Si hay algún error, háganme saber.
AU: OMEGAVERSE.
ADVERTENCIAS: R18. Posible ooc.
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Todo comenzó con simples besos de buenas noches para terminar apretándose contra el cuerpo del otro con una sola necesidad en mente: fundirse en uno como hace tiempo no lo habían hecho.
Para ser más exactos, hace siete meses atrás cuando Bakugō perdió la vista por completo.
Midoriya se encargó de ayudarlo en esos tres años y siete meses que llevaban conociéndose, y como pareja oficialmente eran dos años y tres meses que no paro de darle ánimos y esperanza al mayor.
"Tócame."
Katsuki pudo sentir claramente la necesidad en la voz de su omega.
Tragó saliva dolorosamente, sus manos aferradas a sus costados sin llegar a rozar a Deku en su regazo.
Él no podía hacerlo.
No es que no quisiera, él no podía, no sabía cómo hacerlo.
Cerró sus ojos, riéndose mentalmente de su estúpida acción. Maldición, la oscuridad ya estaba hace mucho allí.
¿De que le servía cerrar los ojos si cuando los abriera seguiría en la completa oscuridad?
Era un inútil. Un Alfa inútil y ciego.
Por su falta de respuesta Izuku se inclinó lo suficiente como para que su caliente aliento chocará en el cuello del rubio que se estremeció.
"Kacchan.."
Katsuki se tensó. Deku olía a celo. Su omega estaba entrando en celo y él no podía hacer nada porque era un inútil ciego.
"¿Qué?"
Las mejillas regordetas de Midoriya se colorearon, sintiéndose intimidado por la brusca respuesta de su alfa. Katsuki era una persona un poco-demasiado especial y difícil de tratar, pero aún así, lo pidió.
"Por favor, déjame ser tu guía. T-Te enseñaré."
Ante la repentina petición, Katsuki abrió sus ojos encontrándose con la misma imagen: negro.
Todo malditamente negro.
Izuku por su parte se atragantó con su propia saliva, aquellos rubíes con una pequeña transparencia-apenas formándose- lo miraban fijamente sin intención alguna.
"No, yo.. no puedo hacerlo, voy a meter la pata, como siempre, no."
Con un suspiro tembloroso brotando de sus lindos labios, Midoriya llevo sus manos a la altura del rostro foráneo sintiendo a Bakugo sobresaltarse demasiado a la defensiva en un momento tan íntimo.
Aunque no hubiera un lazo de por medio, Izuku podía sentir el nerviosismo y miedo en su pecho sabiendo que el sentimiento era ajeno.
"Sólo inténtalo, por favor, por mí." Pidió despacio, acariciando el cuello de su alfa.
"No quiero arruinarlo." Respondió en un gruñido, apretando su mandíbula, el omega acarició esta con suavidad, trazando círculos imaginarios en su piel buscando que se tranquilizara.
"No lo harás, alfa." La garganta del mayor ardió, conteniendo el fuerte gruñido que amenazaba con salir.
Ser llamado Alfa con aquel tono de voz tan inocente era algo fascinante.
Bakugo tardo en responder, minutos que le parecieron horas al menor a punto de entrar en celo por completo y ser solamente un omega en busca de su alfa.
