Different || Matt Espinosa

Seis

Bueno, al menos no me ha golpeado. Después de pararse de su silla, instantáneamente me cubro la cara con los brazos. Ella está frustrada, puedo decirlo porque, al igual que yo, se rasca constantemente el brazo, aunque no tenga comezón en verdad. No habla, y me dedico a morder mis uñas, esperando impaciente escuchar su voz. 

—¿Que dijiste? —finalmente dice, y me atrevo a mirarla, pasa una de sus manos por su boca, para después seguir rascando su brazo, que ya está rojo. Mis ojos viajan a Dylan, que observa la escena, divertido—. Te acabo de hacer una pregunta, Jordan Parker —Las ideas de qué decir están más claras que el agua en mi cabeza, pero las palabras no se formulan en mi boca. Ella empuja la silla, está tratando muy duro no explotar—. Yo... es que ella ve que no tengo amigas —Dylan suelta un bufido, en modo de risa; mi madre lo fulmina con la mirada, por primera vez desde que puedo recordar— Esto es algo grave, Dylan... así que no te rías —regaña ella.

—Bueno, si es necesario... —ella suspira finalmente, y siento como si un peso imaginario fuera despojado de mis hombros. Le extiendo la nota después de sacarla de mi portafolio, y ella la firma para después entregármela.

—G-gracias... mamá —digo, ella asiente, y se inclina un poco para abrazarme, pero se retracta si simplemente se va.

"Bueno, es oficial... Tendré que ir con la psicóloga que mi profesora quiere" envío a mi único amigo, y él responde enseguida "¡Eso es demasiado bueno! No entiendo porque te quejas" ruedo los ojos, y le marco por teléfono.

—Jords —su voz me llena de felicidad cuando contesta, su voz es tan relajante—... En dos semanas es tu cumpleaños —él habla con una voz llena de emoción y energía, me río. Nunca nadie me ha recordado que mi cumpleaños se acerca. Sigo sin creer que en poco tiempo seré libr—. Lo sé, espero una muy buena sorpresa —llego a mi cuarto y me tiro en la cama, no sin antes sacarme la camisa, por el calor que hace. El clima en esta zona es demasiado raro, puede hacer calor ahora y en una hora estar a diez grados.

Matt habla sin parar, y para ser sincera, no le pongo la atención debida, ya que me pierdo en el sonido de su voz, y puedo imaginar la manera en que su mandíbula se articula cuando habla, como se mueve su manzana de Adán—... Tengo que irme Jords, me necesitan acá —él dice y hago una mueca, pero la retiro porque es estúpido, ya que él no me puede ver. Me despido, le recuerdo que lo adoro, y me duermo.

Martes, para mi desgracia es el día que el periódico escolar se reúne, y cuando llego al salón destinado a ello, me encuentro con muchas chicas, hablando—. Oh, tu debes ser Jordan —una chica alta se para de su silla, y camina hacia mi mientras sonríe. Su uniforme le queda apretado en la camiseta, y la falda es muy corta. Su lacio cabello se mueve mientras camina hacia mi.

—Chicas, ella es Jordan, de la que les hablé —ella me presenta ante todas, quienes me observan fijamente, unas con una sonrisa, otras demasiado serias— Me llamo Anna, pero me dicen Annie —ella se presenta mientras me guía a mi puesto— Acá es tu escritorio, bueno acá tendrás que redactar, es prohibido llevarte trabajo de redacción a casa, así que si no terminas te debes quedar horas extra —dice contando cada aspecto con sus dedos— Oh y mucha suerte —sonríe y se va. Las dos horas son eternas, y por suerte termino mi trabajo unos minutos antes de lo que debería, por lo que me retiro, a dar vueltas por la escuela.

—¡Hey Jordan! —Noa corre con velocidad hacia a mí, y observo como su lacio cabello se mueve al compás de sus pasos. Cuando llega a mi lado sonrío, y ella me sonríe— ¿No se enoja Jessica si te ve conmigo? —pregunto riendo, pero mi risa se desvanece al ver su cara—... Ella se enojó... supo que te hablé ayer —traga saliva, e intenta no llorar. La abrazo, sé lo mal que se ha de

—Bueno, después arreglarán las cosas ¿no? —trato de animarla y ella asiente, con una sonrisa triste. Casualmente, la castaña viene caminando del otro lado del pasillo, con otra chica que no sé quién es. Pasa al lado de Noa y mío, y parece no inmutarse porque su amiga está conmigo ya que se ríe excesivamente con la otra chica. Noa no dice nada, solo me agarra del brazo y empieza a caminar.

—Si quieres... um... podríamos ir hoy a mi casa... no es un palacio como la tuya pero podríamos hacer algo divertido —digo en un intento de animarla. Ella sonríe y asiente, y parece olvidarse del asunto de Jessica. Caminamos hasta la salida, y la profesora Jenn, de literatura, corre detrás de nosotras, llamando mi nombre— ¡Jordan, estás sorda! —luce cansada, y habla cortadamente, supongo que por correr.

—Hablé con una amiga que es psicóloga, está dispuesta a tratarte —ella me informa entregándome un papel—... pero si quieres mañana hablamos —mira de reojo a Noa, que está unos metros atrás de mi. Asiento y ella se va.

—¿Que ha sido eso? —pregunta la pelirroja sacando dos cajas de jugo, y me entrega una. La abro y doy un sorbo rápido— Nada importante —afirmo con una sonrisa.

Camino a casa choco con un cuerpo considerablemente más grande que el mío, incluso que el de Matt... Parece que se me ha hecho una costumbre chocar con chicos— Jordan —un voz con acento llama, Noa y yo volteamos a ver y me encuentro con el chico del aeropuerto. No puedo recordar su nombre— Hola, Zack —trato de adivinar, pero estoy casi segura que ese no es su nombre. Noa lo mira con ojos abiertos.

—Zayn —corrige tomando su labio inferior entre su dedo índice y pulgar, mientras sostiene una sonrisa en su apuesto rostro, de vez en cuando sus ojos se mueven a Noa. Niego con la cabeza mientras río— Lo siento, soy demasiado mala para recordar nombres —miento... Soy buena, en verdad, pero me pregunto: ¿Quien le pone Zayn a su hijo? ¡Dudo que alguien recuerde su nombre con solo verlo una vez!

—¿Adonde ibas tan apurada? —me pregunta sacando de su bolsillo un cigarrillo y un encendedor; está a punto de encenderlo cuando ve mi cara de disgusto, por lo que ríe y los vuelve a guardar, obteniendo una sonrisa de mi parte en aprobación— A mi casa, íbamos a pasar ahí el rato —levanto mis hombros— Hoy hay una fiesta, ¿quieren ir? —ofrece, observando a Noa, quien mira al suelo. Ella de repente asiente, al mismo tiempo que yo niego. Le pellizco el brazo, y ella niega conmigo— Quizás en otra ocasión —ofrezco con una mueca— Dame tu teléfono —demanda. Confundida se lo entrego, y él teclea algo, supongo que su número. Saca su teléfono.

—Te dejo mi número de teléfono, y anoté el tuyo, te llamo luego —él se despide con la mano "adiós" grita ya lejos, y cuando volteamos él mira a Noa, ella mueve lentamente su mano.

—¿Por qué demonios no me contaste que tenías un amigo tan apuesto? ¡Me lo podría haber tirado acá mismo si hubiera podido! —ella grita moviendo sus brazos dramáticamente— Pensé que amabas a Nash —digo riendo muy fuerte, debido a su cara— Tienes razón, disculpa Nash amor de mi vida —sus manos están unidas, y mira al cielo como si estuviera rezando.

Llegamos a mi pequeña casa, saco mis llaves y abro. Noa viene riendo extremadamente fuerte, lo que provoca mi risa. Cuando llego a la sala de estar, mi cuerpo se paraliza. Noa choca conmigo, ya que viene atrás de mí. Cuando ve lo que yo veo, me toma de la mano y la aprieta.

—¡Sorpresa! —dicen diez chicos al unísono, y siento como si me voy a desmayar. 

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¡HOLAAA! ¡Por Dios mío bendito santo y por la Virgen purísima ya son quinientas lecturas! Estoy tan feliz, tan agradecida con todas y cada una de ustedes. Provocan una sonrisa en mi siempre que me caen notificaciones que alguien ha votado, comentado, que han añadido mi historia a sus listas de lectura. Se siente tan irreal, en serio.

Así que, gracias por todo baby girls. Les dejo a la par a Jessica, como dije en mi capítulo pasado... Mmm hasta tiene cara de perra.

Espero que les haya gustado el capítulo y como son lindas sé que comentarán que les pareció y que votarán.

Respecto al capítulo pasado, una de mis autoras favoritas me preguntó si ya tenía fandom, y mi respuesta es no, no tengo lol. ¿Quieren que cree uno? ¿Cuál sería una buena idea? Jajajaja.

Las amo, bonitas, sean felices y sonrían 24/7 ♡♡♡♡♡♡