❝Sweetness❞ › Yoonmin «omegaverse»

❀ C O N V A L A R I A ❀

—Aww eres tan considerado Yoongi, Jimin se sacó la lotería contigo. —Hoseok estaba contento al conocer esta nueva faceta de su primo, de verlo tener ganas de cuidar de alguien más que no sea él mismo.

—No, yo me la saqué con el.

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— Un ramo de lirios, doce rosas rojas y quince convalarias — Jimin enumeraba las flores que le habían encargado para una boda mientras jungkook anotaba todo en el cuaderno.

— Hyung... — Habló Jungkook — ¿Por qué usted no tiene olor si es un Omega?

Jungkook siempre tuvo esa duda, a Jimin debió incomodarle esa pregunta pero no lo hizo, se sentía en confianza hablando con Jungkook ya que el muchacho no le preguntaba las cosas con maldad, más bien era curioso y Jimin sabía que el muchacho no lo juzgaría.

—Bueno...— Jimin soltó un pequeño suspiro— Mi aroma es muy inusual, no es igual que el de otros omegas. Este aroma no se puede definir exactamente, entonces se siente raro cuando hay otras personas cerca. Por esa razón tomo muchos supresores para regular mi aroma y que no se perciba.

A Jimin le había costado hablar sobre el tema, la única persona que sabía sobre su complejo con el aroma era Taehyung, y ahora Jungkook. Obviamente no le confesaría al muchacho que ese complejo se debía a las constantes burlas e insultos que recibía de su padre biológico cuando recién comenzaba a emanar su aroma. Le daba tanta vergüenza ser un omega defectuoso, así se sentía el todos los días, sentía que él no servía para omega.

—Pero, ¿Que importa lo que los demás piensen de tu aroma? Solo deja fluir tu interior Jimin, el aroma nos identifica a todos y así tu aroma sea raro para tí, verás que a alguien le parecerá hermoso o increíble. — Jungkook tenía esa facilidad de subir el autoestima a cualquier persona.

— Ojala fuera tan fácil Jungkookie, pero no sabes, no tienes una idea de lo que me cuesta tolerar mi aroma. Lo detesto, no hago esto solamente por la opinión de las personas, también lo hago por mí —

— No te digo que puedas hacerlo de un día para el otro, pero de a poco y con esfuerzo podrás llegar a tolerarlo y así tener una vida más despreocupada — Jungkook cerró el cuaderno que llevaba en sus manos — Se que es difícil amarse a uno mismo, pero puedes hacerlo. Con esfuerzo podrás hyung...

—Kookie, no tienes una idea de cuánto me cuesta aceptar lo que soy, no creo que sea posible amarme. Eso es algo imposible para mí— a Jimin se le aguaron los ojos— No sabes lo que es odiarse a uno mismo todos los días.

Jungkook algo cansado de que lo tratara como un niño inexperto se levantó las mangas de su camisa.

—Son marcas de rechazo, de odio, de días y noches de sufrimiento y asco hacia mí mismo.— Las cicatrices en los brazos de Jungkook eran pequeñas pero notorias si prestabas atención — no te cierres en tu mundo Jimin, yo lo hice, por eso tengo los brazos así. Verás que el camino hacia el amor propio es largo, frustrante y en algunos casos puede llegar a ser imposible, pero cuando alcanzas ese punto. Ya nada importa más que tú y el amor que sientes hacía tí.

Jimin ya estaba derramando algunas lágrimas, observaba con atención como las cicatrices recorrían todo el brazo del muchacho que tenía frente a él y pensó ¿Por qué lo hizo? Odiaba hacerse la idea de que Jungkook llegara a hacerse eso y ocultarselo. Si bien conocían de vista hace más de cinco años, solo habían pasado pocos meses desde que Jungkook trabajaba en la florería y en los cuales se habían hecho más cercanos, sin embargo nunca le había comentado absolutamente nada sobre eso.

—¿P-por que lo hiciste Jungkookie?...— Jimin sin pensarlo dos veces le dió un abrazo. Se sentía algo culpable por haberle dicho que él no sabia nada sobre odiarse a uno mismo y pensar que Jungkook al ser más joven no tenía sus experiencias, lo juzgó sin saber y definitivamente aprendería mucho de él.

—La secundaria puede llegar a ser muy dura a veces — correspondió al abrazo— los  compañeros idiotas, que juzgan cada una de tus acciones, se ríen en tu cara, te molestan en los recreos y más para un nerd como yo. La secundaria apesta sobre todo cuando hay problemas en casa, ya sabes la historia de mis padres así que... Tuve mis razones aunque estuvo mal hacerme esto, yo lo veo como un mal recuerdo, sin estas marcas no podría ser la persona que soy ahora.

—Eres increíble Kookie, y-yo soy un idiota, perdón por...

—Hyung no pidas perdón— Se soltaron del abrazo lentamente, Jungkook lo miró y le sonrío con calidez— ¿Creo que entendiste el mensaje que quería darte no? Espero que lo hayas entendido...

—Si, lo entendí perfectamente kookie — Jimin secó sus lágrimas, definitivamente el menor le había enseñado mucho. — lo intentaré...

Jungkook solo sonrió y asintió, él le tenía un gran afecto a su hyung. Era como su hermano mayor y se sintió con un peso menos en la espalda al contarle su secreto, siempre habían sido tan unidos pero nunca pudo confesarle lo que había pasado.

—Ya es hora de irnos hyung, te veo mañana— Jungkook saludo a Jimin y salió de la floristería.

Jimin después de eso guardó sus cosas en la mochila, regó las flores que se había olvidado y cerró el local. Al salir a la calle se encontró con el alfa en la puerta esperándolo para ir juntos a la casa de Jimin. Yoongi se había ofrecido a llevarlo todos los días a su casa y aunque Jimin se negó, él igual insistió y terminó desistiendo.

Iban tranquilos en el auto, tenía la dulce fragancia de Yoongi impregnada por todo el auto, era el mismo cielo para Jimin entrar a ese auto donde el aroma de Yoongi se comprimía dentro.

El alfa conducía tranquilo y sin apuro, estaban a pocas cuadras de llegar a la casa de Jimin cuando Yoongi se vió obligado a detener el auto a un costado, un increíble aroma había cegado sus sentidos, era tan fuerte y tan puro que Yoongi quedó varios segundos disfrutando de tal dulzura. Su piel se erizo, un espasmo de emociones lindas recorrían su cuerpo, no era el aroma a celo. Era diferente y exquisito, se sintió en el paraíso.

—¿J-jimin eres tú?—

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