Capitulo 20: cuando eramos jovenes

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—Paige, realmente creo que deberías considerar unirte a nuestra firma para las prácticas de verano. Te voy a recomendar. —Su rostro petulante me hizo enojar. Era tan engreído. Yo solía pensar que las estrellas de rock eran los hombres más egoístas del mundo... Matthew Price era el ejemplo de lo equivocada que estaba al suponer que ellos poseían la franquicia. Era cortés, guapo, y un completo y jodido cretino.

Un cretino al que le sonreí, con todo mi corazón. Le había estado sonriendo durante dos meses. Él era socio de un exitoso bufete de abogados. Una vez había querido alejar a los chicos malos. Ese sueño terminó, junto con algunos otros.

Asentí con la cabeza.

—Gracias, señor Price. Estaba pensando en ello. Dean me lo ha contado todo.

—Dean me miró y negó con la cabeza. Le sonreí—. Él habla muy bien de usted.

Dean se echó a reír y palmeó al señor Price en la espalda.

—Sí, bueno... somos viejos amigos.

Matthew se burló.

—Habla por ti. Estoy en mi mejor momento. —Se cruzó de brazos y le dirigió una mirada seria a Dean—. Te asegurarás de que ella termine en mis manos, ¿verdad?

Dean tragó.

—Bueno, tenemos algunas plazas excelentes para los estudiantes. Estoy seguro de que escogerá tu oficina, pero nunca se sabe.

Yo sonreí.

—Por supuesto, lo haré. Si me aceptan. —Lamenté cada palabra mientras las decía. Observé la cara de Matthew cambiar a la de un lobo y los ojos de Dean se oscurecieron con un ceño fruncido. Tartamudeé—. Y-Y-Yo quiero decir, estoy segura de que hay un montón de buenos candidatos, pero su firma es la que más me interesa.

Él asintió.

—Excelente. Nos pondremos en contacto a finales de mayo. —Él le sonrió a Dean—. Tenemos que reunirnos para jugar un partido de tenis.

Dean asintió.

—Sí, eso sería estupendo.

Matthew cogió mi mano en la suya.

—Hasta que nos volvamos a encontrar. —Acarició delicadamente mis dedos con los suyos y se alejó.

Le eché un vistazo a Dean cuando el salón se vació.

—Es tan espeluznante, pero quiero ese trabajo.

Él negó con la cabeza.

—Lo prohíbo.

Me reí y le entregué mi trabajo con una mirada engreída. Dean sacudió la cabeza.

—Me gustabas más cuando estabas en aprietos.

Me reí.

—Me gustabas más cuando todavía tenía una leve esperanza de que fueras heterosexual, y que posiblemente intentaras ligar conmigo.

Me golpeó en la cabeza con un periódico y me señaló.

—Ve, culo inteligente. ¿Nos vemos en una hora para tomar café?

Asentí.

Dean era la única pieza que quedaba de la antigua yo, él y el apartamento. No iba a dejar el apartamento. Había una oportunidad para hacerlo mío finalmente.

Metí en cajas la mierda del gilipollas, quemé sus sábanas y envié las cenizas de las sabanas junto con las cajas, a Nashville... C.O.D (Pago contra reembolso). Entonces salí, compré nuevas sábanas y arreglé la habitación dejándola bonita.

My Side [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora