Que pare, por favor...

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~ James ~

Estaba sentado con Fred en el tren hacia Hogwarts, todavía no salimos por lo tanto faltan algunas personas por llegar. Aún así, Fred decidió tocar el tema que yo simplemente había estado ignorando.

— ¿Cómo vas con Lis? ¿Estás cerca de la broma todavía o no?  — Sonreía con maldad, a él le gustaba hacer este tipo de bromas, era diabólico. Lo peor es que yo era igual que él.

— Fred... No lo voy a hacer. — Dije firmemente, su sonrisa desapareció cuando dije eso y luego me miró con desgracia.

— Tú fuiste el de la idea, no me digas que te enamoraste de la niñata. James Potter, el rompe corazones, el mujeriego, el indomable, el que hace todo por las bromas le acaba de decir no a una.

¿Enamorado? ¿De Lis? Si les soy sincero ni yo lo sé, lo que siento por ella es diferente... Quiero hacer la broma, de verdad quiero hacerla. Quiero reírme en su cara cuando venga llorando a mi a decirme que ganamos. Quiero destruirla. Pero al mismo tiempo tengo miedo de hacerle daño, es tan frágil, como una muñeca de porcelana. Quiero protegerla, quiero tenerla cerca, quiero besar cada parte de su cuerpo, quiero tenerla entre mis brazos, quiero que sea mía...

Quiero mucho más. Y aún así, no sé si estoy enamorado de ella.

— No... no estoy domado todavía, no amo a Lis. Solo la estoy usando, aunque hay que darle un descanso a la pobre niña. Es tan dramática que casi cometió suicidio, no queremos que nos culpe a nosotros si lo vuelve a hacer. — Ni yo mismo se por que dije eso. Pero me arrepentí de inmediato al ver ese cabello Rubio platinado de siempre pasar al lado de él compartimiento, y sus sollozos se escuchaban desde aquí adentro. Dios, no.

Fred al parecer no se dio cuenta, sonrió malévolamente de nuevo  y siguió hablando sobre las demás bromas que haríamos. Después de un rato llegaron los demás y salimos en rumbo a nuestro último año en Hogwarts. Pero todavía no podía sacar la imagen de Lis encerrada en el baño del tren, sollozando hasta más no poder por mi culpa.

~ Lis ~

Este debería ser mi sexto año en Hogwarts, debería estar con Albus, Leah y Scorpius. Pero no, como ahora mi verdadero nombre está afuera, me adelantaron a séptimo año. Así que estoy entrando por última vez a este tren.

Las vacaciones habían sido divertidas, después del incidente con Albus y James, fuimos a unas pequeñas vacaciones en familia. Como mi padre respira dinero, fuimos a Bora Bora. Fue un lugar muy lindo de hecho, y pude tomar muchas fotos bonitas.

Pero ahora volvemos a la realidad, me despedí de mis padres y Blah Blah Blah. Albus, Leah y Scorpius se quedaron afuera un rato hablando entre si, y ese tiempo lo aproveché para entrar y buscar un compartimiento para todos. Aunque en el camino escuché una voz conocida. James, y el estúpido de Fred. Estaban hablando sobre unas bromas, no le preste mucha atención hasta que escuché mi nombre, me acordé de la advertencia de Albus y me dije a mi misma que siguiera adelante y no escuchara esto porque no me interesaba. Pero no me aguanté, y de verdad me arrepiento. Las palabras de James terminaron de partir mi corazón en mil pedazos.

— No... no estoy domado todavía, no amo a Lis. Solo la estoy usando, aunque hay que darle un descanso a la pobre niña. Es tan dramática que casi cometió suicidio, no queremos que nos culpe a nosotros si lo vuelve a hacer.

Su voz sonaba tan segura, ni una pizca de emoción o mentira. Era él, hablando con su mejor amigo. Tuve que saberlo. Soy una estúpida por caer por él. Soy una estúpida por volverme a enamorar. Y sobre todo por creer sus dulces palabras. Todo era mentira.

De verdad pensé que lo que James y yo teníamos era la única cosa que no era una mentira en mi vida. Pero bueno, me imagino que no pensé bien.

Entré en el primer compartimiento vacío que vi y cerré la puerta con llave, también bajé la persiana para que nadie me viera. No puedo con esto... el dolor. Me duele muchísimo. Estaba fuera de control, pateé todo lo que tenía a mi alcance, rompí unos cuantos almohadones y sobre todo, congelé mitad del compartimiento. No me importaba si Albus o quien sea estaba buscándome. Quería estar sola, y sobre todo, quería que el dolor parara de una vez.

Rivalidad a lo Slytherin (3) (Trilogía Generaciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora