Parte VI: Cuarto día.

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No se había levantado de su cama en todo el día, se despertó a las 9 y ya eran las 3 de la tarde.
Estaba probando lo que esa pequeña parte de su cuerpo quería.

Según esa mínima parte quería estar solo, no preocuparse por nadie y ser independiente.
Leer libros, tomar un café, tener soledad.

¿Pero que ha estado haciendo las últimas 6 horas?

Ha pensando en que si detiene toda esta mierda no sería demasiado tarde para perderlo, para tener al rubio en sus brazos.

Porque ahora cuando pensaba en soledad pensaba en una soledad con el rubio, aislados de todo y todos, solamente ellos dos, en una linda playa.

La pequeña parte de su mente que se negaba a quedarse con el rubio se preguntaba...

¿Porque?

¿Porque hacer con el rubio lo que podemos hacer solos?

¿Porque compartir nuestra soledad con él?

Pero tenía una respuesta clara, tan clara que estaba haciendo doblegar a esa parte.

" Porqué lo amo, Porque él es mi vida, mi amor."

El es mi pequeño niño que me sacó de un mundo obscuro donde únicamente existíamos nosotros, nos enseñó lo que era amor, proteger, llorar, sufrir...

Nos había enseñado a amar a alguien.
Ya no ser uno sino ser dos.

Y ese dos no le molestaba, anhelaba ese dos.
Ser solo ellos.

También como no se había levantado una parte paranoica se instaló.

Cuando eran pareja, cabe la redundancia de que solo hace 4 días atrás.
Su nene le decía a donde iba, así fuera a la esquina de la manzana se lo decía para no preocuparlo.

Sabía que era paranoico y por eso no lo preocupaba.

Pero ahora que no eran nada no decía decirle dónde estaba, con quien o que hace.

El mismo le había dando las alas para volar lejos suyo.

Pero de la misma manera que le dio esas alas quería cortarlas.

Tenerlo para sí mismo y no compartirlo.

Habían pasado las 5 de la tarde y como el rubio no se había pasado por su habitación decidió buscarlo.

No lo tomo mucho ya que al salir lo vio tirado en el suelo mirando el techo.

Eso le extraño.

.- ¿sucede algo?.-

Preguntó no muy convencido y giró la mirada para verlo.

.- Nada, solo quería saber que era lo que querías sentir.- sonrío ido.- creo que tienes razón, es mejor estar solo, sin nadie que te detenga, valerte por ti mismo, no depender de nadie.

Se incorporó sentándose al estilo indio.

.- no me había puesto en tu lugar, no creo que sea del todo malo el iniciar una nueva vida siendo yo solo.-

Le restó importancia levantando sus hombros.

¿Que le sucedía?

Para nada, eso no debía salir de sus labios, no ahora.

Mi vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora