Mi Vecino Es Un Vampiro (Christopher Vélez y Tú)

Capítulo 2

Narra ______

Si bien esa noche no llovió, tampoco pide conciliar el sueño fácil. Tenía miedo respecto a ese tal "Christopher" no sabía porque.
Lo único que estaba claro es que también sentía muchas ganas de patearle la cara, y eso traía muchas dudas que no podía responder.
¿Cómo era posible que con solamente mirarme, ya me causará todo eso?

Me levanté al otro día con algo claro en mi mente, debía comenta con alguien ese tema, y quien mejor que mi mejor amigo.
Marque a su número u atendió en el segundo tono

-Hola

-Hola Joel, soy ____.

-¡Oh! ¡Hola! ¿Cómo estás?

-No muy bien. Necesitó hablar contigo.

-¿Qué pasa?

-Es que... tengo un nuevo vecino, es muy raro, me incomoda bastante y...

-¿Te hizo algo? ¡Ya voy a romperle la cara?-Reí

- No no me hizo nada... aún. Tal vez este paranoica, pero creo que... nose, enserio ni yo entiendo

-Haber, quítale una foto y muestramela

-Si, ahora te llamo.

Colgué el celular y lo pise para sacar una fotografía. Me acerqué a la ventana disimuladamente, y comon sospeche el estaba ahí.
Como la primera vez que la vi, sentado sobre la ventana, sólo que miraba hacia abajo, sin sus ojos mirándome y la luz del sol no parecía tan peligroso

Con la mayor discreción posible, acomode el celular frente amo y cuando estuve apuntandolo con el, me lleve la sorpresa de que el no aparecía en la pantalla. Pensado que algo andaba mal con el ángulo de la foto, acomode la cámara en todos los lugares posibles; El aún no se veía reflejado en ella

Con el pánico corriendo en mi sangre, volví a cerrar las cortinas y llame rápidamente a Joel

Sólo en cuestión de minutos, lo que era obvio sólo vivíamos a unas cuadras de distancia, el estaba allí

- ¡Espero se esto sea bueno!- Dijo el una vez que no encontrábamos frente a la ventana

-Verad que si- Respondí y mo asomamos

El no estaba

-¡No puede ser!- Me queje

El timbre proveniente del piso de abajo llamo nuestra atención. Caminamos hasta el comienzo de las escaleras y no pusimos detrás de los barrotes de madera de estas

-Es el- Le señale a mi amigo cuando vi a Christopher en la puerta

--Buenas tardes señora. Mi madre dice si no tiene un poco de azúcar para darnos

Por fin había escuchado su voz, sonaba tan amable, tan dulce, angelical...
¡Pero nada de el era así! De eso estaba segura...

-¡Oh! Es un gusto dulzura, y si, ya te traigo azúcar-

Mi madre empezó a encaminarse a la cocina, pero Christopher aún no entraba

-¿Qué pasa hijo?-

- No puedo pasar si no me invita, señora-

-¡Oh! Pasa cariño, pasa-

Y se fue a la cocina

Por el tono de mi madre, supuse que el extraño le había caído bien

Joel ahogo una sonrisa

-¡Viene de la época colonial!-

Aquel comentario hizo que se me escapara una risita también.

- No se de donde viene, pero hay que averiguar-

Estaba subiendo mi celular para enfocarlo, Joel se colocó a mi lado para ver mejor, iba a desenmascararlo, pero en ese mismo instante... el nos miro

Rápidamente deje el celular a un costado

Mi madre volvió con una taza de azúcar, y al ver a Christopher con la mirada en un punto fijo (nosotros) se percató de nuestra presencia

-¿Qué hacen ahí?, ¡Vengan a saludar!

De mala gana, mi amigo y yo bajamos

-¡Hola, soy Christopher!

Su agradable saludo difería con la resentida mirada que nos había echado segundos antes

-Hola.

Saludamos desganados

Mi madre ele entregó una taza de azúcar

-Muchas gracias señora. Otra cosa, mi madre estaría gustosa de que usted y su familia- Noté como me miro de reojo por un milisegundo. - Fueran está noche a cenar a nuestra casa si es que no tenían planes claro.

Su amabilidad era como una máscara de papel, yo lo notaba, siempre había tenido ese sexto sentido

-¡Nos encantaría, dile a tu madre que ahí estaremos!-

-¡Genial! Debo irme, adios señora- Clavo sus ojos fríos en los míos.-- Nos vemos ____.