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Mi corazón latía tan rápido que pensé que podría darme algo. Golpee varias veces la puerta hasta que pude ver como Scott apareció algo confuso y abrió la puerta.
- Lo siento se que está cerrado pero debes ayudarme... -hable tan rápido que creo que no entendió nada de lo que le dije.- no lo vi, se atravesó en el camino y sucedió.
Él frunció el ceño y dio unos cortos pasos hasta poner sus manos sobre mis hombros.
- Kara, cálmate –inhale con fuerza porque realmente estaba muy aterrada.- dime despacio que sucedió.
Le explique lo que sucedió con la voz entrecortada y las manos temblorosas, realmente sabía que había sido mi culpa pero no quería ser culpable por la muerte de un animal indefenso. Estaba enviándole un mensaje a Shawn porque aun seguía sin dar señal de vida y cuando levante la vista lo vi a mitad de la calle y no pude hacer nada para evitar golpearlo con el auto.
- ¿Recuerdas donde sucedió para enviar a control animal?
- En realidad no... -me miro asustado.- pero está en mi auto, no podía dejarlo botado en la calle.
Él salió de la veterinaria y lo guie hasta donde estaba el auto de mi padre en realidad, allí abrí la puerta trasera donde estaba el can acostado sobre una colcha. El agua caía sobre nosotros y no había que ser un adivino para saber que toda mi ropa estaba empapada completamente.
El can latió en cuanto Scott trato de acercársele y retrocedi un poco asustada.
- ¿Estás bien?
Asentí abrazándome a mí misma y él ladeo una sonrisa.
- Solo está asustada.
- Créeme que ya somos dos.
Scott se le acerco y el animal dejo de estar agresivo, él tomo al can entre la colcha y corrió adentro de la veterinaria, cuando estaba por cerrar la puerta trasera mi móvil se ilumino en el porta vasos. Lo tome y entre a la veterinaria para resguardarme de la lluvia.
Estaba muy asustada, no quería que al animal le pasara algo por mi culpa.
Camine por el pasillo hasta donde estaba Scott revisando al can y desbloquee mi móvil, tenía un mensaje de Shawn.
Shawn.
No quiero hablar ahorita, Kara.
Nos vemos mañana.
Apreté el móvil en mi mano y solté un suspiro. La situación ya estaba sacándome de quicio, quería gritar de la impotencia porque realmente esto estaba fuera de control. Detestaba cuando se comportaba como un completo asno.
- Creo que su pata está rota.
La voz de Scott logra sacarme de mis pensamientos y lo miro curiosa.
