CAPITULO 8

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-hola. – dijo alguien detrás de mí al momento que me encontraba dejando unos libros en mi casillero, me gire para encontrarme con Steve, el chico del supermercado. – April ¿cierto? – me pregunto con una sonrisa y yo asentí levemente, totalmente confusa ¿Qué hacia un chico de la reserva en el instituto de Forks? Aunque acababa de percatarme el porque este se me había hecho familiar a primera vista, yo lo había visto por los pasillos algunas veces.

-Steve ¿cierto? – le dije también con una sonrisa y el chico se apresuro a asentir. – creí que eras de la reserva. – mencione, totalmente curiosa sobre el asunto.

-si, bueno no; me mude con mis padres a Forks a principio de año. – explico él.

-entiendo. – dije meditando el asunto. – pero si ya no vives en la reserva ¿Por qué trabajas en el supermercado? – pregunte con el ceño fruncido.

-¡ah! Es porque antes de mudarme trabajaba todas las tardes allí, así que cuando el señor Samuels se queda sin personal me llama para que remplace a alguien, además es generosos con la paga. – dijo encogiéndose de hombros y entonces comprendí todo. – pero no esperaba verte en la reserva, eso fue una sorpresa. – dijo aun con una sonrisa.

-si, suelo ir. – dije encogiéndome de hombro sin interés de revelar más información, miré el suelo de forma distraída mientras sentía la mirada del chico sobre mí.

-¿vas a almorzar? – me pregunto luego de unos segundos en silencio, deje de mirar al suelo para verlo de nuevo, asentí levemente a su pregunta. - ¿te parece si almorzamos juntos? – pregunto el con timidez.

-claro. – me apresure a responder, para luego comenzar a caminar junto el hacia la cafetería.

Cruce aquella puerta para entrar en el lugar que llevaba casi una semana sin visitar, pues luego de que Brady pasara por mi al otro día que se imprimara de mi las personas habían comenzado a susurrar cosas mientras me veían pasar por los pasillos y si bien Madison no se había vuelto a acercar a mi esta solía mirarme con odio cada que nos cruzábamos por los pasillos y aunque nadie me lo hubiera dicho estaba segura de que ella era la responsable de que ahora todo el instituto me tachara como una "quita novios" ¿Quién era tan estúpido para pensar que Madison era la victima acá? Pues en los susurros que solía escuchar había oído que se referían a mi como "mosquita muerta", "sin vergüenza" y hasta "perra". Incluso la chica de los audífonos que se sentaba frente a mí en la cafetería había huido de la mesa el día en que los susurros comenzaron, supuse que esta tan solo no quería ser vinculada conmigo.

Llevaba la vida entera aguantando que la gente me tachara como rara y murmurara cosas sobre mí, por lo cual aunque me hirviera la sangre de tan solo imaginar a la estúpida de Madison regando chismes entre todos, fingiendo ser la pobre víctima de corazón roto solo para levantar odio en mi contra; yo no me había quejado del asunto pues estaba segura de que si lo hacía, Cristian se preocuparía y vendría a armar una escena en el instituto, Leah mataría a Brady aunque el hubiera causado esto inconscientemente y las improntas amenazarían a Madison de algún modo. Además, estaba Brady y para ser sincera el aun no me agradaba, pero yo sabía que él también se pondría furioso si se enteraba y no tenia idea de que seria capaz de hacer; también estaba el hecho de que yo no quería parecer una niña indefensa y hacer más grande el asunto, por lo cual simplemente agradecí que Steve me brindara un almuerzo tranquilo con su compañía.

-gracias por tu compañía. – dije sincera al momento que me ponía en pie para salir de la cafetería e ir a clases.

-no es nada. – dijo con un guiño. – cuando quieras me gustaría acompañarte. – me dijo con una sonrisa y yo asentí para luego despedirme con un movimiento de la mano y salir de la cafetería hacia la clase de matemáticas.

Cotton Candy Girl •Brady Fuller• |Libro 6| de la serie: 'improntas'Kde žijí příběhy. Začni objevovat