Entre el bullying y el amor (Harry Styles)

Capitulo 39

-Ahh... sí, aquí estoy- Dije algo sorprendida al ver a Harry aún en la escuela.
-¿Por qué sigues aquí?
-Está lloviendo, y si salgo así me congelaré- Alcé los hombros. -¿Tu qué haces aquí? Creí que habría una gran fiesta y todos los jugadores están invitados.
-Bueno, de hecho me están esperando pero... Te he estado buscando.

Esperen. ¡¿Me estaba buscando?! ¡¿Durante media hora?!

-¿Por qué no me dijiste que verías el juego?- Interrumpió mi extraño silencio y sorpresa.
-Am... No lo sé, lo decidí a último momento.
-Vaya "último momento", me texteaste justo cuando iba a salir.
-Sí...-Jugué con mi pie incómodamente. Dios, estaba actuando como una estúpida.
-Bien... Emmm... ¿Te quedarás aquí o necesitas ir a tu casa?
-Claro que necesito ir a casa, esperaré que la lluvia cese y...- Pero en medio de mis explicaciones un trueno azoto nuestros oídos, dejándome en total ridículo. -...Y luego me iré- Concluí con resignación.
-Ajá...- Rió de medio lado, justo como me encanta. -Vamos, te llevo.

Mis ojos se iluminaron tanto que me fue prácticamente imposible disimular lo aliviada que estaba.

-¡Y no vayas a renegarte porque sé que necesitas un aventón!
-Gracias- Sonreí coquetamente. Dirigí mi cuerpo hacía la puerta, que estaba a uno cuantos pasos, pero la lluvia era tan fuerte que me detuve justo antes de salir.
-Ven aquí- Lo escuché a mi espalda y justo entonces un manto grueso cubrió mis hombros de par en par.

Me giré confundida y me encontré su sensual imagen con una camisa cuello V. ¿Qué no estaba con su chaqueta hace un segundo?

Oh, no...

La chaqueta la traía puesta yo.
Harry Styles acababa de darme su chaqueta, la chaqueta que jamás se quita, la chaqueta que jamás le ha dado a nadie.

-Harry...- Murmuré. -Qué estás...
-¡Apúrate!- Se adelantó. Me abrazó por los brazos y me dirigió corriendo hacia su auto.

En el interior de este andábamos completamente mudos.
Yo no me atrevía a articular palabra alguna, pues seguía exageradamente sorprendida por lo que estaba pasando.
Su chaqueta JAMÁS se la había dado a nadie. Era un tema de actualidad de la escuela, todo el mundo lo sabía, y ahora era yo quien la portaba encima.
¡Es que no lo podía creer!
¿Por qué yo? ¿Por qué ahora?

-Sana y salva, señorita _____- Pronunció graciosamente cuando estábamos en la puerta de mi casa.
-¡No sabes cuánto te lo agradezco!- Respiré hondo.
-Y el increíble Harry Styles lo hace de nuevo, gana un partido y salva a una niña pequeña de ahogarse en una misma noche- Sonrió heroicamente. Reí negando con la cabeza mientras me quitaba su chaqueta, pues debía hacerle falta. -No, quédatela...

¿Qué me la quedara? ¿Cómo podía ser esto posible? ¿Acaso estaba drogado?

-¿Qué no la necesitas?- Pregunté con mis ojos a punto de desorbitarse.
-No... Bueno, sí. Pero no esta noche. Además tienes frío- Me miró con ternura.
-Me sorprendes, Styles.
-¿Ah sí? ¿Por qué?
-No lo sé... Solo... Me sorprendes- Le dirigí un último gesto con los ojos y bajé de la camioneta.

Durante el fin de semana, aquella chaqueta no estuvo fuera de mis hombros ni un minuto. Independientemente del hecho que el clima era horrible y helado, y abrigaba bastante bien de hecho, estaba más que conmovida por su caballeroso acto hacia mí.
Aunque también me sorprendía bastante el hecho que no me hubiera llamado ni texteado para devolvérsela. Creo que si llegara a la escuela con ella puesta sería brutalmente atacada por todo el mundo y moriría de manera inmediata.
Por eso, entonces, tomé la iniciativa propia.

-¿_____?- Dijo Ann abriendo la puerta de enfrente. -¡Qué sorpresa! ¡Qué linda estás!- Alagó.
-Muchas gracias, señora Cox.
-Oh, por favor. Dime Ann.
-Está bien, señor... ¡Digo! Ann.
-¿Qué te trae por aquí?
-Tengo que entregarle algo a Harry, ¿está en casa?
-Claro. ¡Harry!- Le gritó rápidamente. -¡Te buscan! ¿En serio eres latina?- Cambió bruscamente de tono. -¿En verdad son tan dramáticos como en las telenovelas?
-Ahh... Pues...
-¿Qué pasa, mam...? Oh- Se detuvo al verme. -Hola, _____.
-Harry...- Dije cortésmente, acompañada de una simpática sonrisa.
-Bien, yo hago un mal tercio aquí, gusto en verte _____- Y se marchó rápidamente.

Harry dio un paso fuera de su casa y cerró la puerta.

-¿Qué ocurre?
-Ammm... Vine a devolverte esto- Saqué de mi espalda su chaqueta colgada de gancho en mi brazo.
-Gracias- La tomó delicadamente. -¿Por qué la devuelves?
-¿Qué no la necesitas? Digo, para tus juegos.
-Sí... Pero...- Volvió a ponérmela en los hombros. -Te vez linda con ella puesta. Te queda bastante grande.
-¿Gracias?- Reí bajando la mirada. -Oye... ¿Puedo preguntarte algo?
-Adelante.
-¿Por qué me la das a mí? Dicen que jamás de la diste a una chica porque...
-Porque nadie fue tan realmente importante para mí- Complementó, dejándome sin palabra alguna. Sonrió conclusivamente, con una mirada fija en mi que podía dejar a cualquiera sin palabras.

Así que lo hice.
Me lancé velozmente a sus labios, abrazando sus cuellos con mi manos, plantándole un apasionado y corto beso. Al separarme de él, mordí mis labios inocentemente, este solo rió de medio lado, sin alejarse mucho de mí.
-Pero que valiente eres- Y me acercó nuevamente para fundirnos en un dulce beso.