Los reyes de la naturaleza abandonaron su reino para proteger a su pequeña heredera Amelia.
Viven entre los mortales actuando como si fuese uno de ellos.
Para la pequeña Amelia, ella cree que es una chica normal como las demás de su alrededor.
Sus...
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Perpleja.
Asi no más, estoy ante esta escena sin poder mediar palabra. Él con su imponente figura frente a mi, su arrogancia plasmada en su rostro, divirtiéndose ante mi estado emocional. Mi pobre corazón late tan fuerte que temo a que se salga de mi pecho. Un fuerte mareo hace que cierre mis ojos por un instante, tratando de mantener mi equilibrio y no caer desmayada en este preciso momento.
Abro mis ojos despacio, esta vez no haciendo contacto visual con él, retrocedo unos pasos y me giro buscando la salida, esquivo a los jóvenes que siguen bailando como si nada, llego hasta el umbral y tomo una gran bocanada de aire y me apresuro a salir hasta el patio donde aqui no hay tantos chicos como adentro, solo algunos que fuman o conversan, me siento en unas de las gradas del corredor a un ladito para dejar espacio a que los demás puedan cruzar libremente.
¿Cómo él se apareció asi como si nada? Todos lo vieron. Bailó conmigo.
-¿Porque tan tímida?- no volteé a ver, tarde o temprano el me seguiría.
No respondí.
El chico invisible o Emir ya que ese es su nombre, se sienta al otro extremo de la grada dejando un espacio en medio para ambos y para que los demás puedan cruzar.
-¿Porque estás así?- siseo.
-¿Acaso está mal que me aparezca en mi forma natural, en vez como un ambulante invisible que asusta a medio mundo?- lo miro enarcando una ceja.
-Entonces.. ¿Que haces aquí?- espeto.
-Protegiéndote- responde encogiéndose de hombros.
Su rostro no tiene expresión alguna, sus ojos están fijos en una sola dirección solo que perdidos en otro mundo.
Su mente está en otro mundo.
¿Qué pensará?
En ti.
Doy un respingo.
Ay, carajo.
-¿Porqué a mí?- mi pregunta sale tan desorientada, perdida, siento como si la respuesta no está a mi alcance.
Talvés asi es.
No puede estar a mi alcance si en primer lugar está el de por medio. Sus misterios me intrigan llenando de una curiosidad tan profunda dentro de mi.
¿Desde cuando perdí ese miedo hacia él cuando escuchaba su voz?
Solo bastó con verlo.
Emir se pone de pie de un salto se gira hacia mí extendiendo su mano, lo miro confusa.
-Vamos te llevaré a un lugar- dice.
-¿Y porqué debería de ir contigo? Eres un completo desconocido para mí.
