Touch and Sketch (LeoBin)

Capítulo 1: Mirar

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TOUCH & Sketch

Capítulo 1: Mirar

El trío de amigos recogió las cervezas y bajó del auto. HongBin sacudió la cabeza, ligeramente ebrio. Las risas, los empujones a broma, el andar desgarbado por la zona nocturna predilecta de la capital.

WonSik y SangHyuk se miraron con complicidad.

Esto era una locura.

—Chicos, ¿adónde vamos? —inquirió caminando atrás del par que cuchicheaba entre risitas. Por más que mirar alrededor no reconocía la calle por la que andaban. Antros, moteles de luces neón y uno que otro bar se erizaba a los costados. Música de fiesta retumbaba en cada habitáculo de lujuria y misterio.

—¿Crees que tu despedida de soltero iba a ser sólo beber y jugar cartas? —tanteó WonSik entre risitas.

—¿Qué más podría ser? —encogió de hombros HongBin. Veinticuatro años, un trabajo estable y aburrido como programador de computadoras de una compañía, una prometida. No hubo expectativa de algo más que cartas y cervezas.

—¡Qué aburrido! —rio SangHyuk dándole un trago a su botella.

—Y aún ni está casado —le codeó WonSik burlón.

—¿Qué planean? ¡M- ¡Me voy a casar, no inventen locuras! —negó sacudiendo la cabeza.

—No seas aguafiestas —WonSik se colgó a su cuello con el brazo— La boda es pasado mañana, mientras, tu sólo sonríe y déjate hacer. Tendrás un día de sobra para volver a ser aburrido, niño.

Esquivando autos en el abarrotado estacionamiento dieron con su objetivo. La música apenas se filtraba de las paredes. La entrada resguardada por un par de grandulones de negro. Un par de muchachos charlando y fumando fuera.

HongBin, más sobrio por el nerviosismo, aguzó la mirada.

—¿Montecristo...? —murmuró leyendo el letrero que con elegancia daba identidad y presencia al lugar— ¿Qué es este lugar?

—Pídele un trago familiar, SangHyuk —carcajeó WonSik, acercándose a la entrada.

—¿Una discoteca? —intentó atinar.

—Algo mejor —se limitó a aclarar el menor.

Tras un breve y cortés intercambio de palabras y dinero, los dejaron entrar.

El ruido, las luces titilantes, el olor a tabaco, perfume y esencias saturaron sus sentidos.

Miró a todas partes, pero esa atmosfera sinuosa se mantenía envolviéndole. En medio de la penumbra identificó mesas, una barrada, la pista de baile repleta y tres tarimas norte, este y oeste del amplio lugar. Subió la mirada intimidado. Portazos apenas se diferenciaban de los bajos del DJ. En el piso de arriba, accesible por escaleras también con seguridad, había una hilera de puertas.

Habitaciones.

Acostumbró sus ojos a la oscuridad y detalló las tarimas rodeadas de público que a aplausos y vítores elogiaban al show de turno...

Retrocedió asustado.

—¡Maldito! —se zafó del agarre de WonSik, quien de inmediato estalló en carcajadas— ¿¡Y estos hombres qué!? —reclamó ofendido— ¡Maricones serán ustedes, me largo! —se atropelló por la puerta, más SangHyuk le contuvo.