Capitulo 35

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-¿No quieres que me vaya?- Susurró a mi oído de la manera más anti Styles posible, ósea, delicadamente.

Negué con mi cabeza, aun dándole la espalda. Harry se deshizo de sus zapatos y se metió por debajo de mis cobijas, pasando uno de sus brazos por mi cintura.

Era oficial: Mis nervios estaban a punto de colapsar. Aunque le daba la impresión de que era la chica más relajada del mundo y que esto no era extraordinario para, en realidad era todo lo contrario. El chico más popular de la escuela había venido a mi casa, a estas horas, a dormir conmigo porque leyó en mi estado que me asustan las películas de terror. Incluso en la más tierna de las circunstancias, yo era patética. ¿Por qué demonios escribí eso?

Sí pensaba en continuar con mi plan de superarlo, estaba yendo por el camino equivocado. Lo correcto era pedirle que se fuera, y si no accedía, aventarlo por el balcón sin importarme que se rompiera los huesos. Pero no, por alguna razón no fui tan directa y aunque intenté que se fuera con mi aparente "está todo bien", creo que en el fondo sabía que no era así y tampoco le dije que se fuera de mi habitación.

Soy una tonta... ¡No, él es el tonto! ¿Qué clase de chico no entiende lo que "aléjate de mí" significa? Uno quien realmente esté interesado en ti... ¡No! ¡No volvería a caer en los trucos que me jugaba la mente otra vez! ¿Qué hace aquí? No lo sé, ¿Quiero que se vaya? ¡Por Dios que no! ¿No volveré a caer tan fácil? Pueden apostarlo.

Los sucesos de mi fin de semana se resumieron a repasar en mi cabeza lo siguiente una y otra vez:

A mitad de la noche, la puerta abierta en par de mi balcón comenzó a albergar un congelante frío en mi habitación que logró despertarme. Harry es la peor persona con la que podrían dormir alguna vez. ¡Me dejo sin con que taparme! Y yo moría. Pero entonces el despertó, y notó todo lo que ocurría. Yo seguía dándole la espalda, por más que esto fuera un gran paso no podría mostrarme lo suficientemente débil. Hizo una especie de movimientos que no pude decifrar y se sacó su sudadero Jack Wills gris y la puso sobre mí.

-Ten...

-Gr-Gracias- Tartamudeé. De un solo salgo me la puse y me acosté otra vez dándole la espalda.

-Así que...- Rió. -¿Aun no bajas la guardia?

No respondí. Que mi silencio fuera su respuesta.

-Está bien, está bien...- Retomó su misma posición, de nuevo abrazándome por la cintura y haciendo que un choque eléctrico recorriera mi cuerpo. Tan solo se aferró a mí y durmió nuevamente.

Algo cerca a las diez de la mañana desperté impactada por lo que había ocurrido, pero Harry ya no estaba allí... Ni en ninguna parte. Así fue como pasé una noche con Harry Styles; sin peleas, ni gritarnos. Sin sexo, ni siquiera un beso... Dejándome como única prueba viviente: Su sudadera.

Al lunes siguiente en la escuela, decidí que era tiempo de tomar una decisión. Mi vida no se podía basar en un día querer a Harry y al siguiente querer olvidarlo para siempre.

Así que sometería a prueba las cosas, y por cosas me refería a él. La sencilla e infalible prueba de si valía la pena o no... Acercarme y hablarles frente a sus amigos:

-Harry...-Dije, y como si fuera sorpresa todos clavaron sus miradas en mí, siendo Harry el último, pues me daba la espalda.

-¿Sí?

-Aquí tienes- Estiré con firmeza mi brazo con su sudadera en la punta de mis dedos. -La olvidaste...

Este me dedicó una mirada de arriba abajo. Aquí se decidiría todo: Si era gorsero, adiós para siempre. Si no: Le daría una dura segunda oportunidad.

La tomó con algo de duda.

-Cierto. La olvidé. Gracias.

Y sin más continuó hablando con el resto, que parecían estupefactos al ver que no recibí un "largo de aquí, insecto" de su parte.

Maldito.

Lo odio.

...

Por qué tendré que darle otra oportunidad, cuando en realidad sé que esto será sumamente doloroso.

"Encuéntrame donde está aparcado mi auto a la salida - Harry".

Entre el bullying y el amor (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora