sentir una punzada en el corazón mientras me preguntaba: ¿Qué estaría haciendo Hunter en estos precisos momentos?

Suspiré por la nariz mientras apartaba la mirada.

—Mia—volteé a ver a Landon y vi que él se había detenido así que también me detuve —, sé lo mucho que lo extrañas, yo también lo hago—tomó mis manos entre las suyas a la vez que me veía a los ojos—, pero quiero que sepas que no estás sola. Él tal vez es tu mejor amigo, pero yo también soy tú amigo y...—me acarició la mejilla de forma dulce—siempre podrás contar conmigo. No importa la hora, no importa el día, siempre voy a estar ahí para ti—se inclinó para dejar un suave beso en mi frente y yo cerré los ojos dejándome envolver por el cariño de Landon—. Eres especial para mí.

—Gracias, Landon—me aparté y di un suave apretón a sus manos antes de saltárselas—. Eres un gran amigo.

Continuamos caminando, pero nos detuvimos por que Landon tuvo que ir al sanitario. Por mi parte me quedé mirando las vitrinas de las tiendas que estaban más cercanas.

Mi móvil sonó anunciando que tenía un mensaje y automáticamente ya sabía que era de Hunter, así que me apresuré a desbloquear la pantalla.

¿Falta demasiado para Navidad? Necesito verte.

Suspiré con tristeza al leer la palabra Navidad. Él había llegado a un acuerdo con sus padres y solo le permitirían pasar las vacaciones de Navidad, ni siquiera lo iban a dejar estar aquí en verano. La espera para ver a Hunter iba a ser demasiado larga.

También quiero verte.

Dentro de dos horas termino la tarea, ¿puedo llamarte?

Claro.

Me pasé los dedos por el cabello con algo de desesperación mientras guardaba el celular de nuevo en su lugar.

Destino cruel, ¿por qué me permitiste conocer a alguien como él? ¿Solo para quitármelo? Deseo volver a verlo, por favor hazlo posible.

Me detuve frente a la vitrina de una de mis librerías favoritas. Mi mirada se centró en un anunció rectangular con solo tres palabras: SE SOLICITA EMPLEADO.

Observé aquel comunicado por un largo tiempo mientras pensaba.

¿Qué es lo que me impedía ir a ver a Hunter?

El dinero.

Tenía solo el suficiente dinero para mis estudios, materiales y para hacer mí pequeño ahorro e irme a estudiar a donde yo quería. Todo eso era sin tener un empleo, pero ¿qué tal si conseguía trabajo y me ponía a ahorrar?

La idea brilló en mi mente y sin dudar entre al local.

Hunter, tal vez podamos vernos más pronto de lo que esperas. 

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