00:16

4.8K 408 51
                                    

Tomé mi café y caminé detrás de papá

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tomé mi café y caminé detrás de papá.

Sí, él.

Se enteró por medios de comunicación de lo que había pasado, y fue hacia nosotras.

¿Saben?, me trague mi orgullo, porque los casi cuatro kilos que perdí, mis notables ojeras y color enfermizo en la piel delataban que no estaba bien.

Le mostraban al mundo que tan mal y rota me encontraba. Y yo estaba cansada de todo.

De buscar, de llorar, de respirar. Y más sabiendo lo que venía.

Mis hermanos siempre fueron todo para mi, yo me levantaba por ellos, a atenderlos con todo mi amor y cariño.

Y la vida me los arrebató.

¿Qué decir de Jason?, sentía algo por él, pero no dejaría que me aplastara.

-No vivirás más con tu madre -mencionó con simplicidad abriendome la puerta del hotel donde se estaba quedando.

-Ella no puede estar sola, y lo sabes -respondí tranquila pero firme. No quería alterarme, me dolía mucho la cabeza como para molestarme cada que algo no era de mi agrado, como esto.

-Oh, no, no lo estará -niega mientras sonríe. Yo solo ignoro eso y le sigo.-

-Cambiando de tema... -suspiro.- Sé que trabajas con los Mendes

-Sí, ¿y?

-¿Sabes quien es Jason, no? -digo sabiendo la respuesta.-

-Hablando de eso... -rascó su nuca.-

-Sé lo que hablaron, sé lo que le vendiste... -aspiré profundo.-

|||

¿Saben que es lo mejor de destruir la habitación de hotel de tu padre a golpes?, que tú no pagas nada.

El espejo en el que hace unos minutos miré mi reflejo y odié que me demostrará lo hundida que estaba, ahora eran solo añicos de vidrio y pequeñas salpicaduras de sangre fresca.

Exploté, lo hice, sus estúpidas palabras y falsos argumentos soltaron mis primeras lágrimas. Luego empezó a proponerme que nos sentemos a hablar y empezaron los gritos.

Me había arruinado, lo hizo como nunca antes alguien lo había hecho.

Mamá estaba en un limbo, estaba tan ida que ya no notaba su presencia. Y ahora cuando más necesito a alguien todos se van o llegan para dejarme peor.

La adrenalina por el enojo me estaban cegando de una manera colosal, solo sentía hormigueos rítmicos en mis extremidades. Cualquier pizca de arrepentimiento fue arrebatada de mí.

Me encontraba en el punto de colapso, donde siento que mi historia era corta pero justo ahora todo se sentía extenso. Donde era más fácil ser pobre y aspirar a ser una mujer de hogar, porque ese sería mi destino.

La presión en mi pecho me hacía querer solo tirarme por la maldita ventana. Caer y sentir cómo cada parte de mí se rompía en pequeños pedazos que nunca encajaron, para que luego saber que ese fuera mi ultimo respiro. Después, como naturalmente pasa, una bola de hipócritas irían a mi funeral a llorar, diciendo que yo era una buena persona y que no debí acabar así, y tenían razón, yo debería haber sido tratada como probablemente estaban tratando a mis pequeños angelitos.

Y malditamente dolía pensarlo, siquiera que eso me pasara por la cabeza, pero este es un momento de realismo donde estoy a nada de entrar en la locura. Tengo diecisiete años fracasando, no explotando mi potencial ni sacrificandome lo suficiente por mi familia.

Pero con lo poco que lo he hecho ya estoy exhausta, porque todo esto es una carga mental enorme. Te desgasta y te hace sentir como si tuvieras un siglo de edad más encima, cuando apenas estás pisando el mundo y ya te has dado cuenta que tan podrido está.

-¡REYLA POR EL AMOR DE DIOS, CÁLMATE! -gritaba papá desesperado, tratando de sujetarme.

-No me hables por mi nombre, no digas Dios con tu sucia boca, y no me digas que hacer. -me acerqué amenazante a él.- Tú pedazo de basura, -lo señalé.- causaste esto -me señalé a mí.-. Tú eres culpable del hambre que ha pasado tu familia, tu eres culpable de que mis hermanos hayan llorado tantas noches, y sobretodo, eres culpable de las lágrimas de mamá. 

»Hemos sufrido como nunca nadie debería de hacerlo, solo porque tu avaricia te ganó. ¿No te paraste ni un solo segundo a pensar “¿cómo estarán?, ¿bastará la miseria de dinero que mando para alimentar a siete personas?, ¿mis hijos estudiarán?”. Porque si no te harías cargo de nosotros pudiste haber usado protección, o solo abortar, ¿pero para qué querías tener más hijos de los que mantendrías?, muy bien tengo sabido de tu otra familia y como ellos, sin que te hayas casado con esa mujer, presumen de lujos innecesarios, cuando ninguno de mis hermanos a probado alguna comida en restaurante, o comido como se debe. -solté y me dolía horrible la garganta.-

-¿Entonces cómo nacieron tus hermanos, por arte de magia?, yo te dí amor por muchos años. -veía como sus fosas nasales se abrían y cerraban a causa de su respiración.

-Me vendiste a un millonario idiota. Vendiste a tu hija.

|||

me comprometo a revivir la novela, pero ustedes háganlo votando bebés c:, ¡y habrá caps largos como este!.

wtf, 30k, lxs amo muchisimo, don't forget them.

pd: ¿recuerdan la frase de la portada “¿el dinero cambia a las personas?”?, no se refiere a Reyla ;).

V E N D I D ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora