SOLO TÚ

CAPITULO 6

No dejó de bostezar, anoche no dormi casi nada y me está pasando factura.

-¡Ana, la tetera!- me grita mi hermano. Haciéndome tirar una sarten

-Mierda- casi me quemo, que estúpida .

-Mami,¿estas ben?- me dice mi sobrina que esta sentada en la mesa de la cocina.

-¿Qué rayos te pasa?- dice mi hermano- estas totalmente despistada.

-Lo siento, en verdad, no pude dormir casi nada anoche.

-¿Algún problema en el trabajo?

Mi padre me dice al entrar a la cocina.

-No, no te preocupes.

-Bien, porque ayer vino tu ex , queria hablar contigo- dice mi padre sentándose y apoyando sus codos en la diminuta mesa- la próxima vez que se aparezca por aquí lo sacare con mi escopeta al maldito bastardo.

-Hablare con él, tú solo no hagas ninguna locura.

Tomamos el desayuno. Mientras John terminaba de lavarse los dientes, yo me encontraba preparando la mochila de mi sobrina. Otro dia rutinario, me he acostumbrado a ello, hay una cosa que me preocupa además de la bomba de Jared Santiní. Hace una semana Emilia comenzó a decirme mamá , no es que no me guste es solo que yo no soy su madre y me parte el corazón. Mi hermana nos abandono cuando mi sobrina tenia 8 meses de vida, es ella a quien debería ver como su madre pero como se esfumo es a mí ahora a quien ve en ese papel. Cuando mi hermana se fue, lo hizo en la noche, ninguno de nosotros la escucho. Tenia todo planeado la infeliz, despertamos a la mañana siguiente con una carta, donde nos explicaba que debía irse porque no veía un futuro para ella ni para su hija en esta ciudad, que insolito verdad, en ves de llevarse con ella a su hija, nos la dejo y ella fue la que se marcho.

Tuvimos que acostumbrarnos a la idea, las primeras semanas fueron complicadas, Emilia extrañaba mucho a su madre pero con el tiempo se adapto a su ausencia.

-Anabelle- la voz dura de mi padre me detuvo de lo que estaba haciendo- debes tener cuidado con Edi, ese maldito hijo de perra es un delincuente.

-Sí, papa.

-No quiero perder a otra hija.

Los hombres con los que me he relacionado han sido de lo peor, y mi padre lo sabe. No hare que se preocupe.

-Lo se, papá.

Me acerco a él y le doy un beso en la frente.

En muchos aspectos entiendo a mi padre y no le recrimino nada, paso por situaciones muy difíciles y la muerte de mama le afecto muchísimo. Nos dio todo lo que pudo.

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-¡Ana!,¡ Ana!- una pequeña mano tira de mi camisa arrugada. Al girarme hacia donde solicitan mi presencia, diviso a Tomás.

-Lo siento, Tomás.

-Anabelle, me ayudas a hacer mi maqueta, es para ciencias naturales.

Aunque el niño tenga los mejores tutores, acude a mí para este tipo de trabajos manuales. Jamas fui buena en la escuela, mas bien era vaga , siempre me llevaba materias, ni hablar en la secundaria. Con solo decir que el año pasado pude sacar mi última materia y graduarme al fin del secundario. Asi de bruta soy. Graduarme a los 24 años.

-Bien, de que es esta vez.

-Del sistema Solar, y no se como hacerlo.

Ya se me ha ocurrido una idea, es como si lo pudiera ver.

-¡Lo tienes!- me grita Tomás, me encantan las manualidades, soy buena en ello( lo único en que sacaba buenas notas) los trabajos que hemos hecho con él siempre han sacado muy buenas calificaciones- empezemos, Ana.

-Wow, espera rayoman. Tengo que terminar cosas aquí, que tal si preparas algunas temperas y cartulinas y yo subó en un rato.

-Bien.

Sin perder tiempo el niño desaparece de mi vista.

Me toma un poco de tiempo terminar de trapear el piso, pero al fin esta como un espejo. La señora es muy estricta con respecto a la limpieza de la casa. Puede no darle mucha atención a su hijo pero la apariencia para ella es todo. Odio a ese tipo de personas.

Lavo mis manos y las seco, me dirijo a la sala y subo las escaleras, conozco esta casa muy bien aunque no lleve mucho tiempo aquí. Paso por la habitación principal, luego por la habitación de Mack y por la de Adam, los primeros dias este pasillo se me hacia eterno, ahora ya no. Llegó a la habitación de Tomás, pero antes de abrir la puerta, unos ruidos llaman mi atención. Proviene de la última habitación, la de Jared.

Abre Tomás su puerta y me ve.

-¿Qué es ese ruido?

-¿Esta tu hermano mayor en la casa?- niega – voy a mirar, ya vuelvo.

Sin mediar mas palabras, dejo al niño y voy directo a la última habitación. La puerta esta cerrada y escucho que el agua del grifo esta abierta. Toco una, dos, tres, bastante fuerte pero nada. Tomó la decisión de entrar, lo peor que podría pasarme es ver a Jared Santiní teniendo sexo con alguna mujer, nada del otro mundo.

No pierdo tiempo y abro lo menos delicadamente posible, si, porque estrello la puerta contra la pared, que sutil, pero es que estoy nerviosa y suelo hacer estupideces cuando estoy así.

No hay cuerpos en la cama enredándose, que es un alivio para mí.

Sigo al cuarto de baño. Pero no es bonito con lo que me encuentro Jared Santiní esta arrodillado en el vide vomitando, su cara esta tan palida, que le gana al papel.