Extra

5.4K 595 247
                                    

La respiración de ambos trataba de regularizarse después de tan ardiente sesión de sexo. No era extraño para ellos, estaban saliendo, de nuevo, oficialmente, y técnicamente ninguno era virgen –aunque sí, su primera vez fue entre ellos, pero eso es tema aparte–. No había tabú, no había un hasta el matrimonio, ni ninguna de esas mierdas. Los adolescentes de ahora tenían libertad, sin llegar al libertinaje.

Serían pasadas las 2 de la mañana, y a ninguno le importó en lo absoluto. Los señores Tweak tenían el sueño pesado para ser gente amante del café, aunque no les culpaban. Trabajar en la cafetería todo el puto día, cada día del maldito mes hasta cumplir el año, por lo que queda de sus vidas, bueno, cansaba a cualquiera. Pero para Tweek y Craig eso era una ventaja.

El pelinegro podía escabullirse de casa, aparecer por la ventana y ver al rubio, besarse como si hace horas no lo hubiesen hecho, y dejar la cama y habitación hechas un desastre por coger como conejos. Ninguno de sus suegros se enteraba pues apenas amanecía, Tweek le sacaba a patadas de su cuarto, ya que no quería ser descubierto por lo que la presión podría causarle.

El rubio estaba acomodándose mejor en lo que se podría llamar cama, tratando de conciliar el sueño. Mierda que había olvidado que aún estaban entre semana, si no se dormía al menos las horas restantes, iba a despertar como un puto zombie. Bostezó antes de dormir, acurrucándose en el pecho de Craig que le serviría de almohada, ya que por estar cogiendo, estas llegaron a parar al otro extremo del cuarto.

– Tweek – Debió vérselo venir. De seguro era otra de esas charlas incómodas después del sexo. Suspiró con cansancio. Quería DORMIR.

– ¿Qué sucede? – Murmuró con los párpados cerrados. Un seco ¿Qué? Pudo servir para callarlo, pero debía tratar bien a su novio, además de que Craig casi no hablaba en esos casos. Debía ser algo importante.

– ¿Quién te coge mejor, Marsh o yo? – Retira lo dicho.

– ¿Perdón?

– Solo responde – Tweek se tomó su tiempo. ¿Qué mierda?

– Craig, son las dos y media de la madrugada.

– No me cambies el tema – El pelinegro estaba comenzando a irritarse. Tweek no quería responder nada porque no sabía realmente qué decir.

– ¿Por qué la pregunta? – Evadió, con otra pregunta. Para variar.

– Dime – Exigió Tucker, comenzando a fastidiarse de la tardanza de la respuesta. El rubio se quedó callado sin contestar – Así que... él es mejor que yo, ¿no? – Genial, lo que faltaba.

– No es eso, Craig – Otro bostezo. Había dos posibilidades, que Tweak se durmiera o que se le espantara el sueño, y para ser honesto, no quería ninguna – Tú y él son diferentes, pero no por eso uno es mejor que el otro. Sé que te acostaste con chicas que de seguro sabían moverse mejor que yo.

– Pero ninguna apretaba tan bien como tú – Que bueno que la oscuridad inundaba la habitación o la cara de semáforo de Tweek hubiese sido vista por su novio.

– Si quieres que te diga que tu pene es más grande, pierdes el tiempo porque los dos lo tienen exactamente igual – Regañó el rubio. Ahora era él quien estaba comenzando a irritarse.

– Pero quien lo usa mejor, ¿él o yo?

– Escucha, no sé por qué sacas el tema de repente cuando lo de Stan y yo pasó hace medio año; te recuerdo que él sale con Kyle, y que yo estoy contigo.

– Eso no contesta mi pregunta.

– Sí que eres hijo de puta si te lo propones.

– Me lo dicen seguido – Tweek no pudo verlo, pero sabía que una sonrisa socarrona estaba en la cara de Craig. Suspiró, cansado, por sueño y la plática. Se movió lo que pudo hasta llegar a los labios ajenos, y darle un beso.

– La diferencia es que tú me gustas, idiota, y por eso causas más sensaciones en mí – Le explicó el rubio, con sus labios aun cerca, rosándose, sintiéndose, amándose.

– ¿Y lo del pene? – En serio que Craig no se cansaba.

– Vete al carajo – Tweak dejó todo romanticismo para acomodarse mejor para dormir. Se quitó del pecho del pelinegro y se giró, dándole la espalda.

Honeeeey – Lloriqueó infantilmente el otro mientras le intentaba abrazar por la cintura hasta que lo logró, quedando de cucharita. Al menos ahora podían dormir – ¿Entonces? – Una petición en susurro.

Craig no iba a detenerse hasta escuchar una respuesta, y Tweek lo sabía, estaba cansado, y ahora también molesto. Si su novio quería una maldita respuesta, pues se la daría, con toda honestidad.

– La puta diferencia entre Stan y tú, es que él se quedaba callado y me dejaba dormir después del sexo.


Bien, esto si es el fin definitivo, pero quiero dejar en claro ciertas cosas. La primera es que a mí el romance no me va; sí, escribo de él y todo, pero realmente no es mi fuerte, a menos que sea todo fluff y nada más.

La cosa es que mi principal "arma" es la comedia o humor, como quieran decirle, y la gente que me conoce de antes puede confirmarlo. No soy de ponerme seria ni en los casos más extremos.

Es por eso que no escribo angustia, ni drama, ni tragedia ni ninguna de esas cosas. Si soy honesta, mis géneros son más la comedia romántica con toques de amistad y sexo(?). [Literalmente, pura Putería y Zorrismo].

Es por esto que este fic se basa más es eso. No hay tanto "amor" si no solo lo básico que los adolescentes llegan a sentir. La atracción física y un poco sentimental. Admitamos que la mayoría de los adolescentes de ahora tienden a tener más relaciones sexuales que uno.

Por eso me gusta retratar los problemas adolescentes. Celos, Sexo, Atracción, Alcohol, entre otras cosas. Además de groserías, golpes, y una que otra broma de humor negro. No estoy muy acostumbrada a que mis historias parezcan novela de vieja de 90 años(?) con amor "verdadero" y estupideces (aunque esto no implica que no pueda leerlas).

A lo que quiero llegar, (si es que han leído hasta aquí) es que no estoy diciendo que no haya final feliz, pero tampoco estoy diciendo que si lo hubo. Ustedes son libres de imaginar qué fue de su futuro. Si tuvieron un "felices para siempre" tipo Disney o si acabó en tragedia, infidelidades y otras cosas.

A mi me gusta pensar que viven juntos teniendo mucho sexo y haciéndose cargo de sus responsabilidades y trabajos. Como una pareja normal. Ahora sí, hasta la próxima. Gracias por leer, Besos.

FuckWhere stories live. Discover now