capítulo treinta y ocho: i walk the line

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MITCH SE mantenía impasible mientras tenía dos armas apuntándole

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MITCH SE mantenía impasible mientras tenía dos armas apuntándole. Estaba de rodillas, en la habitación de hotel del científico donde lo habían arrastrado con Annika y Leo. Tenía las manos detrás de la cabeza, incapaz de poder hacer algo. Leo estaba a su lado. Mitch necesitaba tanto voltear a verla para asegurarse de que estuviera bien, después de todo se había llevado un buen golpe en la cabeza cuando los habían cambiado de habitación, pero sabía mejor que eso. Sabía que si mostraba preocupación por Leo, los demás lo verían como una debilidad, y podían hacerle daño. Prefirió mirar al frente, aunque casi le doliera físicamente resistirse.

El que parecía ser el líder se inclinó, casi arrodillándose para estar frente a frente con Mitch. Era americano. Tenía una leve barba de días y el cabello rubio oscuro. Tenía una leve sonrisa engreída que le provocaba a Mitch romperle los dientes.

—¿Dónde está Hurley? —preguntó. Mitch ni siquiera parpadeó, manteniendo el contacto visual.

—No sé de qué estás hablando... —el tipo le dio un golpe en la cara a Mitch. Mitch tambaleó por el impacto, pero se mantuvo callado. El segundo golpe vino, y esta vez casi tira a Mitch al suelo.

—Yo sé dónde está Hurley —dijo Leo, su voz resonando en toda su habitación. Mitch maldijo por lo bajo.

Lentamente, el hombre volteó a ver al lado donde estaba Leo, sonriendo.

—Por fin alguien que quiere cooperar —canturreó, arrodillándose frente a Leo—. Dime, Eleonor, ¿dónde está Hurley?

Leo sonrió.

—Está en tu puta madre —dijo. Anticipaba el golpe venir así que pudo prepararse para él, sin embargo, aún escupió la sangre en el suelo sintiendo que todo le daba vueltas cuando pasó.

—¿Dónde está? —murmuró el hombre, poniéndose de pie y caminando frente a ellos. Abrió las cortinas de la habitación, intentando ver algo—. ¿Afuera?

El tipo estaba de espaldas cuando Hurley llegó, abriendo la puerta de una patada. Le disparó a uno de los hombres, y a partir de ahí el caos reinó.

Leo le dio un golpe con el codo al tipo detrás de ella, pegándole en las piernas. No hizo daño realmente, pero sirvió lo suficiente para que perdiera el equilibrio. Aprovechando que lo había tomado por sorpresa, Leo lo tomó de las piernas y usando toda su fuerza lo tiró al suelo. Ante el impacto, el hombre tiró el arma al suelo. Leo y él se miraron un segundo antes de abalanzarse ambos por el arma.

Leo recibió un puñetazo en el rostro pero consiguió llegar a la pistola tirada en el suelo, usándola para dispararle al tipo.

De reojo, observó a Mitch de espaldas a ella disparándole a uno de los hombres. Detrás de él, uno de los que estaba tirado aparentemente muerto cogió su arma, pero solamente alcanzó a alzarla para apuntarle a Mitch cuando Leo ya había disparado, matándolo.

are you with me, leo? // american assassinWhere stories live. Discover now