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X: “ s u e r t e ”
Lo volví a ver obviamente pero ya no sentía su mirada encima mío, tampoco lo miraba para no ser obvia pero era imposible esos días no verlo como dije muchas veces, hasta ese día.
Me había llamado a ultima hora para cubrir el puesto de un fotógrafo en un partido de la súper liga, según el chico le surgió un problema familiar y no podría ir a la cancha así que me llamaron a mí y fui.
Capaz fue suerte o no sé, mala suerte también podría decirse porque desde ese día al paso ahí y él cambio si se podría decir conmigo.
Me encontraba detrás de los arcos tomando algunas fotos, Independiente empataba con Olimpo y yo me estaba aburriendo. También tenía urgencia de ir al baño pero no debía dejar el puesto, cuando observe que el árbitro adicionó 3 para el final del primer tiempo, le avisé al chico que se encontraba alado mío que me cubra los ultimos minutos el lugar y fui casi corriendo al baño de mujeres.
Cuando salgo paso por el pasillo largo, sabía que no me iba a perder.
A lo lejos veo a alguien hablando en voz alta mucho antes de llegar a los vestuarios.
Cuando me voy acercando me doy cuenta que es Nicolás, iba a pasar rápidamente pero me detengo en ver su cara con sangre y no lo evito.
—¿Que te pasó? —preguntó y el levanta su cabeza dándose cuenta al parecer recién de mi presencia.
Me acercó más y sí, le salía sangré de su pómulo.
—Me corté en un choque, nada más. —lo minimiza.
Como se que muchas veces mi ánimo son así lo notó y se que no tiene ganas y al parecer esta de mal humor, casi como siempre. Observo la puerta del vestuario y camino rápido pero me chocó con alguien antes de entrar. El medico.
—Necesito un botiquín. —digo.
—Tagliafico dice que se lo deja así.
—¿Y usted le va a ser caso? —digo enojada el medico suspira.
—Yo lo conozco. —me responde y ve mi pase colgado de mi cuello—. Solo limpiale, a mi no me deja acercarme.
Levanta su mano y agarró el botiquín, corrí donde estaba él y me observa raro y después al botiquín.
—¿De donde sacaste eso? —pregunta.
—¿Te podes sentar?
—No, con un pedazo de gasa me lo limpió y salgo. No hay tiempo. —gruñe, casi.
—Tagliafico ¿podes sentarte? —le preguntó aunque sonó mas una orden, el suspira por sus labios y se sienta en el piso recostándose por la pared.
