Capitulo 01: esposas y aerosol de pimienta

3.3K 68 0
                                    

Los nervios no se retorcían en mi estómago cuando el avión aterrizó. No me sentía tan emocionada como había pensado que me sentiría. Había un nivel de libertad, mezclado con mis emociones, que estaba controlando todo lo demás y dándome una sensación de paz dichosa.

El hombre de atrás se apretó contra mí en la fila para desembarcar. Avancé hacia la señora ante mí, tratando de escapar del baboso. El avión, que había estado demasiado frío en el aire, era ahora un nido sudoroso de personas ansiosas y listas para salir de los confines de la estrecha pasarela.

Arrastré mi equipaje de mano hasta la zona de recogida de equipajes cuando por fin empezamos a caminar. La gente a mi alrededor parecía o cansada o excitada. Sólo unos pocos parecían no estar seguros de lo que sentían, como yo.

Recogí mi cabello rubio platino en una cola de caballo. El baboso me miraba desde el otro lado de la zona de recogida de equipajes. Rebusqué dentro de mi equipaje de mano y pasé la mano por el aerosol en el bolsillo de mis pantalones cortos. Lo llevaba conmigo a todas partes.

Derribaría al baboso en un santiamén.

Danny, mi hermano, me había comprado una mezcla especial de aerosol de pimienta que se suponía iba a ser letal. Observé al baboso con odio llenando mis ojos. Esperaba que lo pensara dos veces antes de mirarme. Le sostuve la mirada hasta que él se escabulló entre las sombras. No pensaba volverme un traje de piel. Vi El Silencio de los Corderos. Sabía lo de la loción en la espalda.

Las maletas empezaron a pasar por la cinta transportadora, cuando finalmente aparté mis ojos de su escondite. Alargué la mano y cogí la mía al reconocer el lazo rosa que mi madre había atado en ella.

Mi hombro ardió en cuestión de segundos por cargarla hasta la salida, detrás de la multitud de personas que salía.

—Puedo cargar eso por ti. ¿Darte un paseo a dónde sea que vayas?

Suspiré y me preparé para coger el aerosol mientras me daba la vuelta y me sorprendí al ver a un hombre joven con una barba rojiza.

Le sonreí.

—Gracias, pero tengo transporte.

Él hizo un gesto con la cabeza hacía el baboso de mediana edad con el gordo, sudoroso y repulsivo rostro oculto detrás de un pilar.

—Mantente lejos de ese tipo de ahí, él te estuvo mirando y murmurando alguna mierda espeluznante cuando estábamos en el avión.

Miré al inquietante tipo gordo y sopesé mis opciones. Si él estaba en el autobús conmigo, podría seguirme y encontrar mi casa. Si cogía un taxi podría seguirme con otro taxi. Mis entrañas señalaban que el pelirrojo era la mejor opción. Le entregué mi maleta.

—Está bien. Vamos.

Tal vez, podría vencer a este tipo. Era delgado y más como un despreocupado estudiante hipster que el baboso y acosador con traje de piel. De cualquier manera, había pánico e inseguridad dando vueltas en mi cerebro. Tuve que respirar profundamente.

Mi mente susurraba mentiras traicioneras, como si yo hubiera cometido un error o no fuera tan valiente como fingía ser. Sabía que no era cierto. Yo era valiente. Ya lo había demostrado una vez. Quizás más de una vez.

Seguí al pelirrojo al aparcamiento de corta estancia. Él se dio la vuelta.

—Mi nombre es Mick.

Sonreí.

—Encantada de conocerte, Mick. Soy Paige. —Eché un vistazo a mi reloj, quería estar en el apartamento a las cuatro de la tarde. Eran las 3:54; eso me daba seis minutos. Fruncí el ceño mientras él me miraba.

My Side [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora