April Moore es tan inocente e infantil que ver un maratón de películas Disney en su casa, jugar en su computador o leer sus historietas, es la definición de una tarde perfecta, no tiene amigos, pues su vida parecía menos complicada si no se encariña...
En cuanto se canso de golpearme y de divertirse viendo como lloraba a mares a causa de lo adolorida que me sentía, las amigas de Madison me liberaron de su agarre e incapaz de mantenerme en pie me deslice por la pared dejándome caer sobre los baldosines blancos y mugrientos del baño del instituto, las escuche murmurar cosas entre risas, pero me sentía tan aturdida que no fui capaz de enterarme sobre que estaban hablando, sentí sus miradas burlonas sobre mí, que estaba hecha un ovillo contra la pared, mientras temblaba aterrada, pues para ser sincera no podía creer que Madison hubiera llegado hasta el punto de agredirme de tal manera; las tres mujeres salieron del baño, dejándome allí. sin ser capaz de detener mi llanto, ni de moverme a causa del dolor que me recorría todo el cuerpo.
No fui consciente de cuantos minutos habían pasado, pero estaba segura de que eran muchos los cuales llevaba sentada sobre el suelo sollozando de manera descontrolada, cuando mi teléfono móvil sonó logrando sacarme del aturdimiento, el identificador de llamada mostraba como contacto a [Louisa Umpa Lumpa Mill] y recordé que ella había quedado de recogerme en el instituto.
-princesa, hola. Lo lamento, mi examen estaba muy largo, acabo de salir, estaré allí en cuestión de min...
-no. – dije cortándola mientras respiraba profundo para controlar el temblor en mi voz.
-¿no? ¿Cómo que no? Linda, no te molestes, te digo que no demoro. – dijo ella con un tono de suplica al otro lado de la línea y yo cerré mis ojos con fuerza tratando de ahogar mis ganas de llorar y los sollozos que amenazaban con rasgar mi garganta.
-no estoy molesta. – yo solo no quería ver a nadie. no quería ser vista en este estado. no quería verme débil. no quería preocuparlos. – es solo que... - dije y tuve que detenerme porque mi voz empezaba a temblar.
-es solo que ¿qué? April ¿te sientes bien, linda? Empiezas a preocuparme iré a...
-Louisa, es que hay un montón de ropa sucia en casa. – mentí fingiendo una sonrisa, como si ella pudiera verla. – alguien debe hacerlo. – dije y tapé la bocina del teléfono móvil para poder absorber sin ser escuchada. – te veré luego. – dije al final y colgué la llamada al momento que Louisa empezaba a decir algo.
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Me puse en pie con ayuda de la pared, y aunque no quería hacerlo termine examinando mi reflejo a través del espejo, Madison no había golpeado ni una vez mi rostro y yo sabia que lo había hecho con la idea de que el incidente quedara entre nosotras y yo estaba dispuesta a obedecer su orden indirecta, cualquiera que viera esta escena pensaría que era una tonta que es incapaz de defenderse o hacer algo para obligarla a pagar, pero... llevaba toda mi vida preocupando a Cris, sacándolo del trabajo para asistir a juntas en la oficina del rector luego de que algún grupo de alumnos me hubiera hecho llorar, sabía que todo aquello lo había hecho pensar que no estaba haciendo un buen trabajo conmigo y yo me había prometido no volver a pasarle mis tristezas y aprender a lidiar sola con ellas; ahora, además estaban los temperamentales Leah y Brady e incluso el resto de la manada los cuales no tenía idea de cómo reaccionarían y tampoco quería meterlos en problemas a ellos, también estaban las chicas, las cuales se encontraban en exámenes finales de la universidad y no quería agregar una preocupación más a sus vidas.
