Entre el bullying y el amor (Harry Styles)

Capitulo 29

Química.


Cómo Harry es un inútil bueno para nada que solo duerme y duerme en clase de biología con la excusa de que "los entrenamientos lo tienen agotado" llevábamos tres semanas en el mismo laboratorio que debimos terminar hace dos. Me atrasa. El maestro dice que si Harry no colabora no me dará una nota completa. No sé a él, pero a mí sí que me importa.

-¡Quieres por favor dejar de recostarte!- Le grité.
-______- Gruñó, escondiendo la cabeza en sus brazos. -Eres muy molesta...
-Y un árbol tiene más acción que tú. ¡Ayúdame con esa mezcla más bien!- Pero no hubo respuesta de su parte. Ya estaba lo suficientemente estresada como para hacerle caso omiso a sus ataques de "ignoremos a la enana". -¡Styles!
-¿Cuál es tu problema? ¡Todos ya se fueron! Hazlo tú, el maestro nunca lo sabrá.
-Harry... No podemos aplazar esto más, nos estamos atrasando.
-¿Y?
-¿Y? ¡Por Dios, como puedes ser tan desinteresado!
-¿Y cómo alguien tan fastidioso puede ser tan pequeño?
-... Eres un tonto- Regresé a la mezcla que se condensaba lentamente por el fuego, rindiéndome... Otra vez.

Este no se limitó a responder, escurrió su rostro en el mármol y continuó holgazaneando como siempre.

-Al menos... ¿Podrías vigilar el fuego mientras voy por los tubos?
-¿EN SERIO?- Me miró con cansancio.
-Un poco de esfuerzo no te dañará- Me levanté de la mesa de laboratorio y me dirigí a donde estaban guardados todos los implementos.




Harry's POV.

Ya era lo suficientemente molesto trabajar en biología con esa enana caprichosa, y ahora también tenía que aguantarme sus reclamos y quejumbres todo el tiempo.
Al parecer no entiende bien las cosas:
Soy Harry, no trabajo, las personas trabajan por mí. Eso es todo. Ella debería saberlo, puesto que hizo toda mí tutoría de lenguas. Pero entonces vigilaría la llama, para sacármela de encima y poder decir que si hice algo por mínimo que fuera.
Pero entonces vigilar se quedó corto en diversión cuando mis ojos pasaron del fuego al incendio...

¡¿Desde cuándo ______ tenía ese trasero?!

Dios mío todo su conjunto le quedaba fascinante pero en especial la parte de atrás. Nunca me había fijado, era increíble, mejor que el de muchas chicas de esta escuela.
Tenía que probarlo, desesperadamente. Y, analizando mejor la situación, qué mejor que en este oscuro y solitario laboratorio de biología en donde podíamos tardarnos el tiempo que quisiéramos "haciendo un experimento". Claro que abría química, la química de Harry Styles.

-¿De dónde sacaste este trasero?- Dije a su odio, pegando mi masculinidad en el anteriormente nombrado, sintiéndolo en todo su contexto. Sentí como se tensó de inmediato, soltó los tubos de ensayo que había tomado los cuales, afortunadamente, no se rompieron.
-Ah... Yo...
-Shh...- Corrí su cabello a un lado para tener mejor accesibilidad a su cuello. -No digas nada.

Paseé mis manos por su cintura, primero por su blusa y luego debajo de ella. Notaba su piel de gallina y su inmovilidad por la situación. No tenía salida. Haría lo que fuera con ella aquí y ahora. Acariciaba su increíble silueta, sorprendiéndome por no haberle echado un ojo antes y aprovecharlo.
_______ comenzó a temblar de deseo. Conocía bastante bien a las de su tipo: Novatas. Siempre tenían las mimas reacciones. Pero en vez de esto espantarme, me hacía excitar más aún.

-Harry...- Suspiró y volteó su cuerpo quedando frente a frente, dándome ahora acceso a su abdomen, aún por debajo de su ropa. -Espera.

Y de repente desbordó toda la ternura que una mujer podría albergar adentro. Me miró con esos ojos directamente con confusión y algo de inseguridad. Su tono no pudo ser más inocente porque no era una bebé. Se había trasformado en una niña, tan pura y tan tímida que empezaba a provocar una guerra en mis adentros.

-Nadie vendrá...-Dije para tranquilizarla.
-¿Seguro?- Cuestionó con la misma ternura de antes. ¡Esta mujer me estaba matando!

Asentí con mi cabeza y pegue mi frente contra la de ella. Aún no parecía cómoda con la situación, sus ojos la delataban sin remedio. Saqué mis manos y sujeté su rostro con delicadeza, ______ cerró los ojos dándome una señal de luz verde para deleitarme de sus pequeños labios.

Aquel beso no fue como los anteriores.
Una revolución de hormonas hicieron de las suyas en mi cabeza. La besé con toda la pasión de mi cuerpo. Al principio parecía tímida, pero después de unos segundos correspondió, pasando sus manos por mi torso, técnicamente, dándome un abrazo.

Por un demonio, la ternura de esta chica estaba empezando a acabar conmigo.
Mis pensamientos lujuriosos se dispersaron, dándole paso a unos muchísimos más sentimentales.
_______ escondió su cabeza en mi cuello y empezó a proporcionarme pequeños besos en este. Momentos después la tomé de la cintura, la levanté y la coloqué sobre el mármol de una de las mesas vacías del laboratorio. Enredó sus manos en mi cabello, al mismo tiempo que yo lo hacía en su cuerpo. Abrazaba su cintura y una pequeña parte de su hermoso trasero. Deslicé una de mis manos a sus piernas y le dirigí unas mortales caricias que ponían su piel débil, sensación que me solo me encendía más.


-Oye, _____, podrías... ¡OH POR DIOS!- Fuimos terroríficamente interrumpidos por...