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AVISO: este capítulo tendrá lemon.

Las mayores habían salido por un trago, habían preferido salir, ya que la señora Park estaba desatada en llanto, mientras tanto,  Alfa y omega se admiraban, sin decir ni una sola palabra, solo se daban el tiempo de poder mirarse y sentirse el uno al otro.

Habían decidido no seguir hablando del tema antes tocado, puesto que para el omega era un poco triste, quizás después lo harían, puesto que ahora estaban muy ocupados.

El Alfa estaba sentado a orillas de la cama, mientras que el omega estaba parado entre las trabajadas piernas del ya nombrado. Las manos del pelicastaño en su inicio estaban por la cintura del pelirrojo, pero luego comenzaron a aventurarse por debajo de la delgada camisa escolar del omega, que al recibir aquel roce del tacto del Alfa, los bellos de todo su cuerpo fueron erizados.

Desde aquel momento en el aula que no compartían un beso, pero a estas alturas volvían a sentir como sus lenguas compartían el mismo espacio.

Las manos del omega comenzaron a acariciar la cabellera castaña oscuro mientras que sus labios acariciaban los del otro.

No había un ambiente de calentura, simplemente de amor puro, silencio absoluto y sentimiento mutuo.

Habían pasado por demasiadas penas, por lo que el hecho de compartirse el uno al otro les fue precioso.

-Jungkookie...- Susurró el omega cerrando sus ojos mientras el nombrado se inclinaba hasta atrás, quedando recostado con el pelirrojo encima.

Las varoniles manos del Alfa comenzaron a descubrir la maravillosa anatomía del omega de linda cintura y encantadoras caderas, la cuales comenzaban a moverse al compás de sus besos que comenzaban a descontrolarse poco a poco, buscando satisfacer su necesidad de sentirse con el otro.

El omega se separó unos segundos del Alfa para desabrochar su camisa, botón por botón. Aquellos segundos fueron eternos para el pelicastaño que admiraba aquella tentadora escena, puesto que el omega, dejaba ver aquellas preciosas clavículas y la zona que deseaba hacer suya, repletándola de besos y mordidas, su cuello. Una vez teniendo su torso desnudo, volvió a besar al Alfa, mientras que este comenzaba a sentir cierta presión en su entrepierna.

Sus posiciones variaron en menos de cinco segundos, puesto que ahora el omega se encontraba bajo el cuerpo del Alfa, el cual comenzaba a desabrochar su pantalón.

Un aroma comenzó a cautivar al Alfa, aquel intenso aroma a omega, el pelirrojo, que comenzaba a autolubricarse. Aquel olor estaba desesperando al lobo de Jungkook, pero quería contenerse, quería ir lento, no apresurar nada, aunque su lobo aullara necesitado en sentir al omega.

"Quiero sentirte, quiero besarte, abrazarte, decirte en mis gemidos lo mucho que me encantas, hazme tuyo, márcame, soy tu omega, no pierdas más tiempo Alfa, ya estoy aquí, seamos uno, hazme gritar, quiero suplicarte, solo vente en mi."

El lobo del omega no podía contenerse, solo había una forma de calmarlo, sintiendo al Alfa en su interior.

Nunca antes se había sentido así, jamás, en su vida, era primera vez que dejaba que su lobo dominara plena y completamente.

El Alfa, ya sin pantalón comenzó a quitar el del omega dejando ver la ropa interior de él, quien en ese momento no usaba bóxer, sino, unas bragas color negro que lucían a la perfección en su cuerpo. El Alfa se estremeció increíblemente encantado, estaba harto de esperar, necesitaba unirse. Quitó su blusa y sus bóxer, dejando a la vista su miembro, más grande que el del promedio. Era deseable. Los dos se preguntaban como se sentiría en el interior del omega, por lo que, el alfa, sin quitar las bragas, las corrió hacia un lado, dejando el acceso directo a la entrada que ya se encontraba lo suficientemente lubricada.
La rosada punta comenzó a introducirse. La vista del Alfa estaba centrada en el rostro del omega, quien comenzaba a hacer muecas de dolor, levantado sus cejas y abriendo sus labios en forma de ' O '.

-M-maldita sea... Omega...- dijo esto al momento de tener su miembro completamente introducido en él.

-Alfa... Hazme tuyo.- ninguno de los dos podía contenerse, era tanta la gana por el otro que de ninguna forma se arrepentirian de aquello.

Los movimientos pélvicos del Alfa habían iniciado. Tenía sus labios entre abiertos, soltando algunos gemidos graves mientras que su vista no se despegaba del rostro del omega, que ahora tenía su vista fija en los ojos del Alfa mientras mordía su labio inferior para intentar contener los gemidos incontrolados que intentaban salir de su boca.

-A-ahm... Alfa... Más rápido, por favor.- el nombrado encantado aceleró su velocidad logrando fuertes gemidos de parte del omega.

A decir verdad, ninguno de los dos estaba cansado, pero una capa de sudor los abrazaba.

Su miembro presionaba fuerte contra la entrada de Taehyung, el cual sentía estar tocando el cielo y el infierno a la vez.

El Alfa comenzaba a besar las claviculas del omega, que relucían perfectas para él. Dejó algunos chupetones en aquella zona buscando calmar al lobo que gruñía desesperado por morderle, marcarle y hacerle suyo de una maldita vez.

Al rededor de una hora transcurrió cuando sus cuerpos ya estaban cansados y al punto de llegar al momento que los dos estaban esperando, eyacular.

"Quiero hacerte mío, susurrar sobre tus labios que el amor entre nosotros es posible, contigo me doy cuenta que las historias de amor si pueden ser perfectas siempre y cuando nosotros seamos los protagonistas, bebé, eres mi omega, quiero dejar mi marca en ti, quiero ver como lucirás mi marca mientras caminemos de la mano, seremos la pareja más perfecta, porque tú, Taehyung... Eres mi destinado."

El Alfa sonreía admirando al omega que gozaba de sus movimientos.

-Bebé... Ya... Ya me vendré.- susurró Jungkook sobre el oido del exhausto omega que gemía cansado.

-V-véngase en mi, hyung... Por favor.- Los dos unieron sus miradas y luego sus labios. Por última vez el Alfa aceleró su velocidad mientras sus labios bajaban a la altura del cuello del pelirrojo. Sintió como todo su cuerpo se erizó, el nudo comenzaba a formarse, ya era momento. Cuando la primera gota de su esencia salió de su miembro para llenar la entrada del omega, clavó sus dientes sobre el cuello del nombrado, provocando en él, el grito más fuerte de la tarde.

Se había venido en su interior y lo había marcado, era suyo, al fin, su omega.

Con cuidado, Jungkook separó sus dientes del omega, orgulloso, encantado, pleno.

El omega, cansado, llevó su mano hasta la mejilla del Alfa para luego besar los labios de este.

-Lo adoro, no sabe cuanto... Por favor, nunca, nunca se vaya de mi lado.- dijo el omega quien comenzaba a darse cuenta que desde el fondo de su corazón existía algo llamado Amor.

-No podría... Eres mi bebé, eres la persona más importante en el mundo para mi ahora.- Al fin se habían unido, ahora nada los separaría, o eso creían.

Ellos esperaban que su historia ya estaría concluida, completamente ingenuos.

Compartieron algunos minutos unidos por el nudo del Alfa, que de a poco se fue desinflamando.

Ahora Jungkook se encontraba bajo el omega que dormía plácidamente sobre su pecho.

El pelicastaño, aún sin dormir, admiraba al omega relajado sobre él, no podía evitar ver aquella marca que le brindaba mucho orgullo, desde que se había declarado como Alfa lo había deseado y ahora, así era.

Acariciaba cuidadoso la espalda del menor cuando el recuerdo volvió a él.

-Jiminnie...-

Estaba claro. El chico no era la persona que él amaba, pero tampoco era mala gente. Debía explicarle todo.

****
AY QUE FUERTE ESTO, ME MUERO.
Sorry, no sé escribir lemon, mátenme.

Habían muchas personitas esperando esto, lo sé, jiji.

Muchas muchas gracias por leer bebés <3

Una vez más gracias por leer y votar, lxs amo.

Nos leemos en el próximo capítulo.

~Momo

My destiny🌙  | BTS | Omegaverse Where stories live. Discover now