Ingrávida | Min Yoongi

d i e c i s e i s: p a r t e d o s

Luego de un rato decidimos ir a dar unas vueltas por Hongdae. Si este es uno de mis barrios favoritos de Seúl es justamente por el arte callejero, así que vamos a por el como buenos amantes del arte que somos.

Caminamos por la peatonal donde generalmente se juntan a hacer las batallas de street dance y rap undergroud, comentando lo gracioso que sería ver a la señorita Sung hacer un poco de danza callejera. No encajaría con ella en absoluto.

— Incluso el solo pensarlo es absurdo, ¿te imaginas? —Jae ríe a rienda suelta y me veo contagiada de su risa.

Entre risas y bromas avanzamos por la acera. A unos metros un chico que baila Hip hop en el medio de la peatonal llama la atención de los dos y nos detenemos a observarlo con detalle.

— Vaya —pronuncia Jae— ¡es jodidamente bueno!

— Lo sé —digo anonadada, pero más porque conozco a la perfección al bailarín.
El chico que está bailando mientras suena un tema de Drake en frente de todas estas personas, es nada más y nada menos que el hermano mayor de mi mejor amiga.— Vamos, acerquémonos.

Jae toma mi mano y nos hacemos espacio entre los espectadores hasta que llegamos adelante de todos. Observo entusiasmada cómo mi amigo se mueve con tanta fluidez y gracia, siempre supe que Hobi era bueno, pero nunca antes había podido verlo con mis propios ojos. Él realmente tiene el don, y estoy segura que podría bailar para alguna de esas compañías de idols si así lo quisiera.

La música termina y todos aplauden sonoramente a Hoseok, el hace un par reverencias y agradece al público. Aplaudo entusiasmada y orgullosa de él, cuando se acerca a levantar una botella de agua al costado del equipo de música me ve, mi sonrisa se amplía y él al principio parece sorprendido, pero luego reacciona y camina en mi dirección. Radiante, como siempre, abre los brazos y me estruja en ellos. Río cuando me levanta un poco y escucho su risa también, Hoseok es definitivamente un solcito en la vida de cualquiera.

— ¡Que sorpresa verte Jan! —Hobi me suelta con cuidado, asegurándose de que no pierda el equilibrio— ¿qué te trae por aquí?

— Igualmente, no sabía que bailabas en Hongdae —le digo— me has sorprendido, ¡Dios eres realmente muy bueno! —su sonrisa se ensancha aún más.

— Bueno, suelo venir de vez en cuando a bailar con mi grupo de amigos de la academia —dice, a la vez que con la cabeza hace una seña hacia atrás, donde ahora dos chicos han tomado el lugar de la improvisada pista.

— ¡Wow! De verdad, son geniales —suelto anonadada, me agradece y despeina un poco mi cabello.

— Oye, aún no me has dicho qué haces aquí jovencita —su expresión se ve como si estuviera regañándome, hasta que no aguanta y una sonrisa juguetona se le escapa.

— Eh, yo...—me trabo en cuanto me doy cuenta que la respuesta es que estoy aquí teniendo una "cita"— Yo, bueno, un amigo me invito un café —acomodo mi cabello un poco e intento que mi cara de súbita incomodidad no se note.

Hoseok me observa más serio y por un segundo su mirada se posa en Park Jae, que está justo detrás de mí. Dirige su mirada a mi, alcanzo a ver en ella un atisbo de algo, pero no sé qué.

— Oh —pronuncia—, no te había visto —esta vez se digiere a Jae— ¡Un gusto! Soy Jung Hoseok —inmediatamente sonríe, como solo él puede hacerlo, aligerando un poco el ambiente.

— El gusto es mío —escucho decir a Jae—, Park Jae —se dan un apretón de manos, y aunque al principio la situación parecía que iba a ir incómoda ya no.

— Hoseok es hermano de Soyoung —le cuento a Jae. Él abre sus ojos grandes en mi dirección.

— Vaya, eso lo explica todo —dice—, realmente eres muy bueno bailando, lo disfrutamos mucho —Jae hace una leve reverencia, y se ve tan tierno que no puede evitar sonreír.