-¿Qué ha pasado, Min?, ¿está todo bien? -preguntó, mientras le apretaba entre sus brazos como si con ello quisiera hacer que los espasmos que el chico daba cada vez que intentaba coger aire se detuvieran.
-Yo... yo... pensé que... que -no podía siquiera formular una oración completa, y eso sólo desesperaba más al mayor-, pensé que me habías dejado, que no ibas a volver, que te ibas a ir con alguien más -admitió finalmente entre sollozos incontrolables, y WonHo le apartó con suavidad para tomarle por las mejillas y mirar fijamente sus ojos, esos ojitos que siempre le miraban con adoración y que esa vez parecían haber perdido todo su brillo.
-¿Con quién más me iría, Min?, ¿de qué hablas?, estaba en la universidad terminando unos trabajos -explicó sin comprender aún por qué el menor de ambos actuaba de esa forma.
-No lo sé, con... con alguna chica con la que puedas casarte y tener hijos -siguió, y WonHo arqueó una de sus cejas aún más perdido en semejante conversación.
Con suavidad limpió sus mejillas y su nariz, y enseguida le ayudó a ponerse de pie para tomar asiento en el sofá.
-MinHyuk..., ¿tú crees que estoy buscando alguna chica para casarme y tener hijos? -el rubio asintió, sorbiéndose los mocos y limpiando nuevamente su nariz con la manga de su camiseta-. ¿Y crees que la estoy buscando ahora, mientras estoy contigo? -nuevamente Min asintió, y WonHo sólo suspiró con una sonrisa, negando despacito mientras le envolvía de nueva cuenta en sus brazos, acurrucándole contra su cuerpo-. Eres todo un caso, Lee MinHyuk...
-No es mi culpa que tú me hagas poner paranoico -repuso en un murmullo, pegando un suave golpecito con uno de sus puños al pecho ajeno-. Seonbae, a ti siempre te han gustado las mujeres, y de pronto aceptas salir conmigo pero nunca me besas, o me dejas tocarte, casi pareciera que te da asco hacer esas cosas conmigo -explicó ya un poco más tranquilo, aunque teniendo un poquito de dificultad para respirar normalmente aún.

Y entonces WonHo supo que había llegado a un punto sin retorno en el que no podía seguir huyendo más, debía hablar, porque contrario a lo que el menor de ambos pudiera pensar, WonHo sí lo quería, y lo quería más de lo que él mismo podría haber imaginado, porque si bien al principio sólo aceptó a salir con él por curiosidad, eventualmente el chico había terminado metiéndose en su corazón y eso le había asustado, no lo iba a negar; enamorarse de MinHyuk no había estado en sus planes, y sin embargo, ahí estaba; había caído redondito ante los abrumadores encantos del rubio.
-No me das asco en absoluto, MinHyuk, por favor no vuelvas a decir jamás algo así -musitó al mirarle con cierta severidad, aunque desviando poco después la vista; Min casi pudo jurar que estaba avergonzado-, en realidad es todo lo contrario..., de un tiempo para acá he tenido toda esta clase de sueños extraños en los que apareces tú y eso me preocupaba, yo nunca había tenido sueños húmedos con un hombre, empezaba a pensar que algo debía estar mal conmigo, pero un amigo me hizo entrar en razón: ¿qué de malo hay en querer estar con la persona que quieres? -los ojitos de Min entonces parecieron brillar nuevamente, y una sonrisa se curvó en sus labios, antes de empujarse sobre él hasta hacerle caer de espaldas sobre la mullida superficie, dejando una seguidilla de besos por todo su rostro mientras WonHo sólo reía y acariciaba su espalda-. Me gustas, Lee MinHyuk. Jamás pensé que le diría algo así a otro chico, pero tú en serio que me gustas -admitió, y un tanto inseguro buscó aquellos labios del menor, dejando un trémulo besito en estos.
-¿Ya podré besarte y tocarte cada vez que quiera? -preguntó el rubio, sin perder aquella sonrisa de sus labios que delataba lo cochinamente feliz que se sentía.
-¿Cuándo te prohibí yo hacerlo?

Y eso bastó para que MinHyuk uniera nuevamente sus labios a los de él, tomándolos en un beso mucho más prolongado y húmedo, porque ya no le importaba nada, porque lo había venido deseando tanto y aquello le estaba sabiendo a gloria. WonHo, por su parte, no dudó en envolver sus brazos en torno a la menuda figura del menor, apretándole más contra él mientras bajaba entre besos hasta su cuello, aspirando su aroma, ese que aunque era tan distinto al de una chica, le estaba empezando nublar los sentidos y embriagarle.
Sus manos recorrieron los costados del cuerpo encima suyo cuando MinHyuk pasó a acomodarse a horcajadas sobre su abdomen, sacándose la camiseta y dejando al descubierto su plano pecho. WonHo sonrió enternecido al reparar en como aquellos pequeños pezones se encontraban duros.

[mx] 30 oneshot challenge; wonhyuk. Where stories live. Discover now