CAPITULO 5

5 0 0
                                    

- Tuve que quedarme a lavar los platos, Maria estaba con un terrible dolor de rodilla, asi que la obligue a retirarse, refunfuño un poco pero me hizo caso, lo mismo avise a John que llegaría mas tarde hoy.

-Guau-hay estos muchachos me van a hacer dar un infarto a temprana edad, porque no solo golpean o hacen ruido con sus zapatos, siempre sigilosos- bonito vestido.

Como no, Adam a las 8 en punto.

-¿Qué pasa, niño?

-¿Niño?, acaso no me has visto.

Sip, es un total crio. La arrogancia en esta familia es hereditaria.

-Adam, deja de molestarla- mister perfecto hace su aparición en el área. Veo como ambos toman asiento en los taburetes de la mesa. Pense que Jared se quedaría con su novia, oh que por cierto es como la habían describido, es genial. Ni siquiera cruze mas de cuatro palabras con ella, pero lo que escuche fue fascinante. Ese tipo de mujeres son las llamadas "diamantes en bruto", todo hombre quiesiera casarse con alguien así, hasta yo y ojo que me gusta el sexo masculino- Anabelle podrias prepararme un café, cargado, por favor.

¿Por favor?

-Claro, señor.

-Nunca te había visto con vestido, Anabelle. Te ves sexy.

Le doy una mirada un tanto malhumorada, pero recuerdo que este idiota con solo ver una par de piernas enloquece.

-Adam- dice Jared con un tono de advertencia. No les doy importancia a ninguno de los dos y me dispongo a preparar el café, solo me falta secar y todo estará terminado. Un bostezo hace eco en toda la cocina. Parece que alguien ya esta fuera de juego.

-Me voy, estoy muy cansado. Buenas- se despide de ambos.

-Buenas noches, niño- lo digo con cierta gracia en mi comentario.

-Si, si, si lo que tu digas.

Y asi abandona la cocina, dejandome en un silencio incomodo con mister perfecto. Espero que rápido se haga el café y asi terminar la jornada.

Una vez que escucho pip de la cafetera indicándome que esta terminado, lo sirvo en una taza y se lo llevo.

-Aquí tiene, señor.

-Gracias.

Hoy esta extraño, parece deprimido. No es que lo conozca pero me esta preocupando un poco.

-¿Está bien?- me gustaría no haber preguntado, pero mi enorme boca me lo impidie. Así me ha ido por meterme en donde no debo- disculpe, no tiene que responderme.

Y no lo hace, inmediatamente.

-No lo estoy- observo como afloja el nudo de su corbata. Me doy la vuelta y agarro un trapo para secar los platos y vasos. No quisiera presionarlo, demasido con que me haya contestado- tengo un tumor.

El maldito plato se desliza de mis dedos pero soy rápida y lo alcanzo a tiempo, sino seria descontado de mi salario del mes. Que rayos dijo.

¿Tumor?, esta bromeando.

-U um, lo lo siento- que estúpida, él pobre hombre me confiesa una bomba y que hago solo se me entrecruzan las palabras- ¿Es malo?- me atrevo a preguntarle.

-No saben, es muy pequeño pero necesitan hacer una biopsia para saber que tan serio es- escucho que se corre el taburete y me giro-estoy cansado. Buenas noches Ana- pero antes de desaparecer de mi vista se gira y me mira a los ojos- no le digas a nadie, por favor.

Asiento y le doy un pequeña sonrisa.

¿Qué es lo que ha pasado para que Jared Santiní me halla dicho lo que dijo?

Esa noche me cuesta mucho conciliar el sueño, mi mente solo esta en ese hombre que me dijo su secreto, un horrible secreto. No se la razón de porque confio en mí para decirme y guardarlo. Porque yo y no algún miembro de su familia. Que se supone que debo hacer.

Solo se que esa noche después de muchos años, rezó a Dios por Jared.

SOLO TÚWhere stories live. Discover now