Capítulo 24

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Cuándo la música comenzó a sonar por todos lados me empecé a inquietar, me quería arrepentir de esto. Gwen se acercó a nosotras para confirmar que nos encontráramos listas y en perfectas condiciones, nos comenzamos a formar en una lista mientras otra señora nos decía cuando salir, cada vez que salía una chica se escuchan los aplausos, yo estaba apunto de salir lo que hacía que mi corazón latiera con rapidez.

Mis ojos ansían ver a Nate y la reacción que tendrá, en verdad no séque esperar, solo sé que ese chico es jodidamente ardiente y continuar imaginario en traje me inquieta.

—¿Estás lista? —me preguntó la chica de cabello rubio sacándome de mis pervertidos pensamiento.

—¿Me creerías si te digo que estoy apunto de desmayarme? —le contesté en forma de pregunta jugando con mis manos temblorosas, ella rió formando unos lindos hoyuelos en sus mejillas.

—Sólo inhala y exhala, Sophia, todo estará bien—ella puso su mano en mi hombro dando unas palmaditas. Hice lo que ella me dijo pero en este momento nada funciona.

—De acuerdo, 3...—No quiero hacer esto —2...—Mierda— 1...—Suerte —Adelante Sophia.

La chica puso su mano en mi espalda y dio un pequeño empujón que me hizo avanzar, mis piernas temblaban lo suficiente para provocar una caída, ese es mi mayor temor ahora.
Salí a la pista y en segundos fui iluminada por la brillante luz blanca, sonreí forzada al escuchar los gritos y chifidos, comencé a caminar lo más natural que podía.

Mis manos sudaban y mi vista estaba perdida hasta que lo ví, mirarlo reguló mi respiración haciéndome sentir bien, Nate estaba sorprendido y con una sonrisa torpe en un rostro, sus brazos estaban cruzados que lo hace lucir como todo un chico malo, Noah estaba a un lado de él con su mandíbula por los suelos, ¿Quién gana ahora Noah? Tú manera de ayudar a Nate para que gane, no funcionará.

Cuándo llegué al frente me detuve sonriendo mientras hago mis poses sonriendo a las cámaras que se encuentran fotografiándome. Me di la vuelta y me regresé dándole la espalda a todos así que utilice eso para hacer mi cara de estúpida sin saber lo que estoy haciendo.

Cuándo llegué corrí rápidamente a colocarme el segundo vestido, ya que tenía muy poco tiempo antes de hacer mi segunda aparición.

Sonrío al recordar a Nate y su mirada boba y sexy que tiene a la misma vez. Al cabo de dos minutos ya me encuentro modelando aquel extraño vestido blanco, que aprieta mis pechos haciéndolos lucir grandes a distancia, desde mi punto de vista Nate está hecho agua al verme con estos ajustados vestidos, el traje le queda muy bien pero para mi gusto lo prefiero desnudo, mi mano sólo quiere dar un paseo por su abdomen y poder contemplar ese tatuaje que tiene poco más abajo del hombro.

Cuándo llegué detrás del escenario, suspire satisfecha porque mi trabajo estaba hecho, había modelado y despertado cada parte de Nate, muero por saber qué es lo que dice Noah, acabamos de demostrarle que las mujeres no somos débiles, en cambio, a ellos que Dios los bendiga. Mientras tanto escucho un grito que reconozco al instante que me causa risa.

—¡LO HICISTE! —Gritó Emma emocionada sin importarle que pudiera caerse con los tacones algo que trae puesto —Eres toda una perra.

Ella se lanzó a mi abrazándose fuerte, sus delgados brazos me rodearon, le respondí el abrazo mientras comenzamos a brincar juntas.

—¿Viste su cara? Moría por lanzarme sobre él, se veía tan irresistible —reí junta a ella, nos separamos y después Emma entrelazó sus manos con las mías y brincamos de nuevo como un niño en una tienda de dulces.

—Lo hemos logrado —chilló.

—Lo sé, casi muero pero no me quejo —respondí.

—Vamos, escupamos nuestra victoria en la cara de Noah —ella dio unos brincos.

Sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora