Chapter Twenty Seven: Romeo y Julieta

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Soltó un gruñido ante la luz potente que molestaba sus párpados ¿quien había dejado abiertas las cortinas?

Abrió lentamente los ojos, se sentía pesado, somnoliento. La confusión apareció en su ser al abrirlos, se sentía desorientado... No, se despabiló por completo al reconocer donde se encontraba. Era su habitación, aquella que había dejado atrás cuando tuvo que irse hace casi dos meses ya.

Se sentó lentamente, observando a detalle su alrededor, notando familiar cada póster que había en las paredes, cada libro en los estantes y cada detalle de su cuarto.

-Hasta que despiertas, no deberías desvelarte. Te salteaste la escuela -Una voz masculina, que creyó que jamás volvería a oír, lo sorprendió- Hey.. ¿Estas bien, hijo? -Pregunto el hombre sentándose a su costado, mirándolo con atención.

Adam Pritzker lucía tan impecable como siempre, con su traje azul marino, corbata perfectamente anudada y su gesto amable presente.

-Tú... ¿Que...? -Se sentía extraño, desconcertado y perdido. Era como si después de haber estado tanto tiempo al mando de algo, se lo hubieran arrebatado de la nada y no comprendiese que pasó- ¿Que hago yo aquí?

El hombre sonrió ante el tono tímido que el chiquillo utilizó y acercó su mano al cabello del menor acariciándolo cariñosamente antes de que Adrien apareciera, recostado en el marco de la puerta observandolos.

-Estas en casa, Oliver -Adrien fue quién habló- Es donde debes estar ¿porque lo preguntas? ¿Soñaste algo acaso?

-¿Donde esta Katrina? -Preguntó alzando un tanto la voz. ¿Donde estaba su reina? ¿Porque no estaba a su lado como siempre?

Ambos hermanos intercambiaron una mirada extraña.

-¿Quien es Katrina, pequeño? -Pregunto Adam.

-¿Es acaso alguna niña de la escuela que te gusta, sobrino, eh? -Adrien esbozaba una sonrisa juguetona, de brazos cruzados, causando que su hermano mayor soltara una risita.

A Oliver se le subieron los colores.

-¿Que? ¡No! -Frunció el ceño, cada vez se confundía más, no entendía que estaba pasando- ¡Ella es mi profesora de idiomas!

-¿Te gusta una mujer mayor? -Adam se giró hacia Adrien- Habrá sacado eso de ti -Bromeó en tono de regaño hacia el menor, que fingió estar ofendido.

-Oye, oye, a mi nunca me gustó una mujer mayor -Le sacó la lengua infantilmente.

Sinceramente la confusión de Oliver, y su irritación a causa de no entender que diablos ocurría, estaba aumentando a niveles insospechados.

¿Todo había sido un simple sueño? Él manipulando a quien se le antojaba y usando a las personas como quería, Katrina, Cerbero, la muerte de su madre. Su vista se posó en el par de hermanos, que ahora parecían hablar de algo que él no estaba prestando atención, sus muertes... Estaba incrédulo. Era como una pesadilla luego de haber vivido, o más bien soñado, tanto.

-Wally... -El susurro escapó de sus labios antes de que pudiera frenarlo, atrayendo la atención de Adam.

-¿Wally? -Pestañeo- Él esta en la escuela, donde tu también deberías estar, pero te salteaste por quedarte dormido -Le pellizco una mejilla, a lo cual el menor soltó un leve quejido.

¿Wally en realidad estaba vivo? ¿Y Luca y Tucker?

-Bueno, ya que no fuiste a la escuela, ven, debes desayunar y Luz se esmeró esta vez -Rió el hombre poniéndose de pie.

Oliver: Inocencia maldita [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora