Drabbles, viñetas, oneshots y todo lo que se me ocurra de varias shipps que incluyan a este hermoso rayo de sol llamado Kirishima Eijirou.
🍁KiriBaku, KiriTodo, KiriChako, KiriTetsu, ¡y más! 🍁
Los personajes pertenecen a la obra de Kohei Horikoshi...
Viñeta, más fluff que angst. Créditos del fanart a syblatortue (tumblr). Todoroki x Kirishima,aunque es leve.
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Hoy en el parque hay un niño triste.
Tiene ropa bonita, el cabello de dos colores y un parche blanco sobre el rostro. Está sentado en la banqueta, simplemente mirando a los niños jugar; ninguno parece percatarse de él.
Kirishima frunce el ceño. No planea ser el héroe del día, pero tampoco podía ignorar a alguien que necesita ayuda. Eso es todo lo contrario a ser varonil. Se acerca con cautela hasta llegar a su lado para tomar asiento y preguntar.
-¿Por qué estás triste? -dice utilizando su voz más amable, mas no recibe otra respuesta que una mirada igual de curiosa que la suya; así que prueba de nuevo.
-Oye, ¿puedes hablar? - El niño asiente con su cabeza-. ¿Entonces por qué no lo haces?
-No debo hablar con desconocidos -responde el otro.
-¿Por qué? -le insiste.
-Porque no los conozco.
Una cálida risa se escapa, mostrando el curioso conjunto de dientes que el pequeño posee.
-Pero si hablas conmigo, podrás conocerme.
Como el niño parece considerar su idea, el pelinegro decide seguir con su charla.
El aludido inclina su cabeza, como si se avergonzara de mostrar su cara.
-Me duele mi herida -susurra.
El pequeño héroe apoya un brazo sobre su hombro, sin saber muy bien cómo confortarlo.
-¿Y cómo te la hiciste? -comenta para romper el silencio.
Un puchero tembloroso indica que no es una buena pregunta para el momento, por lo que Kirishima busca una forma de desviar el tema.
-Mira, yo me hice esta de aquí con mi quirk.
Señala con un dedo sobre su ojo, cerrándolo para mostrar mejor la marca. El puchero de Todoroki se desvanece.
-Estaba despertando, cuando froté mis ojos y ¡pum! Mi quirk apareció. Me puse muy triste, hasta que mi mamá me dió un beso de curación. A veces me pongo triste de nuevo, entonces le pido otro.
-¿Otro beso de... curación?
- ¡Sí! El que las mamás te dan para hacerte sentir mejor.
-Ah, no lo conozco.
El moreno ahoga un grito de sorpresa, poniendo su mano en el pecho como si aquel comentario lo hubiese lastimado.
-¡Yo te puedo mostrar!
Con emoción Kirishima presiona sus labios en la frente vendada, teniendo cuidado de no tocar sobre la herida. Se aparta y espera ansioso el efecto.
-No funcionó, aún me duele.
-Oh.
El brillo en los ojos carmesí se apaga, igual que la emoción en su voz. Puso mucho cariño a ese gesto en vano.
-Debe ser porque tú no eres mi mamá. No es culpa tuya. -Intenta animarlo Shouto.
-Si, tienes razón.
El silencio se vuelve a instalar, aunque sin ser incómodo. La cabecita bicolor se acomoda en el pecho del contrario, quien la acaricia deseando eliminar su dolor.
-Eijirou.
-¿Si, Sho-to?
-¿Puedes ser mi amigo?
Kirishima se endereza orgulloso y dispuesto a cumplir tal tarea.
-¡Por supuesto que sí!
Y el siguiente beso curador logra funcionar.
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