MADELEINE, LA NIÑA DE LAS SONRISAS

19 1 0
                                    


- Señor, me han dicho que debía llamar a este número y me han dado esta dirección.
- ¿Has venido sola?
- Sí.
- ¿Y tu padre?
- Se ha ido.
- ¿Y tu madre?
- Está muerta.
- Eso es terrible.
- Lo es, no quiero hablar de eso.
- Entiendo.

Soy Madelaine. Ah... Hoy he caminado mucho, me duelen las piernas😩  Encima llevo semanas sin dormir, creo que ya me he acostumbrado. Nunca pensé que algo así me pasaría a mí. Papá ya llevaba bastante tiempo desaparecido y mamá enferma, hasta que la muerte tocó su puerta, un día que llegué a casa después de trabajar vendiendo el pan que quedaba me la encontré en la cama rodeada de moscas y medio comida por las ratas.
Ya no tenía a dónde ir.

Uno de nuestros vecinos me dio un papel con un número y una dirección, pensé que podía fiarme de él...
Pero esto era el infierno. Quise matarme. Yo sólo quería ir a la escuela como cualquier otra niña normal y en lugar de eso fui engañada, y así terminé en este tugurio, trabajando para complacer a viejos verdes y pedófilos. Cuando no hacía lo que me pedían me castigaban de forma cruel: uno de ellos consistía en desnudarme, atarme y atizarme con un bastón hasta que me saliera sangre. También era violada fuertemente por todos ellos cada día. Querría ir a la escuela...

- Oye, oye, Madelaine, ve a ver a nuestra jefa, que ha dicho que quiere conocerte cielo.
Le miré con asco, no pude evitarlo, estaba desnudo y lleno de arrugas y venas. Aún así nada podía ser peor ya así que le hice caso y fui  a ver a esa mujer.
Pasé por el pasillo y llegué a una puerta en la que ponía "Ripped face". El nombre en sí ya no me dio mucha confianza. No quise entrar pero por alguna razón sentía que tenía que hacerlo, y así lo hice. Pero cuando me disponía a entrar escuché algo detrás de mí. Parecía una risa extraña, como si la persona que se estaba riendo estuviera moribunda. Se oía algo entrecortada y me sentí observada, no me atreví a darme la vuelta. Entonces escuché a la persona moverse como si se estuviera arrastrando y me dio un escalofrío. Me vi obligada a darme la vuelta cuando escuché una caída. Pero no había nada. Me quedé extrañada. Cuando me estaba dando la vuelta de nuevo hacia la puerta, me cayeron gotas en la cara y me quedé paralizada ante lo que tenía delante de mí.

 Cuando me estaba dando la vuelta de nuevo hacia la puerta, me cayeron gotas en la cara y me quedé paralizada ante lo que tenía delante de mí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Era un señor horrible, si es que era un señor. No sabía qué hacer, él se quedó mirándome con esa sonrisa siniestra. ¡No lo entiendo! ¡¿Qué rayos le pasaba a ese hombre?! Yo me atreví a gritarle, enfurecida:

- ¡¿De qué narices te ríes?! ¡Déjame pasar pedazo de impresentable!

Después de oír eso giró su cabeza hacia la puerta de repente. Su cuerpo no, solo su maldita cabeza.

- jคjคjคjคjคjคjคjค

De repente empezó a reírse muy fuerte y a petar a la puerta con una fuerza descomunal, como si quisiera echarla abajo.

- ¡Eh! ¡Para ya! ¡¡TE DIGO QUE PARES!!

Él paró y volvió a girar su cabeza hacia mí. Esbozó una sonrisa y le empezaron a caer gotas negras de sus ojos. Creía que estaba soñando porque no me creía lo que estaba viendo. De repente su cabeza empezó a separarse de su cuerpo y se cayó al suelo ella sola, sus ojos me miraron. Obviamente empecé a gritar muy fuerte después de eso y mientras pedía ayuda petaba a la puerta. Nadie venía a ayudarme y la puerta tampoco se abría. ¿No había nadie? No, eso no era posible si me habían dicho que esa mujer me estaba esperando allí para conocerme.

HISTORIETAS PARA DORMIR PLÁCIDAMENTEWhere stories live. Discover now