somebody to love. {ym}

05

La pareja clandestina fue despertada suavemente por la sacudida de la bibliotecaria.

Un Jimin bastante confundido se despertó poco a poco, tratando de desperezarse, fallando garrafalmente en su intento debido a los brazos que le seguían apretando aún en sueños.

─ ¿Cu-cuánto... ─ un bostezo interrumpió su pregunta─ cuánto tiempo dormimos?

─ Bueno, tú bastante tiempo, porque Yoongi lo sigue haciendo.─ rió ante su propio comentario─ Ya terminó la última clase, es casi hora de que la escuela cierre.

Saltó ante eso, tratando de salir del cálido abrazo, siendo retenido por un Yoongi recién despertado.

─ ¿A dónde tan deprisa, Minnie? ─ cuestionó en un susurro, su voz sonando tan ronca que los mínimos vellos que Jimin poseía se erizaron.

Su mente quedó en blanco por unos largos segundos, tratando de enfocar su atención en la pregunta y no en la belleza del despertar de Yoongi.

Se removió un poco antes de responder.─ E-es casi hora de cerrar. Debemos irnos.─ finalmente pudo levantarse y estiró sus articulaciones, haciendo sonar uno que otro hueso.

Dormir en ese sillón había sido realmente incómodo, pero una siesta con su hyung valía eso y más.

El sueño parecía estarle ganando la batalla a Yoongi, porque estaba a nada de volver a caer dormido.

─ ¡Yah, hyung! Debemos irnos, le diré a mamá que prepare comida para ambos.─ le apuró.

El antes mencionado levantó las manos en derrota, haciendo un máximo esfuerzo por levantarse sin estamparse directamente con el suelo.

─ Me convenciste con comida.─ rió suavemente, contagiando a Jimin.

Este extendió su mano, esperando que fuera tomada por el mayor. Cuando ocurrió así, el más pequeño comenzó a mover las manos entrelazadas al mismo ritmo de su caminar.

Estaban dirigiéndose a la enorme puerta de madera de la biblioteca cuando un grito de la bibliotecaria les detuvo.

─ ¡Hey! ─ trotó los pocos pasos que le separaba de ellos─ Cachetón, tus amigos estuvieron aquí. Olvidé avisarte antes, dijeron que tenían que hablar seriamente contigo.─ ella le dedicó una sonrisa un tanto nerviosa.

Y lo entendía, posiblemente vió a su hyung molesto, y eso no es nada agradable.

La cara de Jimin perdió su característico tono rojizo por unos segundos, pero el apretón que Yoongi dió en su mano le confortó.

─ Bueno, supongo que es momento de anunciarnos formalmente.─ su expresión se tornó una enorme sonrisa, a lo cual su hyung se encogió de hombros. Aunque él sabía que se encontraba igual, o más emocionado que él por dar a conocer su relación, finalmente.

Retomaron su caminar hacia la salida y suspiraron acompasadamente. Mañana se vendría lo feo, pero por el momento no se preocuparían.

Tenían comida recién hecha, besos, caricias y alguien a quién amar. Y eso es lo que importaba.