Vendiendo el amor © ✓ [Vendedores #1]

34: Año nuevo, vida nueva, parte II

Solo faltaban tres minutos para las doce y ya los formalismos entre las personas había desaparecido, solo quedaba la euforia y la emoción de comenzar el nuevo año.

Teníamos la falsa creencia de que por alguna razón mística, nuestras vidas cambiarían, todo mejoraría, los problemas se solucionarían. El inicio del año era el punto de partida para comenzar a ser esa persona que siempre quisiste ser pero nunca te atreviste. Era el comienzo de nuevas metas y sueños. Aunque podíamos comenzar a cambiar nuestras vidas cualquier día, era el 1 de enero la fecha que nos motivaba a ello.

La industria publicitaria influía en gran parte. A nosotros como trabajadores del área, nos convenía que la gente tuviera estas aspiraciones de año nuevo pues solo era el pretexto para nuevas campañas de comercialización. Los sueños de las personas eran nuestra manera de ganarnos la vida.

Tom y yo nos apresuramos para buscar a nuestros amigos, pero no tuvimos resultados. Entre tantos sombreros, lentes gigantes, personas brincando, y luces tenues, fue imposible conseguir a alguien familiar.

— ¿No deberías estar con Brianna para besarla a medianoche? —le pregunté después de disfrazarme con el montón de cosas que nos entregaron.

—Ella besará a Oliver, él se lo pidió. Pensaba hacerlo con alguna de las chicas del departamento audiovisual pero me obligaste a abortar la misión.

Me reí, ya que en el fondo me había complacido verles la cara a ellas cuando me llevé a Tom.

— ¿Sabes? —grité para que pudiera escucharme, la música estaba bastante alta dado que faltaba muy poco para el conteo— De verdad pensé que él vendría. Siempre he creído que el beso de año nuevo te indicará con quien pasarás el resto del año.

Cuarenta segundos.

—Si quieres podemos besarnos nosotros dos —nos señaló a ambos—. De todas maneras pasaremos el año juntos dado que vivimos en el mismo apartamento.

Treinta.

—No es necesario, Tom —le sonreí y señalé hacia un punto detrás de él—. Una de las chicas que quería manosearte más temprano está allí. Ve y bésala, además no ha dejado de mirarnos. Comienza a incomodarme.

—No te dejaré sola, Mags.

— ¿No estás viendo a tu alrededor? Hay decenas de personas con las que puedo compartir mi beso de medianoche. Ahora ve con tu chica tocona.

Quince.

Tom me miró dubitativo pero optó por darme la espalda y caminar hacia la chica que sin duda moría por recibir un beso suyo. Al menos más que Brianna. Suspiré y me sentí como una perdedora en el medio de aquel salón, sola y con la mente puesta en la única persona que seguramente no estaba pensando en mí.

Todo el mundo comenzó a gritar el conteo y mientras yo lo llevaba mentalmente, un vacío en mi estómago se hizo presente.

Cinco.

Decidí unirme al ejército de personas que creían que con el inicio del año, sus vidas cambiarían. La mía sin duda lo haría. Y el principal cambio sería erradicar todas las relaciones que me traían más preocupaciones y desasosiegos que alegrías.

Cuatro.

Probablemente eso significaría arruinar parte de mi plan con Tom, pero siempre podíamos modificar la estrategia.

Tres.

Aunque sin tan solo Nate apareciera de repente y me besara, podría al menos considerar la forma de aniquilarlo sin causarle tanto dolor.