Last night ❀ (Taegguk 夜分 fanfic)

Epílogo

EPILOGUE

Han pasado exactamente tres años desde que Kim Taehyung se suicidó.

Saltó de la azotea de la escuela cuando tenía dieciocho años, el tres de abril, alrededor de las 6:30 a.m., como lo reveló la autopsia.

Su cuerpo fue encontrado a las 7:00 a.m. por uno de los maestros.

El funeral se llevó a cabo el 7 de abril y sus compañeros de clase, amigos y parientes estaban todos allí, llorando su pérdida.

Todos estaban devastados, pero había alguien en específico, que parecía completamente destruido: su amado.

El dolor, la culpa y el shock de Jeon Jeongguk fueron enormes, indescriptible era el dolor que sentía.

Dolor, porque Taehyung no solo mató su amor, sino a sí mismo junto con él.

Culpa, porque hasta el último momento, estaba enojado con Taehyung y lo odiaba, lo odiaba por haberlo enamorado tanto, por apropiarse de cada suspiro y latido de su ser.

Conmoción, porque nunca pensó que el chico haría algo como esto.

Lo que empeoró las cosas, nunca sabrá por qué Taehyung saltó del techo.

¿Desde cuándo quería hacerlo? 

¿Qué hizo que el 3 de abril fuera tan especial?

¿Por qué tomó el suicidio como su única respuesta?

Jeongguk no pudo levantarse de la cama días después de la muerte de Taehyung. Solo el fúneral lo hizo empujar las sábanas blancas.

Park Jimin, su mejor amigo, estaba allí para él, siempre dispuesto a ayudar, pero Jeongguk lo apartó y pronto el chico dejó de intentarlo. Cuando se graduaron de la preparatoria, Jimin dejó Corea y se mudó a Sídney, donde estudiaba para ser un gran diseñador gráfico.

Kim Namjoon y Kim Seokjin, algunos de los viejos amigos de Jeongguk, estaban casados ​​y vivían en Seúl. Estaban pensando en adoptar a un niño pronto.

Min Yoongi estaba muy, muy lejos, en Chicago. Había abierto su propio estudio de tatuajes allí y estaba viviendo con un tipo gótico, que era su compañero de cuarto.

Y Jeongguk no había dejado la pequeña ciudad, llena de recuerdos, dolor, mariposas, música y danzas alucinantes. Estaba estudiando medicina, solo porque sus padres lo hicieron también. Todavía no sabía lo que quería hacer con su vida, realmente no tenía idea alguna.

Hoy fue el 3 de abril y Jeongguk decidió visitar la tumba de Taehyung. Llevó algunas margaritas y se dirigió hacia el cementerio.

Su corazón latía rápido y sus piernas temblaban, cuando llegó a la piedra y miró las palabras sobre ella.

Kim Taehyung

1995 — 2013

Siempre en nuestros corazones.

Jeongguk se mordió el labio, mientras dejaba las flores y miraba fijamente a la tumba. Brotes de agua amenzaban con salir, el tratar de contener que salieran fue en vano, pronto se empezaron a deslizar por sus mejillas cubiertas de un color carmesí.

Y ahí fué cuando se dio cuenta de algo.

Sus sentimientos por Taehyung no habían cambiado en esos tres años. Ni por un segundo. Su amor era incondicional, doloroso, bello, irreal y sangriento, pero era su todo.

Cuando Taehyung fue sepultado a seis metros bajo tierra, el corazón de Jeongguk fue enterrado con él.

Y siempre permanecería allí.

Debido a que Jeongguk no dejaría de amar al chico de cabello chocolate no después de cinco años.

O diez.

O quince.

O veinte.

O un siglo.

Ni siquiera después de que el mundo termine.

Jeongguk suspiró pesadamente.

O tal vez se olvidaría de Taehyung dentro de un año más o menos.

Él tiene solo veintiún años, después de todo. La vida está justo delante de él. Su amado pronto se desvanecería en el tiempo y el corazón de Jeongguk sería libre.

Al menos él piensa eso, pero no.

Eso no sucederá

Porque cada vez que cerraba los ojos, su mente todavía estaba en el techo.

En el regazo de un chico castaño.

Con un gran libro viejo en las manos.

Simplemente hablando casualmente sobre la muerte y la vida.

Recordando las palabras de Taehyung perfectamente, tratando de encontrar un sentido o alguna lógica.

Pero de alguna manera, jamás los encontró.

...

No saben el sufrimiento que estoy sintiendo al volver a leer esto y más al traducirlo.