CAPITULO XXXI

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Con mucho cuidado abrí la puerta de su habitación, no quería despertarla de un susto y menos que se me cayera la bandeja al suelo. Hoy era el cumpleaños de Alicia, mi querida sobrina cumplía quince años ya, estaba hecha una mujercita. Por mucho que me doliera debía admitir que era idéntica a su madre, Elizabeth, hacía cuatro años que había muerto a manos de ese monstruo y ella y yo la echábamos mucho de menos. Me acerque cuidadosamente a ella y puse la bandeja en su mesita de noche, después me incliné hacía ella para despertarla:

-Alicia cariño despierta...

- Humm déjame dormir un poco más mami.

- Alicia, mi amor soy yo Bea tu tía. ¡Felicidades quinceañera!

-¡Tita!

-Veo que ya te has despertado- Dije entre risas, estaba más mona, adormilada-

-Sí, estoy como una rosa, ¿Qué haremos hoy?

-Tú de momento desayunar en la camita que ya te lo he preparado todo.-Dije señalando la bandeja-. Y después señorita te vas a vestir y bajaras conmigo a bajo, iremos a dar una vuelta.

-¿No me habrás preparado también la ropa verdad?

-¿Yo? ¡Qué va! Ahora me tengo que ir abajo... Por cierto tienes la ropa en tu escritorio. Te quiero.

-¡Tita!

Me dejó con la palabra en la boca pero no pude evitar ponerme a reír como una loca, ella era así la mejor tía del mundo mundial y después de lo de mi madre, ella había cuidado de mi como si lo fuera y yo la quería un montón. Desayuné concienzudamente, la verdad es que había hecho un trabajo excelente con las toritas y cuando acabé con ellas, me vestí. Había escogido para mí, un vestido entallado de un azul lapislázuli maravilloso, me lo puse, me calcé unos zapatitos negros con un poco de tacón y me coloreé divertida los labios del único color que tenía, rosita.

Después baje las escaleras hasta llegar a la planta principal y al no escuchar ruido alguno, llamé a mi tía:

-¿Tita? ¿Dónde estás?

-Estoy en el comedor, anda ven a ayudarme un momento.

Me encaminé hacia el comedor, pero no había nadie, que extraño...

-¿Tita? ¿No has dicho que...-Antes de que pudiera acabar la frase mi tía y algunos compañeros de la escuela, saltaron desde su escondite y en ese momento pude distinguir de entre la multitud a mi mejor amigo Daniel-.

-¡¡¡Sorpresa!!! Feliz cumpleaños.-Gritaron a coro-.

-Felicidades Alicia, te quiero mucho lo sabes ¿Verdad?

-Claro que sí, eres la mejor tita del mundo mundial.

-Ves con tus amigos, yo ahora voy.

Era una niña tan feliz, tan dulce, siempre estaba llena de alegría como su madre mi querida hermana mayor...

El diablo, yo y una copa de vino (A LA VENTA EN FÍSICO)Where stories live. Discover now