Capitulo 20

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—Ya, Taehyung. Basta —Jungkook sonriendo se revolvió en las piernas del alfa intentado separarse de él.

Estando sentado a horcajadas sobre Taehyung en el asiento del conductor, Jungkook no tenía mucho a donde moverse si no quería que el volante se presionara contra su espalda.

—Cinco minutos más, bebé —Taehyung lo sujetó de la cintura más estrechamente y lo volvió a colocar sobre su regazo sin importarle si su pulcro traje se arrugaba por los movimientos juguetones de Jungkook. Probablemente sus pantalones ya tenían pequeñas arrugas, pero daba igual, si ese precio debía pagar para tenerlo en sus brazos, era una paga muy insignificante.

—Llegamos cinco minutos antes de que empezaran las clases y llevo más de veinte sobre tus piernas y estoy seguro que ya huelo lo suficiente a ti —Jungkook colocó sus pequeñas manos sobre las mejillas levemente rasposas y se inclinó a dejar un beso ligero sobre los labios rojos.

—Quédate cinco minutos más —Taehyung hizo un puchero triste y adentró las manos bajo la camiseta de Jungkook para acariciar por enésima vez la piel suave de sus caderas.

—Dijiste eso hace diez y estoy más que seguro que no me dejarán entrar a las próximas dos horas —Jungkook suspiró resignado —Es mi primer día y llego tarde.

El omega revisó los alrededores a través del cristal polarizado y se dio cuenta que no había ni un alma afuera de la universidad, incluso a aquellos que eran impuntuales por naturaleza seguro ya estaban dentro de algún aula lejos del frío viento que movía los árboles con violencia.

—Tengo que ir, cariño —Jungkook enganchó sus brazos al cuello del castaño y lo abrazó apretado dando una profunda inhalación a su embriagante olor. Aún no estaban lejos y ya empezaban a sentir el inminente vacío en sus pechos —Prometo que en cuanto terminen las clases iré a verte.

Los dos hablaron eso el sábado en la noche después de que Jungkook fuera a traer más ropa a su habitación para salir corriendo minutos después de su casa antes de que Hye empezara con sus gritos histéricos. El domingo tuvo que dormir ahí inminentemente ya que habían sido demasiados días fuera y no quería seguir evitandolos y hacer la reprimenda más larga.

Sin embargo él dormir ahí no significó que pasara la noche gélida solo en su cama. Taehyung se coló en su habitación una hora después de que sus padres se fueran a dormir y acurrucandose en su pecho dejó de sentir la inquietud que lo apresaba cuando estaban lejos. Antes del alba el ojimarrón desapareció para volver un par de horas después duchado y con ropa limpia. Lo esperó una calle abajo para dejarlo en la universidad antes de desaparecer e ir a la oficina.

Pero eso último aún no lo hacía, simplemente no quería dejar a Jungkook ahí cuando ni siquiera era necesario que su omega asistiera a la escuela y después buscara un empleo. No cuando su alfa era perturbadormente millonario.
Pero de nuevo Jungkook se negaba a eso, no se sentía cómodo con simplemente tener una tarjeta con acceso directo al dinero que Taehyung había hecho con su propio esfuerzo. Primero terminaría la universidad y después ya vería que hacer.

—No, no quiero que te vayas —Taehyung lo vio con aquellos hermosos ojos marrones que hicieron a su corazón dar un tirón de culpa. Culpa por dejarlo solo. Maldito Taehyung manipulador con aquellos preciosos ojos de cachorrito. Y todos creían que engatusar era el trabajo de los omegas —No me dejes.

—Sólo serán un par de horas —Jungkook metió la mano en el blazer del impoluto traje de hombre de negocios del alfa, y del bolsillo interno sacó el celular de Taehyung para poder ver la hora.

Jungkook sonrió como una adolescente hormonal al detallar de nuevo a Taehyung en aquel vestuario tan formal que ya era habitual. Porque era imposible no babear sobre él cuando se veía tan imponente y altivo en aquella ropa que no encajaba para nada en el mundo de Jungkook. El omega adora la forma que sus diversos trajes a la medida dejan su silueta corpulenta a la vista. Le fascina los blazers que enmarcan sus amplios hombros y rematan en sus caderas y cintura estrecha. Ama los tirantes en sus pantalones de sastre. Pero lo hace suspirar sin remedio verlo en ropa informal, con botas, skinny jeans demasiado ajustados y chamarras de cuero. Taehyung se veía hermoso con cualquier prenda, incluso con sus holgados shorts y camisetas desgastadas hacían la sangre de Jungkook bombear con deseo.

Trágicamente Omega - kth + jjk 『Omegaverse』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora