Sex Or Love? [KageHina] [KenHina]

Capítulo 6: Temporary fix.

"Tú me controlas, incluso si es sólo esta noche,

me puedes llamar cuando quieras

te haré pasar un buen tiempo, voy a ser tu solución temporal."

Levanté la vista de mi celular respondiendo al anterior llamado, pude ver como se acercaba a mí, sin mantener en lo más mínimo el contacto visual e invadiendo mi espacio personal, ¿qué estaba pasando? Normalmente tenía confianza suficiente para no ponerme nervioso por algo así, pero cuando sus ojos se dirigieron a mí y mostraron por fin lo que escondían... Supe que esto no podría salir bien, no ahora y quizás tampoco en dos años.

Me besó...

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Venía riendo mientras llevaba a Kageyama medio colgando de mis hombros, íbamos tropezando cada tres pasos, pero no creía que en algún momento de mi vida las cosas me hubieran importado menos que ahora. Kageyama solo estaba refunfuñando palabras imposibles de entender y soltaba una risa algo idiota cada cierto tiempo

—¿Sabes? Creo que quedar en la misma universidad fue mucha suerte, tenía miedo de alejarme de ti—reí inconscientemente cuando me di cuenta de lo innecesario que fue decir aquello, claro que me daba miedo dejarle, pero él no tenía que saberlo.

—Claro que tendrías miedo, me necesitas para jugar—Kageyama también río, sin levantar la vista que llevaba fija en sus pies, como si no fuera capaz de mirar nada más a su alrededor, solo seguí caminando en silencio y arrastrando a Kageyama, de todas maneras, íbamos a llegar en poco tiempo.

Siempre quise que las cosas fueran diferentes, pero creo que si no fueran así de todas maneras las preferiría, es difícil cambiar cosas a las que uno está acostumbrado. De alguna manera siento que no podría ser más feliz en otro momento de mi vida, con el vóley, con Kageyama y la gente maravillosa que tengo a mi lado, solo no quiero perder todo.

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Lágrimas corrían por mis mejillas, mi respiración era cada vez más irregular, el hecho de sentirme devorado por aquella boca que recorría mi cuello, mientras manos deseosas por saciar una curiosidad mucho más antigua de lo que yo podría recordar se encontraban por todo mi cuerpo, queriendo tocar todo, conocerlo y adorarlo por cuánto tiempo les sea permitido.

Gemí fuerte cuando una de esas manos se encontró por fin con mi erección, brindando un agradable calor que subió por mi columna, escuchaba su respiración igual de agitada mientras mis manos apretaban aún más fuerte sus caderas.

—¿Crees que sería mejor seguir en la habitación? Es más cálida y la cama será de más ayuda—su voz entrecortada por la falta de aire era baja y calmada, pero no perdía el ardiente deseo que su mirada me regalaba.

Me sentía bastante inseguro en este momento, lo que estaba pasando no era algo que los amigos debían hacer, es un límite que no tendría que pasar, sabía que me arrepentiría, no es posible que esto salga bien, pero no quería pensar más... Sus manos en mí se sentían bien, sentirme querido de esta manera estaba nublando por completo mi mente, necesitaba que me desearan incluso si no quería admitirlo.

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—Entonces creo que el villano esta vez estaba en lo correcto, no podría ser de otra manera, ni siquiera sé porque es un villano, el héroe solo es un idiota que no deja de alardear que salvará a la gente, pero la gente no se puede salvar con solo esperanza, es una infección a nivel mundial, él realmente solo es un idiota con fuerza...—seguía hablando mientras los créditos de la película terminaban.

Miré a Kageyama notando que este miraba frustrado su celular, mientras lo apretaba con algo de fuerza, su ceño fruncido estaba como tatuado en su cara. Había discutido con su novia, con la cual solo había comenzado a salir nada más pasó una semana de conocerse en la universidad, ella ni siquiera tenía clases con él, se conocieron por pura casualidad.

Yo no creía que fuera una buena idea salir con una persona que no conoces de nada, pero Kageyama se veía muy entusiasmado por eso, está bien, la chica es muy inteligente y es bastante linda, aunque por lo mismo no suele tener mucho tiempo libre y Kageyama espera que ella pueda salir más con él. No entendía, yo tenía mucho más tiempo para compartir con él, nos conocemos hace tantos años que ya no hay que tener miedo por discutir por cosas tontas o sentir incomodidad por hablar de más o actuar de manera rara.

Fruncí el ceño y me levanté para caminar a la cocina, de donde saqué una botella de la nevera, eso llevaba como un mes ahí, no sabía si estaba bueno aún, bien, de primera ni sabía si ese tipo de alcohol podría vencer o algo. Cogí dos vasos de una repisa y me dirigí otra vez al salón, ahí seguía Kageyama, como si nada hubiera pasado a su alrededor, me cuestionaba seriamente que Kageyama no estuviera dormido con los ojos abiertos o muy drogado.

Observé la mesa de café en frente del sillón, estaba llena de envolturas de papitas y otros dulces que comimos, bueno, la mayoría los comí yo, como si todo esto fuera un cliché, Kageyama solo tomó el pote de helado que dejé y se lo comió sin compartir ni un poco. No había nada de espacio para los vasos y la botella, por lo que solo empujé la basura al suelo para acomodar las cosas que traía en las manos.

Cuando el fuerte golpe de la botella chocando contra la mesa de vidrio resonó en la habitación, por fin Kageyama pareció recobrar la vida, dando un pequeño salto y girando su vista en mi dirección.

—¿Qué crees que haces, Hinata? —solo sonreí levemente y apunté la botella, indicando que era exactamente lo que él pensaba, serví los dos vasos hasta arriba, ignorando que por lo que Noya me había dicho este tipo de alcohol debía mezclarse con algún otro refresco.

—Solo confía en mí, Kageyama, esto ayudará, podría cambiar tu vida—solté una risa después de decir aquello y al instante tomé un gran sorbo de alcohol.

Bien, quizás esto no era una buena idea, sabía fatal, como colonia, y además ardía un montón, apostaba que iba a terminar mucho más ebrio que la vez que Noya le hizo tomar.

—Creo, Hinata, que no podría ayudar en nada, esto no es un problema que se resuelva con alcohol—rodé los ojos y lo ignoré, estirando mi mano con el vaso, aunque era el mismo del que yo había bebido no me importó, ya luego podíamos terminar el otro.

Y realmente cinco vasos cambiaron las cosas, aunque como Kageyama predijo, eso no ayudó en nada... Tener sexo con tu mejor amigo, al cual amas locamente hace años y el cual por cierto tiene novia, no podría ser una buena idea... ¡Menos si ibas a estar en un suelta y tira por más de lo que una persona cuerda puede soportar!

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Y tal como pensé en ese momento que algo así podría ayudar... Lo hice esta vez, mientras caricias vagas en mi cabello me alentaban a cerrar los ojos y tener la mejor noche de sueño en años, aunque el reloj marcaba las 5:23 AM ya.

—Shouyo, debes dormir, te traeré la ropa luego—solo asentí y cerré mis ojos, aún sentía demasiado irreal todo... Pero de alguna manera mi cuerpo relajado y mi mente en blanco eran lo único que necesitaba.

—Gracias, Kenma...—solo escuché un suspiro y como las caricias en mi cabello se detenían por un segundo para luego volver en un ritmo incluso más relajante, me acomodé más cerca del cálido cuerpo a mi lado y me dormí. 

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¡Hola! Aquí vengo yo después de mil años, ni siquiera sé qué excusa ocupar ahora... 

Bueno de todos los días libres que tuve se me ocurrió escribir justo la noche antes de entrar a clases ): muero de sueño y tengo que despertar en poco tiempo, espero que les haya gustado el capítulo y también me gustaría que me dijeran qué piensan al respecto. 

Hasta pronto... Espero.