Capítulo 1: escape de D-Qar

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En el espacio, D Qar reflejaba una hermosa aura azul, que contrastaba con las tonalidades verde azuladas de su superficie. Todo parecía en calma cuando una enorme nave capital, de más de tres kilómetros de longitud, emergió de su superficie, rompiendo y deshaciendo las nubes que se interpusieran en su ascensión. Dado el momento, se detuvo para mantenerse estable sobre la órbita planetaria, mostrando a la vista de cualquiera que apareciese por allí el mayor símbolo de poder de la Resistencia, tras años oculta entre los pantanos y frondosos bosques del planeta. Era el Raddus.

Sólo un par de pequeños cazas estelares surcaban la órbita del planeta, procurando no llamar la atención para evitar una visita indeseada. Eran un Ala X T 70, manejado por Temmin Wexley, superviviente de la batalla sobre la Starkiller y un viejo Ala A, con algunas modificaciones y pilotado por Tallie Lintra, una joven y capaz piloto cuyas habilidades habían quedado claras en incursiones pasadas, antes del ataque de la Starkiller y el consecuente fin de la República, al menos tal y como la conocían. Su misión era la de registrar los alrededores del planeta y acabar con cualquier intento de ataque, hasta la evacuación total de la Resistencia.

—Aquí Temmin ¿Detectas algo? —le preguntó a Tallie a través de su comunicador. Había olvidado cuántas veces había formulado la misma pregunta sin una respuesta positiva. Lo cierto era que tras los últimos sucesos, no deseaba escuchar un sí, aunque ello implicara rondar una y otra vez sobre la vacía órbita de D Qar.

—Nada —le respondió ella una vez más mientras observaba su lector, a la espera de cualquier indicio de movimiento más allá del gran anillo de asteroides que rodeaba el planeta. Pero entonces vió en la pantalla algo diferente, dos puntos. Por la intensidad de las señales dedujo fácilmente que eran dos cazas TIE de la Primera Orden—. No, espera un momento, creo que tenemos compañía. Tengo dos rastros muy claros, han acabado de cruzar el anillo.

—Yo tambien los veo, comienza la fiesta. Se lo comunicaré a la general —dijo él, mentalizándose para el combate que se avecinaba. Inició contacto con Leia, quien no tardó en aparecerse ante él en la forma de un pequeño holograma desde el Raddus—. Mi general, tenemos a dos TIE exploradores a nuestro alcance, bajo mi experiencia no creo que sean los últimos en venir.

—Excelente Wexley —se limitó a responderle con cierto tono de preocupación y tristeza oculta. Se sabía de la muerte de Han Solo, todos lo sabían y ni siquiera habían tenido tiempo para darle un funeral digno junto con los demás pilotos caídos; sin duda aquello era algo que le estaba afectando y a pesar de todo, seguía manteniendo su liderazgo con determinación—. Han llegado antes de lo esperado, nos quedan tres transportes por cagar antes de salir de aquí así que mantenedles a raya. Si os superan volved aquí, tengo un plan.

—Así lo haremos mi general —se limitó a responder Temmin de forma profesional. A pesar de los años luchando junto a ella, se seguía sintiendo complacido de poder servir a una figura tan importante y respetable—. Tallie, ya has oído. Posición de ataque.

—Sí mi capitán. Sólo son dos TIE.

—Por ahora.

Temmin desplegó las alas de su nave en posición de ataque e inició la aproximación al objetivo. Todas sus armas estaban listas y tenía a los dos recién llegados bajo la vista de sus sensores, seguramente ellos también les hubiesen detectado.

Leia observaba desde el Raddus cómo dos de sus mejores pilotos se distanciaban a la caza del enemigo, pero su mayor temor era lo que podía venir después de los TIE.

—¿Qué queda por cargar ahí abajo? —preguntó a uno de sus comandantes, quien no paraba de comunicarse y mantener el contacto con la superficie del planeta.

Star Wars 8: el Último Jedi (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora