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"Podría decirte tantas cosas, pero si te fijas en la forma en la que te miro, ya deberías saberlo todo."

***

Me despierto por un dolor en el estomago, recuerdo lo que paso y me levanto bruscamente sintiendo que mi cabeza va a explotar.
Analizo el lugar en donde estoy, lo conozco, es el cuarto de Jeff.

—Tranquila, estas bien— se sienta alado de mi y me pasa una pastilla y un vaso de agua —esto te ayudará con el dolor, vino el doctor de la familia a revisarte —pongo la pastilla en mi boca y doy un pequeño sorbo de agua— por suerte, ese hijo de pu... — se queda en silencio unos segundos —estuvo a punto de romperte una costilla — voltea a verme, siento su mirada intensa — si solo yo hubiera llegado antes...—

—No...— lo interrumpo— fue mi culpa, no debí dejar la fiesta sola, sabia a lo que me exponía— pone un mechón de cabello detrás de mi oreja.

—Se arrepentirá de haberte tocado— sus palabras provocan un escalofrío por todo mi cuerpo — deseara no haber nacido nunca.—

—Jeff...— su mirada se relaja.

—Lo siento, es que si solo te hubieras visto, ahí, tirada en el suelo...— trago saliva.

—Gracias— lo tomo de la mano y el la aprieta dulcemente — ¿cómo es que tu...?—

—¿En verdad crees que te iba a dejar ir sola?— niega con la cabeza — cuando te diste la vuelta entre a la fiesta a buscar a Nate para que fuera conmigo, pero el imbécil se tardo en salir por estar con una chica en el baño— suspira — corrimos varias cuadras para poder ir detrás de ti, pero caminas muy rápido mujer —sonrío pero hago una mueca de dolor al sentir un punzón en el estomago — cuando dimos la vuelta en esa cuadra te vi tirada en el suelo y a ese tipo golpeándote— veo como su mandíbula se tensa y aprieta los puños— no pude ver mas de un segundo, me lance sobre él, si Nate no hubiera estado ahí no sé que hubiera pasado...— se queda callado, parece como si estuviera recordando todo otra vez—

—¿Lo dejaste muy mal?— me atrevo a preguntar.

—Pues...si no fuera el hijo de...mi papá, tal vez estaría en la comisaría— se encoge de hombros.

—Gracias de nuevo— paso mi mano por su cabello despeinandolo un poco.

Toma mi mano y la lleva hasta sus labios dándome un pequeño beso, después lleva su mano hasta mi rostro y acaricia mi mejilla, mis ojos se cierran al sentir su tacto.

—¿Que estas haciéndome?— abro los ojos y me sobresalto al verlo a milímetros de mi. — eres mía — niego pero no me alejo —lo eres— niego de nuevo y sonríe.

Espero a que sus labios toquen los míos, pero el lugar de eso siento besos suaves en mi cuello y en el lóbulo de mi oreja hasta que por fin llega a mis labios.

Lleva su mano hasta mi pierna y la caricia de arriba a abajo, después de dirige a mi cintura e introduce su mano por debajo de mi blusa, doy un brinquito al sentir su frío tacto mi piel, ríe sin dejar de besarme.

Su mano hace un camino desde mi ombligo hasta mi pelvis, mi respiración se entrecorta cuando su mano sigue bajando llegando hasta mis panties.

NO ES UN MONSTRUODonde viven las historias. Descúbrelo ahora