¡Venganza!

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(Perspectiva Thorin)

Estar de nuevo dentro de los muros de Erebor, era algo mágico y hacerlo con Noelia, solo lo mejoraba. Este sería nuestro hogar y habíamos entrado juntos.

-Reconozco estos muros- dije acariciándolos- estos pasillos, esta piedra, ¿recuerdas Balin?, Cámaras inundadas por la luz dorada.

-Lo recuerdo-dijo entrando a la cueva tras nosotros, seguido del resto de la Compañía.

-Aquí yace el séptimo reino del pueblo de Durin- leyó Gloin en una de las escrituras talladas en la piedra- qué el corazón de la montaña una a todos los enanos, en defensa de este hogar.

-El trono del rey- dijo Balin, explicándole a Noelia qué era el dibujo tallado bajo la inscripción.

-¿Y qué es eso?, Justo encima- preguntó Noe.

-La piedra del arca- dijo Balin- el motivo por el cual necesitábamos un saqueador.

-¿Así que, ese es mi trabajo, encontrar esa piedra?- preguntó Noe.

-Así es- dijo Balin.

-Pero iré contigo- dije- puede ser peligroso ahí abajo, si el dragón no ha muerto como pensamos.

-No te preocupes, es mi trabajo y lo haré sola- dijo Noe- ¿cómo es la piedra?

-Es una gran joya blanca- dijo Balin.

-¿Ya está? Imagino que abajo habrá unas cuantas así- dijo Noe.

-No hay más que una piedra del arca, sabrás cual es en cuanto la veas- dije.

-Está bien, ¿por dónde se baja a los salones? - preguntó Noe.

-Yo te guiaré- dijo Balin.

-Ten mucho cuidado, si ves peligro, sube de inmediato- dije acercándome a Noe- no me podría perdonar que algo te ocurriese.

-Estaré bien, soy sigilosa y sé defenderme- dijo sonriéndome- volveré con la piedra.

-Vuelve sana y salva, es lo único que me preocupa- dije antes de besarla.

Tras separarnos, Balin la guió hasta una de las entradas a los salones del tesoro, sentí la ansiedad crecer con cada paso que ella daba, alejándose de mí. Un par de minutos más tarde, Balin se unió de nuevo a nosotros y esperamos impacientes a Noelia. Tras un tiempo, los nervios se apoderaron de la compañía, no solo yo me preocupaba por ella, todos la tenían en gran estima y por ello, sufrían como yo al no saber qué ocurría. Pero también se decía que, la falta de noticias, son buenas noticias, así que, esperamos algún indicio de lo que ocurría, algún ruido o escuchar su voz.

Escuchamos como las monedas y tesoros se deslizaban, tal vez estuviese buscando entre las montañas de tesoros, escuchamos un estruendo que hizo temblar la montaña.

-¿Eso es un terremoto?- preguntó Ori.

-No, eso es un dragón- dijo Balin.

-Está vivo- susurré antes de adentrarme en uno de los pasadizos de la montaña, seguido por el resto de la Compañía.

Rogué a los dioses una y otra vez que, Noelia, estuviese a salvo, no dejaba de murmurar su nombre a modo de súplica. Al doblar uno de los pasillos, el calor de las llamas llegó hasta mí desde una de las salas, no me lo pensé dos veces y corrí en su dirección. El aliento se quedó atascado en mi garganta cuando vi la inmensidad del tesoro frente a mí, salas y salas llenas de oro y joyas, en cualquier otro momento, me hubiese recreado ante semejante imagen, pero apenas lo aprecié unos instantes, el tesoro más valioso de esa montaña era Noelia y no conseguía verla.

Más valiosa que el oroحيث تعيش القصص. اكتشف الآن