Cambio forzado

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¿Él... Te a dicho algo sobre mi...?

Era la décima vez que le hacía esa pregunta en lo que iba de semana, y su respuesta a ello siempre era lo mismo, un profundo silencio acompañado por una negativa al mover su cabeza de un lado a otro.

El rubio se veía decaído, algo melancólico mientras acariciaba a Stripe #6. Pobre animal, yendo de una casa a otra cada vez que sus "padres" tenían una discusión que terminaba en un nuevo rompimiento temporal.

Era un extraño tira y afloja, una pelea innecesaria y una reconciliación empalagosa, un odio irracional y una muestra de amor incondicional, de volver a ser simples "conocidos" a ser nuevamente novios... Parecía que estuviesen jugando a algo de muy mal gusto a su parecer, y es que cada vez que ellos se separaban, él tenía que ser el intermediario de ambos... Y ya estaba cansado.

Los conocía desde hace cinco años, desde que su familia decidió mudarse a ese pueblo montañoso olvidado por dios en Colorado, se había vuelto un gran amigo de todos en South Park, aun con su expresión y actitud indiferente todos le querían, algunos mas que otros, aunque eso era algo normal.

Su gran y exagerado poder para hacer amigos siempre le facilitaba la vida, es mas, parecía que tenia todo ganado gracias a eso, y aquello lo detestaba, porque no existía algo como el "esfuerzo" de hacer amigos.

Desde hace años que realizó un voto de silencio, no emitir si quiera una palabra, que ninguna letra o sonido saliera de su boca, porque temía que si con su sola existencia parecía tener a todos detrás de él ¿Qué atrocidades podrían ocurrir si se dignaba a hablar?

Pero dejemos de hablar de él, ahora no se encontraba en una situación que le facilitara el recordar su pasado, ahora sólo estaba centrado en el cafeinómano que le miraba afligido, como si esperará de él una respuesta que nunca obtendría.

Usualmente... Craig ya debería...

¿Disculparse? ¿Arrepentirse? ¿Arrodillarse y suplicar por haberla cagado como por decimonovena vez? Oh claro que lo había hecho, la hoja de papel arrugada, guardada en uno de los bolsillos de su chaqueta, expresaba todo el arrepentimiento del bruto azabache... Pero no se la entregaría...

¿La razón? Es bastante simple, ya estaba aburrido de ver siempre lo mismo en ellos dos, tenían 15 años y no se daban cuenta que su relación no iba a parar en ningún lado, solo daban círculos en un ciclo absurdo que comenzaba a irritarlo de una manera que no le gustaba en lo absoluto.

Si, Tweek y Craig eran parte de su grupo de "mejores amigos" (si es que esa frase cobraba algún sentido en él) junto con Leopold y Kenny, pero ya no quería verlos de esa forma, en ese revoltijo de situaciones que le hacían dudar de que tan bien estaban de la cabeza.

Ciertamente tenían sus momentos de "sincero amor" como cuando nació Stripe #6 poco antes de que la pareja de cuyos "Stripe #4 y #5" terminaran en el estomago de algún animal.

Se sentían orgullosos, increíblemente felices, tanto que Craig al fin le dio a Tweek su primer beso después de tanto tiempo estando juntos.

Fue un momento maravilloso que tuvo el gusto de presenciar, fue mágico, casi hipnótico el ver como sus miradas se complementaban, se unían y combinaban con la del otro, parecían destinados a estar juntos por siempre.

No obstante aquello no duró mas de un año, y no, no fue culpa de ninguno de ellos que su relación estuviese en una espiral de decadencia, que comenzará a caer en picada igual que un avión en llamas, fue culpa de aquellos que vieron su relación como algo grotesco...

Entrar a la secundaría fue muy diferente de lo que imaginaron, la sociedad que los adolescentes erigían era mucho mas cruel y discriminadora de lo que pensaban... Su amor era una abominación para aquellos puristas religiosos y un abundante banquete para los bravucones... No se pudo evitar que gracias a ellos se resquebrajara hasta casi desaparecer...

Fragmentado (South Park)Where stories live. Discover now