06- Beso.

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"Los accidentes no existen"

Meiko estaba siendo curada por el ninja médico de su equipo, Shikaku estaba en perfectas condiciones, pero los demás recibieron algunas heridas.

-Al menos todos estamos vivos- habló un castaño a su lado-

Meiko sonrió levemente.

-En cuanto todos se recuperen un poco seguiremos- Shikaku alzó la voz para que todos escucharan-

Todos los presentes asintieron.

La rubia era la que mas daño había recibido, pero tampoco era tanto como para no poder sobrevivir esos meses.

Los días pasaban, la misión marchaba bien y Meiko contaba los días faltantes para volver a Konoha, extrañaba demasiado a su pequeño sobrino.

Faltaban exactamente tres días y no podía dejar de sonreír al pensar en su sobrino con su banda ninja sobre su frente. Definitivamente debió lograrlo esta vez.

El sol se ocultaba, todos habían estado caminando de vuelta a Konoha, el guía de Kirigakure los había dejado unos kilómetros atrás para volver a su respectiva aldea.

Todos estaban algo cansados, pero estaban vivos y eso era lo importante.

Al menos varias decenas de agujas anbu llegaron hasta ellos, algunos salieron heridos, pero la mayoría del equipo salió ileso, un ataque sorpresa.

Meiko dirigió su vista hasta su capitán, Shikaku estaba alerta, le devolvió la mirada mientras asentía.

La rubia maldijo internamente, pero si ellos habían sido descubiertos solo significaba que el ninja de Kirigakure corría peligro, si ese tipo moría entonces culparían a Konoha.

-Véte, nos encargaremos de esto- Shikaku le dió un leve empujón-

-Traten de no morir sin mí- se burló mientras comenzaba a correr de vuelta-

Estaban cerca de Konoha, ellos estarían bien, pero sin duda lo que mas le preocupaba ahora era ella misma.

Vió una sombra a su lado derecho, para cuando reaccionó un kunai con papel explosivo se dirigía hacia ella, otro kunai lo golpeó evitando que llegara hasta la rubia. Un ninja del equipo de Konoha venía detrás de Meiko.

-¿Necesitas ayuda?- le sonrió mientras se ponía a su lado-

-Al parecer sí, vamos- aumentó la velocidad-

Ambos saltaban por los árboles y esquivaban ataques, devolvían algunos otros.

Unas horas después el sol se alzaba inclemente en el cielo, Meiko se sentía desfallecer, pelear durante una noche entera no era lo ideal, pero pudieron escapar casi ilesos y salvar al ninja de Kirigakure.

Descansaron por turnos en medio del basto bosque. La rubia había utilizado mucho chakra para poder utilizar su técnica especial, eso la tenía mareada desde la noche anterior.

-Debemos comenzar a movernos- el pelinegro miró a su compañera-

Meiko fingió una sonrisa mientras se ponía de pie, aunque sus piernas temblaban un poco, sabía que no podía poner en peligro a su compañero quedándose en el mismo lugar durante mas tiempo.

-Vamos, me siento enérgica- sonrió y dio unos saltos-

El pelinegro rió mientras se ponía de pie a la par de la rubia.

Solo bastaron un par de kilómetros para que la reserva de chakra de Meiko se agotara, cayó desde lo alto de un árbol desmayada.

-¡Namikaze!-

La rubia cayó sorprendentemente sobre algo suave.

Naruto abrió los ojos mientras su cara se tornaba roja, se apresuró a tratar de levantar a su querida tía de encima de su sensei.

Kakashi estaba sonrojado al sentir los labios de la chica sobre los suyos, aunque tuviese la máscara puesta, era un beso.

-¡Kakashi-sensei pervertido!- Naruto jalaba el brazo de su tía-

Sushi Romance [Hatake Kakashi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora