Más valiosa que el oro

La ciudad del lago

(Perspectiva Noelia)

Dejamos atrás a los orcos y llegamos a una parte del río cercana al lago, donde la corriente se detenía y no podíamos avanzar más en los barriles. Nos bajamos exhaustos para descansar unos minutos y tratar de recuperar fuerzas, antes de buscar algo con lo que cruzar el lago. Busqué a Kili con la mirada, estaba preocupada por él, había visto como la flecha le rozaba la pierna y esas flechas no eran corrientes, parecían impregnadas en alguna clase de veneno. Me acerqué a Kili para ayudarle a sentarse en unas rocas, ya que la herida, parecía dolerle bastante.

-Estoy bien, no es nada- me dijo Kili cubriendo su herida.

-En pie- dijo Thorin.

-Kili está herido, hay que vendarle la pierna- dijo Fili poniéndose a nuestro lado.

-Nos sigue una manada de orcos- dijo Thorin- debemos continuar.

-¿Hacia dónde?- preguntó Balin.

-Hacia la montaña, está muy cerca- dije recordando que la había visto desde el Bosque Negro.

-Un lago se interpone entre nosotros y la montaña- dijo Balin- no tenemos forma de cruzarlo.

-He escuchado a los elfos hablar sobre un barquero- dije- tal vez podamos hacer algo para que nos lleve.

-¿Un barquero?- preguntó Thorin acercándose a mí  mientras yo presionaba la herida de Kili, evitando el sangrado excesivo, debía comenzar a limpiar la herida y curarla cuanto antes.

-Sí, debería estar por aquí- dije.

-Está bien, véndale la pierna, tienes dos minutos, no podemos esperar más- dijo Thorin firme, mirándome a los ojos.

Los demás comenzaron a sacarse el agua de las botas y a tratar de recuperarse, terminé de limpiar y vendar la herida de Kili, pero no tenía muy buen aspecto.

-En cuanto encontremos algo de descanso he de prepararte un ungüento para que el veneno no se extienda- le dije, tratando de que solo él y Fili me escucharan, sabía que no querría mostrar debilidad ante los demás.

-Gracias- me dijo con una leve sonrisa.

En ese momento, un hombre apareció sobre las rocas y apuntó con su arco a Oin. Dwalin se puso frente a él, dispuesto a atacarlo con un palo, el hombre disparó dejando la flecha clavada en el palo entre las manos de Dwalin. Kili se levantó dispuesto a lanzarle una roca, pero de nuevo, el hombre disparó haciéndole soltarla.

-El que vuelva a hacerlo, está muerto- dijo apuntándonos con el arco cargado.

Me acerqué a Thorin y Balin para advertirlos.

-Ese debe ser el barquero- les susurré esperando que no hiciesen nada inapropiado, no sería bueno que estropeásemos nuestra posible oportunidad de atravesar el lago.

Thorin tomó mi mano para ponerme tras de él, en un gesto de protección, alejándome de la vista del barquero.

-Disculpad, usted es de la cuidad del lago ¿no es cierto?- preguntó Balin en tono amable- Esa barcaza de ahí, ¿no la alquilaríais por casualidad?

-¿Por qué creéis que os ayudaría?- dijo el hombre subiéndose a su barcaza y recogiendo los barriles, que aún, no estaban del todo destrozados.

-Esas botas tienen mucho trote- dijo Balin- igual que ese abrigo, seguro que tenéis bocas hambrientas que alimentar, ¿cuántos chiquillos?

-Un barón y dos niñas- dijo el hombre mientras seguía cargando los barriles.

-Y vuestra mujer,imagino, será una belleza- continuó Balín tratando de persuadirlo.