✿ Donde HyunJin llega a la vida de Seungmin casi como Peter Pan a la vida de Wendy.
✿ HyunJin se encontraba mascando una manzana mientras caminaba por la calle, cuando un bonito muchacho de ojos centelleantes como estrellas llamó su atención al reír...
Luego de que los dos menores se fueron, Minho y Jisung dirigieron su mirada hacia HyunJIn, quien tenía una expresión absorta mientras observaba la mano que poco tiempo atrás había estado apoyada en la pierna del pequeño. Lentamente en sus labios fue aflorando una sonrisa, luego les hizo señas a sus amigos para retirarse y así volver a Neverland. Sin perder el tiempo los tres muchachos corrieron tratando de moverse con rapidez. Al llegar a la guarida, Félix los estaba esperando con mirada interrogante, la cual era fácil de deducir a que se refería.
—¿Dónde estaban?— les dijo.
—Estábamos conversando con el novio de HyunJin— Jisung se rio alegre mientras le daba un leve empujón al más alto, quién dejó oír un gruñido.
Changbin sólo quedó observando en shock. Que el pelinegro se hubiera atrevido hablarle a su crush le había sorprendido. Estaba contento por el chico, quién era todo lo que uno podría desear, y esperaba que no saliera lastimado por su flechazo hacia el adorable desconocido, y que este último lo apreciara. Félix pegó un leve gritito, rememorando a un fanboy, y se lanzó encima de HyunJin, despeinándolo y abrazándolo fuerte. Ahí fue cuando Bin reaccionó, saliendo de su shock, y montó una falsa escena de celos.
—Aún no tiene pareja y ya quiere ser infiel— dijo con una corta risita.
El rubio soltó una carcajada, para luego separarse del más alto, llevar sus brazos al cuello de su pareja y estrellar sus belfos contra los ajenos en un intenso beso. Los tres espectadores hicieron ruidos y se retiraron del lugar asqueados. Minho y Jisung fueron a su cuarto para también darse mimos, y HyunJin se tiró al sillón a soñar con su precioso menor, ya que ese día no tenía trabajo.
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Seungmin, ya en su casa, corrió al cuarto a ocultar su rostro sonrojado en la almohada. JeongIn, más atrás, comenzó a reír al observar a su hermano tan afectado. Tenía que aceptar que todo el grupito que habían conocido hoy le había agradado inmensamente, y de no tener amigos a tener tres era un gran logro. No podía esperar para conocer a los otros dos chicos de quienes les habían hablado, que parecían igual de geniales que sus nuevos amigos. Y HyunJin si que hacía bonita pareja con su hermano, él había notado como el mayor no dejaba de observarlo con expresión enamorada, buscando obtener el mayor contacto sin pasarse de la raya o hacer sentir incómodo al chico. Este recuerdo hacia sonreír al morocho de poca edad, era muy tierno, y más tierno era ver como el pelirrojo se sonrojaba y ponía nervioso. Le gustaba como se veían, como eran, pero su instinto sobreprotector con su hermano, alias minino o cachorrito, no estaba convencido del todo de dejarlos ser.
Mientras su hermano menor pensaba todo esto, Seungmin rodaba en la cama abrazando aún la almohada, tratando de borrar el rojo que parecía no querer abandonar sus mejillas. Pasado el rato, logró tranquilizarse y se quedó quieto, observando el techo lleno de fluorescentes pegatinas con forma de estrellas. Las pegatinas formaban constelaciones, ayudando a los menores a dormir sin miedo durante las noches de tormentas. Sin poderlo evitar, el muchachito fantaseó una bonita escena, estando él con su mayor en un día tormentoso, mientras este lo acariciaba y le daba mimos para ayudarlo a perder el miedo.
