Debes elegir, Skoda. La familia, o la chica.

Puedo vivir con la culpa, pero no con su ausencia. Yo la elijo a ella.

Mis manos tiemblan cuando muevo mi instrumento de su sitio y lo acomodo ahora al frente, justo en el lado derecho de la carretera, por donde en unos segundos más aparecerá el auto. Me tiro al suelo y subo el cañón del fusil francotirador.

El auto vuelve a aparecer. Apuntó a la cara de la mujer y luego a la cara de la niña, porque sé que si disparo a la mujer primero, el auto se descontrolaría y me complicaría terminar el trabajo. Es una chica rubia, de piel blanca y con pecas; se está riendo, y se voltea a ver a su hermano en el asiento trasero con una sonrisa destellante. Alejo el zoom, veo a la madre también y entonces sé que no seré capaz de matar a alguno de sus hijos frente a sus ojos. No sería capaz porque yo no soy así, y no importa cuánto lo intente, no nací con la sangre fría.

Estoy a punto de abandonar todo nuevamente, de dejar que el auto pase y siga su rumbo. Entonces su cara aparece en mi memoria; su rostro pálido y los ojos color celestes. La última vez que la vi tenía su cabello rubio ceniza a la altura de los hombros y se lo había alisado para salir conmigo. Su sonrisa pura, sin preocupaciones... sé que la amo y se también que haría lo que fuera por ella. Incluso tomar malas decisiones.

Así que al final apuntó la rueda y disparo. Veo la llanta explotar y a la madre cambiar a un rostro de miedo mientras intenta retomar el control; su hija grita, él bebe inconsciente de todo en su asiento, ella está histérica y el auto viene directamente hasta mí.

Me pongo de pie y me muevo un centímetro de mi lugar, justo a tiempo para ver el auto pasar solo a centímetros de arrollarme. Luego todo se vuelve lento; veo a la chica llorar totalmente asustada, consciente de que va a morir, al inocente bebé a quien no se le dio oportunidad de crecer, a quien no le di la oportunidad de vivir. Y por último veo el rostro de la mujer mirar a su hija, sosteniendo su mano y sé que debe estar pidiéndole perdón internamente. Luego el auto rompe la barra de seguridad y cae barranco abajo. Es el sonido del chocar contra el suelo lo que me hace despertar y miro justo a tiempo para verlo explotar. Mis pulmones me claman por aire y vuelvo a inspirar, sintiendo como si con ello también comenzará a inhalar la culpa de sus muertes.

Tomaste la decisión correcta— vuelven a hablarme a través de la línea. —Buen trabajo.

¿Decisión correcta? ¿Tenía más opciones? Al final alguien iba a morir si o si, yo solo decidí quién, y pese a que pensé que esto era lo que menos iba a herirme, me equivoqué, esto me está matando.

Los juzgo a cada momento, los odio; Pero, ¿No soy yo también igual a ellos? ¿En qué me diferencio? ¿No debería odiarme yo también a mí mismo?

Me criaron como arma de matanza y ahora me utilizan, ¿De qué carajos me sorprendo?

Eso es lo que soy, un asesino.

18:33 Pm

Al final del día tengo un humor de mierda. Me duele la cabeza por la falta de sueño, por el esfuerzo de prestar atención durante clase, y por el estrés mental que tengo. Así que cuando ya no puedo más, me alejo de los chicos y me siento en algún rincón de la universidad para obtener la tranquilidad necesaria para poder hacerle frente a la última clase del día.

En mi cabeza no paro de darle vueltas a lo que sucedió hoy, a lo que hice. Sigo reviviendo el momento exacto en que la muerte pasó frente a mis ojos, las muertes que yo provoque, y el sonido de la explosión vuelve a dejarme sordo. Eso es todo lo que oigo.

Cierro los ojos y pienso en las cosas más tranquilas que mi cerebro es capaz de imaginar para poder echar a un lado lo demás. Necesito paz mental.

Perfecto Engaño | Titanes III |Where stories live. Discover now