MALEC -One Shots-

10 cosas que odia de él.

Es super típico encontrar un poema y pasarlo al Malec por que puedes, quieres y llevas como 10 dias sin poder sacártelo de la cabeza

Así que.. disfrutad de mis idas de olla

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Alec odia a Magnus desde que tiene uso de razón.
Y eso es mucho tiempo.

No sabía ya cuantas veces le hablaba mirándole por encima del hombro o lo peor de todo le decía.

- Vamos Alexander no puedes simplemente no salir de fiesta

- Alexander, no puedes ignorarme para siempre

- Venga Alexander, yo te llevo.

Esa era otra, odiaba como conducía, a toda velocidad que se le permitía y sin cuidado alguno. Es como si no pensara en los pobres peatones que lo soportaban cuando conducía por la carretera de la ciudad. Y en como se reía mientras el viento agitaba su pelo.

Ese pelo que a veces estaba solo de un lado y a veces echado para atrás.
Es que no podía decidirse por algo solamente, NO. Magnus tenía que recordarles a todos que era extravagante y diferente, incluso en cada detalle. Como la purpurina de su pelo.

A veces se odiaba a si mismo por querer saber como sería su textura o como se sentiría tirar ligeramente de un mechón.

Pero todo eso no era lo único que odiaba de Magnus.

También odiaba esa obsesión por vestirse de colores llamativos, y hasta sus espantosas botas, que casi siempre calzaba, llamaran la atención del que pasaba.

Pero también lo odiaba por que lo conocía, También lo odiaba porque Mags se daba cuenta, mucho antes que incluso el propio Alec, cuando algo le pasaba al pelinegro.

Aunque no parecía entender que lo odiaba.

Odiaba que tuviera esa mente tan ágil y rápida que usaba para hacer reír a todos.
Y odiaba cuando él también se reía.

Odiaba sufrir cuando no lo oía llegar pronto al piso de enfrente. O cuando llegaba acompañado demasiado pronto.

Odiaba llorar por las noches por que él no lo había llamado, ¿por qué no le devolvía las llamadas? Llevaba 3 dias fuera y no le contestaba al telefono.

Odiaba tanto sentirse solo cuando no escuchaba la música que venía del piso de enfrente.

Pero lo que más odiaba de Magnus es que no podía odiarlo.

Ni cuando hacía cosas que deberían ser parte de algún problema psicológico.
No lo podía odiar, ni siquiera un poco.

.

.

.

Alec se tumbo en la cama desesperado . ¿Dónde estaba ese estúpido de Bane?

Alguien toco a la puerta de su pequeño y ordenado piso, con un bufido se levanto y fue a abrir la vieja puerta de madera.

- ¿Qué....?- la frase se había cortado en sus labios cuando vio a Magnus enfrente de su puerta con su habitual sonrisa torcida algo cohibido.

Su cuerpo reacciono solo y se lanzo a abrazarlo.

- ¿Me sigues odiando? - preguntó el mayor en su oído

- ni siquiera podría intentarlo.

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No esta tan mal.

También tenia otra idea con ese mismo poema pero en ese caso estaría en primera persona y sería Izzy hablando con Alec.

No tengo claro si hacerlo o dejar que se pierda en el batiburrillo de ideas que tengo en mi cabeza