El Álbum

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- El pasado: lunes 4 de abril, 2011-

La primera vez que le permiten a Stiles salir de la pequeña y oscura habitación, los golpes se han calmado y sus heridas han sanado en su mayoría. Aun así, no se le paso por la mente tratar de escapar. El alfa de cabello corto es que fue a sacarlo de su cautiverio, y su mera presencia es suficiente para mantener a Stiles en línea mientras es conducido por un pasillo.

Una voz en la mente de Stiles le ruega que capte cada detalle, sin importar cuán minucioso sea. Reconoce esa voz, y aunque no puede ponerle nombre o cara, sabe que fue importante para él. El hecho de que no puede recordarla es inquietante, pero cuando se detiene brevemente para orientarse, su cuidador lo empuja duramente hacia adelante. Últimamente está sucediendo cada vez más. El alfa se está saliendo con la suya poco a poco, eliminando partes de la mente de Stiles hasta que quedan pocas cosas. Las únicas cosas que Stiles sabe con certeza ahora son su nombre y que hay personas que deben extrañarlo. A veces puede oírlos y todavía puede ver una de sus caras si se esfuerza lo suficiente; es hermosa, con ojos color avellana y un vello facial oscuro que le da un aspecto cincelado y delicado, pero Stiles no recuerda mucho más. Es demasiado doloroso tener una idea de lo especial que era para él, pero no saber por qué.

El pasillo es largo, con varias puertas idénticas a la que salió de ambos lados, diez en total, que no se mezclan con las paredes desde este lado. Stiles no oye nada más que sus pasos y los del alfa, pero la intuición le dice que no es el único que está retenido aquí. Algunas de las puertas tienen cubos afuera, lo que lo lleva a adivinar que solo algunas de las habitaciones están ocupadas actualmente. Todavía es un pensamiento angustioso. Hay luces amarillas parpadeantes que corren a lo largo del medio del techo alto, la única iluminación en el lugar, y las paredes están pintadas de blanco, un trabajo al azar que no cubre por completo todos los ladrillos rojos.

Stiles es conducido pronto a través de la puerta de metal pesado al final del corredor, que está asegurada con una multitud de cerraduras y pernos. Una vez que el alfa de pelo corto lo empuja, Stiles toma su primer aliento de aire fresco en lo que parece una eternidad, algo milagroso. Quiere disfrutarlo, pararse allí y llenar sus pulmones una y otra vez después de tanto tiempo sin respirar nada más que los aromas de su propia suciedad y su cuerpo sin lavar.

El alfa no lo deja.

Toma el brazo de Stiles con un agarre contundente cuando Stiles no se mueve, y el humano se ve obligado a caminar a través de un complejo compuesto por cuatro edificios desconectados. Dos de ellos son pequeños, de una sola planta, cada uno sin características de identificación aparte de una sola puerta. El que donde acaba de salir, las celdas de detención, Stiles los llama en su mente, también es de una planta, pero es bastante más grande. El cuarto y último edificio, donde Stiles entra luego, es el más grande de todos, de tres pisos. Todas sus ventanas están oscurecidas con pintura negra o periódico pegado al interior del vidrio, y el lado izquierdo del exterior está casi completamente cubierto de enredaderas y hiedra, el verde contrasta con el ladrillo.

"Entra", gruñe el alfa, empujando a su prisionero de nuevo.

Stiles lucha para obedecer.

En el interior, el edificio no es muy diferente de lo que ya ha visto. De hecho, la mayor parte es igual: el largo pasillo con muchas puertas en ambos lados; la enfermiza iluminación amarilla; la asfixiante aura de dolor y opresión en el aire. Solo que aquí las paredes son lisas y grises en lugar de ladrillo mal pintado y no hay cubos. Stiles toma todo esto durante los pocos segundos que tarda el alfa en cerrar de golpe y bloquear la entrada, y luego su brazo es agarrado una vez más y se tropieza con sus propios pies en un esfuerzo por mantenerse al corriente.

Humpty DumptyWhere stories live. Discover now