Y luego sucedió, One Direction, mi banda favorita había decidido tomar un descanso y ahora todos la estaban queriendo hacer de Justin Timberlake. Pero a pesar de eso, los cinco seguían teniendo mi apoyo incondicional, y a pesar de ya tener 22 años, me seguía emocionando como si tuviera 16 otra vez.

—Ay por Dios Hann, ya vendrán más conciertos.

—Bien. Okay, lo siento, es solo que me frustra porque estará en la misma ciudad que yo, te aseguro que hasta ya está aquí.

—Supéralo, hermana, tienes 22 años, ya estás grandecita.

Bufé y sentí los ojos de mi madre mirarme a travez del retrovisor.

—No hagas ese sonido, compórtate, y Sebastián tiene razón, ya estás grande.

Abrí la boca y me quejé con falsedad.

—¿Habla enserio madre? Yo al menos escucho algo real, ¡Él sigue con su Dragon ball o como se llame!

—¡No te metas con eso, tonta!

—Basta los dos, por Dios, Sebastián, te quejas de Hann cuando tú tienes 24 y te gusta esa caricatura de niños de primaria.

Já, punto para mi.

—Gracias, Pá.

Él se rió entre dientes y volvimos a mantener el silencio, otra cosa sobre mi, mi familia es la cosa más importante para mi, soy una mimada de papá y mamá, prefería estar en familia y con ellos.

Aunque quiera arrancarle los cabellos a Sebastián la mayoría del tiempo, y también a mis padres.

Ellos son lo mejor, estoy consciente del nivel económico que tenemos, es alto, y con decir esto me hace sentir orgullosa de ellos, porque gracias a su esfuerzo pudieron hacer la "fortuna" que tienen ahora.

Los padres de mis padres, mis abuelos, migraron hacia mi país en busca de mejores oportunidades, ambos venían de la pobreza, más mi padre que mi madre, se conocieron en la universidad, se enamoraron y casaron, para resumir, con sus ahorros y varios préstamos bancarios pudieron formar su propia empresa constructora y gracias a los esfuerzos lograron pagar las deudas, tener mucho éxito como arquitectos en la empresa, y por eso me hacían sentir tan orgullosa.

Mis padres siempre contaban con sentimiento todas las necesidades que pasaron y que yo no pasé gracias a ellos. Valoro mucho lo que tengo y siempre les estaré agradecidas, no importa qué.

Hemos tenido experiencias irreemplazables, viajado por el mundo y muchas cosas más, todo gracias a ellos.

—Pá, ¿es esta fiesta para la esposa de Emilio o de alguien más?

Emilio era el socio de papá, quien era un señor súper estricto; igual que mi padre.

—No, Hann. Para su hija, creo.

Lo miré y sentí una sensación rara, un sentimiento que hizo que mi estómago revoloteara y vi su sonrisa por el espejo.

Bien, solo quedaba esperar a que llegáramos, odiaba el tráfico.

****

Ay mierda.

El sector de Hollywood Hills era otra cosa, los altos edificios se veían increíbles a la luz del sol, las personas se veían diminutas, desde lejos podías verlas corriendo hacia los taxis, haciendo ejercicio, comiendo, paseando, etc, era bellísimo.

Me giré y observé la decoración en la terraza en forma de cuadrado del edificio.

Una inmensa carpa blanca nos brindaba la sombra, el bar de los cócteles estaba justo enfrente mío, cruzando la terraza, varias mesas distribuidas y decoradas preciosamente, candy bar y en el centro estaba la pista de baile, donde se iba a tocar la música era donde yo estaba parada, aunque no había ningún artista presente para que me bajase del templete.

Había decoración en rosa bebé, muchas flores llamadas nuvecillas y rosas rosas.

Eran ya las seis de la tarde y moría por irme al hotel a dormir o salir a explorar, aunque eso podría hacerlo al día siguiente. Si, dormir sonaba bien.

Había grabado para mis redes sociales, aunque no soy mucho de usar mi teléfono, quería compartir las vistas, me sentía orgullosa de mis 800 seguidores en Instagram, era un tema de conversación entre mis amigas y yo porque me decían paranoica por no aceptar a mas personas en Instagram.

Parte de ello fue una experiencia no muy placentera que le pasó a una de mis compañeras de preparatoria, así que desde ese entonces trataba de sólo tener agregada a personas que conocía en persona en la escuela o lugares que solía frecuentar y que me caían bien.

—Hannia, vamos, ya terminó la fiesta, papá está por allá.

Seguí a Sebastián y saludé a Emilio y Juliana, los padres de ¿Mariana?, no recuerdo el nombre, no éramos cercanas.

—Hola, Hann, ¿cómo estás?

—Muy bien, señora, estuvo genial la fiesta, Mariana se veía preciosa.

—¿Cómo vas con la universidad? Espero y bien, eh. Vaya carrera que haz elegido.

Me reí un poco y me encogí de hombros.

—Va bien, y si, la arquitectura es aburrida, creo que cambiaré la carrera a derecho.

Emilio detectó mi sarcasmo y se rió junto con mis padres, Sebastián estaba con el celular, que milagro.

Juliana sonrió colocó su mano en mi hombro.

—Hija, Emilio y Juliana tienen algo que decirte, no te alteres por favor, ¿si? Ya te conozco.

Los miré a todos con el ceño fruncido, confundida con las palabras de mi papá y dejé que hablaran.

—Verás, Mariana se retiró porqué no se sentía bien, al parecer le empezó a doler muchísimo la cabeza, tiene migraña.

—Oh, Dios, ¿ella está bien? No lo sabía, podría hacerle algo de compañía si me permiten.

Ellos sonrieron amablemente y negaron, mientras una sonrisa se formaba en la cara de mis padres y los de Mariana.

—Mariana tenía un regalo de cumple años que no le dimos porque nos dijo como se sentía, y decidimos no decirle, pero una persona aquí me ha dicho que tú morirías por tenerlo.

Okay, ahora si estoy confundida, ¿qué podría querer tener, hasta el punto de morir para tenerlo? Moriría por un nuevo auto, un koala, un concierto para Harry Styles, comida, un perro, un momento...

Harry Styles.

Mi cabeza se giró hacía mis padres que estaban por morirse de la risa y mi hermano empezó a reír primero, escandalosamente, como siempre, y miré Emilio y Juliana, que sonreían mientras ella sacaba algo de su cartera.

Oh Dios, Jesús, María y José.

—Pensamos que como nuestra hija no los necesitaría, podíamos darte estos boletos de este muchacho, ¿cuál era el nombre? Ah si, un tal Harry.

No podía hablar, mi pulso estaba acelerado al millón, mis ojos llenos de lagrimas al leer las pequeñas letras vip y la otra backstage escritas en el ticket, oh mierda.

—Harry Styles, o-oh Dios, n-no puedo c-creerlo, ¿esto es real?

Estaba en shock, no tenía palabras para explicar lo que sucedía, todo pasó muy rápido, la llegada en el auto, la fiesta, el baile, la comida, el final y ahora esto, mierda voy a llorar, mierda ya estoy llorando. Mis padres estaban mirándome divertidos con la situación mientras que Sebastián grababa mi reacción, y los padres de Mariana sonreían amablemente.

—Muy real, Hannia, muy real.

Oh mierda, conocería a Harry Styles.

***

Bienvenidos a este pequeño fanfic sobre Harry, quise tratar de hacer a Hannia como un personaje diferente a todas las qué hay ahí afuera, así que tomé la decision de hacerla La Niña rica y linda que todos aman y tiene una vida perfecta, no lo sé, quería algo diferente.

Espero lo disfruten tanto como yo lo hago escribiendo, x.

his fame | harry stylesWhere stories live. Discover now