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anuncio URGENTE:

entré a la secundaria (sí, tengo 12 años, ok) y ptm, mi vida a sido un desastre. Pero ahora que me estoy ordenando mentalmente decidí editar COMPLETAMENTE esta novela, es decir, no lo haré aquí, quien la quiera seguir leyendo así está en todo su derecho, pero comenzaré a editar la novela en word y la publicaré aparte.

la nueva novela contendrá:

>Mejor redacción.

>Capitulos de +800 palabras.

>No habrá molestas notas entre capítulos.

>Serán semanales (al igual que seguiré aquí).

So... that's it.

Gracias por su comprensión.

⚠CAPÍTULO QUE TOCARÁ TEMAS DELICADOS, SE RECOMIENDA DISCRECIÓN⚠

  ✨🌺✨ 

 

La trata de niños es un problema que se intenta mundialmente de acabar. Lo cual, al haber miles de millones de personas en el mundo, es sumamente complicado terminar exitosamente.

~Recientemente una fuente desconocida sacó a la luz el nombre de una de estas redes, ubicada en el sur de Londres, junto el alias de el supuesto jefe. Esta atrocidad de magnitudes gigantes lleva por nombre "Rose" y la cabeza de todo eso se hace llamar "Thorn". Los dejo con un reporte.


ڿڰۣ—☸ڿڰۣ—✨🌺✨


Con cada paso que daba sonaba la suela de mis zapatos, haciendo que todos a mi paso me vieran y los murmullos que antes se escuchaban, desaparecieran.

 —¡TODOS EN FILA! —grité haciendo que cualquier persona ahí obedeciera su orden y formaran una fila horizontal frente a mi.—, alguno de ustedes, pedazos de mierda,reveló el nombre de la organización y mi apodo, junto a dos coordenadas, donde se encuentran nuestros puntos más fuertes,—caminaba de un lado a otro, tranquilo, pero con una posición demandante y nada alterada. Me paré frente a una pequeña ojiazul, veintiséis años, un hijo próximamente huérfano. Nada que me preocupara.— dinos, Janeth, ¿qué se siente el hecho de que perderás un sueldo de 2500 libras al mes? —vi como sus ojos se llenaban de lágrimas y su labio inferior se convertía en un puchero que temblaba. Saqué un pequeño revolver que llevaba conmigo siempre y lo puse en su frente.

  —No fue digna ni lo será.—dijeron todos los presentes restantes en unísono, como tradición que teníamos cada vez que alguien de nuestro equipo moriría por traición.

Disparé y guardé el arma de nuevo. —Ahora, limpien este desastre, avisen a la familia que su hija a muerto quemada, entregenles cenizas falsas, bla bla bla. Si hace falta papeleo llamenme, pero por ahora ponganse a trabajar. Iré a por un paquete, y para punto de las siete de la tarde quiero a la escuadra de drogas aquí, si falta alguien, rodará cabeza.—comencé a caminar a mi deportivo y me puse en marcha, camino a un almacén de maple, en la zona industrial de Londres.

El paquete consistía en grandes cantidades de drogas, las cuales eran tan fuertes como lo puede ser el cristal. Nosotros la usábamos para varias cosas, como asesinatos silenciosos.

Para llegar a esa zona de la ciudad pasé por los barrios bajos, pensando en lo bien que conocía a gente de por ahí.

"Do I wanna know?" de Artic Monkeys sonaba en la radio. Disfrutaba aquella melodía, pero no la cantaria ni la iba a tararear. Eso no era lo mío.

Al llegar al almacén me encontré con una de mis amantes, si se le puede llamar así. Se veía radiante, por lo que sonreí socarrón. Cada vez que la veía era porque quería dinero, entonces hacía uno o dos mandados para mí y se largaba con un no muy grande fajo de dinero, cosa que pasaba cada dos o tres semanas.

  —Qué triste que tu bello rostro se vaya a arruinar de tanta marihuana —hablé llegando a su lado.

  —Qué triste que seas un idiota y ya no quiera acostarme contigo —dijo ahora ella fingiendo un puchero. Reí mientras negaba.

  —¿Qué te trae por aquí, bombón? 

 —Beru también recibirá algo aquí.—Beru era un japonés de gran renombre en la ciudad, por ser un hijo de puta.

  —Mhm.—murmuré dejando de prestarle atención para tomar mi celular, el cual había recibido un texto.

"Johnson está aquí, le recomiendo tomar prisa"

Esta era una de las pocas veces en mi vida que mi respiración se agitaba a causa de miedo, y joder que no era bonito.

No podía salir de aquí después de las 5, porque si no todo caería sobre mí y sería un desastre enorme, pero también debía recibir el paquete hoy.

  —M, necesito un favor... 



V E N D I D ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora