Los juegos del hambre continúan

Capitulo 2: Decisiones complicadas

-Katniss no tomes ninguna decisión ahora porque el dolor es el que está hablando por ti ahora, tomate un tiempo y luego actúa.-dice ella siendo lo más comprensiva posible.

-Tal vez sea mi dolor él que este hablando ahora por mí, pero estoy dispuesta a oírlo todo el tiempo que sea necesario.-le digo- No quiero que Peeta sepa de ese niño o niña, tal vez...tal vez hasta lo ponga en adopción.-digo lo ultimo en voz baja con la esperanza de que ellas no lo oyeran.

Los ojos de Johanna y Annie se abren de golpe ante mi comentario.

-No puedes hacer eso. ¡Es solo un niño! No puedes hacerlo...-dice Johanna con horror.

-No lo sé...tal vez sea lo mejor, para mí...y para él.-digo mirando hacia el piso.

Annie niega con la cabeza horrorizada, sabía que ella no estaba de acuerdo con lo que había dicho, con mi idea de poner en adopción a esa pequeña criatura que estaba creciendo dentro de mí, ¿pero si no que podía hacer? Tenía miedo, no quería estar sola en esto...pero ya lo estaba.

-Katniss yo te entiendo, tuve que criar a Finn sola.-dice Annie mirando hacia un pequeño Finn que jugaba con los adornos de mi mesita de vidrio.- Pero lo quiero sabes, tuve mucho miedo, pero lo he logrado.-dice ella con orgullo.

***

Luego de tener esa larga conversación con Johanna y Annie decidimo ver una película, Johanna fue a comprar una pelicula de terror acerca del secuestro de una niña pequeña. Yo tenía que ir a comprar pop-corn mientras Annie cocinaba algo para la cena, ya eran las 9:30 y debíamos comer algo.

Estaba caminando por las calles del distrito en busca de alguna tienda que venda pop-corn, cuando por fin veo donde hay corro hasta esta con el dinero en los bolsillos. Le pedí a la señora que atendía la tienda un par de bolsas de pop-corn, ellas me las entregó, yo le dí el dinero pero ella se negó a aceptarlo diciendo que me debía la vida por salvar en la rebelión, aún así yo insistí y le pagué.

Estaba caminando de vuelta cuando una mano se poso en mi brazo y me jalo de la mano con fuerza hasta un callejón. De repente mis ojos se abrieron de golpe, frente a mí se encontraba un hombre de mediana edad con un cuchillo apuntando en el cuello. El miedo me recorrió de pies a cabeza, estaba aterrada, no iba armada para poder atacarlo.

-El dinero.-dijo el hombre pegando el cuchillo a mi cuello.

Trague saliva con fuerza.

-No traigo.-miento.

-Mentira, venías de compras.-dice el hombre apretando con fuerza el chuchillo.

-No tengo, no he traído dinero.-digo con miedo.

-El dinero, o me lo das o te lo quito yo.-dice él con voz amenazante.

-E-el b-bolso.-tartamudeo por el miedo.

El hombre revisa mi bolso y chequea que ahí traigo el dinero que quiere, llevaba unos $30 en este y lo demás lo llevaba en los bolsillos.

-Traes más, no sé donde, pero sé que sí, te he espiado desde que saliste y llevabas más de treinta dolares, preciosa.-dice pegando su boca a mi rostro.

Y de pronto todo pasó muy de prisa, vi como el hombre fue golpeado en la cara, le arrebataron el cuchillo y lo tiraron lejos, no supe como reacción...yo solo me quedé ahí, parada sin poder analizar lo que acababa de ver. Me había salvado la vida, ¿pero quién? No le había visto lo cara, solo lo vi quitarle el bolso y luego irse corriendo sin mirar atrás.

Recojo mi bolso y sigo caminando con la piel de gallina.

Seguí mi camino tratando de olvidar lo que acababa de pasar pero aquella escena seguía pasando por mi mente una y otra vez sin parar. No podía olvidar lls ojos selva de ese chico, me salvó la vida y aquello no podía olvidarlo. No había visto su rostro, poesto que, iba con un gorra color gris que le tapaba buena parte del rostro. Pero recuerdo el destello verde selva de sus ojos y la piel morena suya.