3.

509 40 2
                                    

Después de ese momento tan gracioso decidiste que trabajarías con ese par, ya que nadie más parecía ser el teniente a cargo, o polícia, lo que sea.
Te uniste a ellos dos y realizaste algunas investigaciones que tenían que ver principalmente con crímenes androides: asesinatos. Junto con Connor, notaste que muchos de estos sucesos eran por motivos de violencia doméstica de parte de sus dueños, nada injustificado en realidad. Los androides sólo buscan defenderse de los humanos. Aún así, cuando examinaste los casos apareció uno que llamó tu atención en particular: un androide había matado a un humano, no por violencia, no por nada en particular, simplemente lo había asesinado porque al parecer (y según las declaraciones) el androide se encontraba en mal estado. ¿A qué se referirían con mal estado entonces? Para saberlo necesitaste volver a la escena del crimen. Decidiste tomar junto con Connor el caso y, mientras ibas de camino, aprovechaste para discutir sobre lo sucedido con tu compañero.

— Me puse a pensar sobre el caso — dijiste — y creo que la razón principal por la cual el androide lo atacó fue por una inestabilidad en su software.
— Es una razón justa; sin embargo, no tenemos nada que acredite esa idea aún.
— Si, pero creí que no estaba mal tener una primera versión de la historia, por el momento.
— No está mal, es normal que como androides tengamos hipótesis sobre las cosas que ocurren en nuestro alrededor, para poder contrastar lo que vayamos encontrando y lo que creemos. Es una forma sencilla de poder acercarnos a la solución del problema.
— ¡Exactamente! Eso es lo que pretendía hacer al principio — hiciste una breve pausa —. ¿Desde hace cuánto tiempo trabajas con el teniente Anderson?
— Llevamos bastante tiempo trabajando, alrededor de medio año. Comenzamos a hacerlo desde antes de que ocurriera toda la pacificación de los androides.
— Eso quiere decir que entonces tú conociste al teniente Anderson cuando empezaron a registrarse todos los problemas con los androides... — conectabas las piezas.
— Sí, yo fui creado por CyberLife para poder resolver todos estos casos, o al menos eso fue lo que creí en un principio, pero en realidad solo me estaban utilizando para poder hallar al androide que estaba dando los problemas y así acabar con él. No les convenía en lo absoluto tener tantos androides que se revelaban contra los humanos.
— Entiendo, ¿entonces tú eras un androide que también era utilizado con ciertos fines?
— ¿A qué te refieres con también? — dijo confundido.
— Bueno, creo que CyberLife me creó solamente para poder investigar los casos que habían de androides asesinos y así saber cómo ayudar en la resolución de este problema, pero no precisamente para ayudar a la humanidad, sino para poder limpiar el manchado nombre de la empresa. Se han dedicado a crear muchos androides que son anticorrupción, es decir, que no pueden volverse divergentes. Yo a veces puedo ver a algunas personas y algunos androides hacer lo que les toca hacer, y siento como si las cosas de verdad no fuesen como me las cuentan, solo yo soy la que se está equivocando.
— ¿Es decir que a veces piensas que CyberLife nos utiliza para fines propios? Eso es un poco extraño, no es algo que estaría en tu software — te miró con el ceño fruncido —, lo que significa que sí que te estás volviendo en divergente.
— No estoy tan segura de que  pueda hacer eso, fui creada para no poder convertirme en divergente, ¿por qué habría de convertirme entonces?
— Porque siempre hay una salida...

Misión divergente. Connor y tu Where stories live. Discover now